La mirada económica de Gay de Liébana: “Tomadura de pelo”
Serán empresas privadas y no públicas, las que apechugarán con la carga de poner ese dinero en nuestra economía
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El profesor José María Gay de Liébana analiza en ‘Herrera en COPE’ las claves económicas del día.
Una cosa es la música que uno quiera oír y otra la letra que escuchar. Sinceramente, Don Carlos, la mayor movilización de recursos de la historia, me suena, con el debido respeto, a tomadura de pelo. Vayamos por partes. Lo primero que se hace, y me parece muy bien, es poner a salvo a nuestras grandes compañías blandiendo un escudo protector ante la opabilidad – o sea, que se haga una OPA – de algunas de ellas, y que empresas estratégicas para nuestra economía caigan en manos extranjeras, de fuera de la Unión Europea, es decir, chinas o norteamericanas primordialmente.
Vayamos al meollo nuclear, esperando leer la letra menuda del real decreto, que ofrece, así de golpe, un apetitoso titular pero que, a la hora de la verdad, poco o muy poco o casi nada. ¡200.000 millones de euros moviliza el Gobierno! Eso de movilizar, Don Carlos, no es lo mismo que pagar… ¿Y cómo es esa movilización? Pues de los 200.000 millones, 100.000 millones en avales públicos de préstamos que conceda la banca, que es la primera que se rasca el bolsillo, esa a la que alguna facción gubernamental quiere triturar a impuestos. 83.000 millones de euros, atentos acá, será una movilización de recursos del sector privado, esto es, que serán empresas privadas y no públicas, las que apechugarán con la carga de poner ese dinero en nuestra economía. ¿Quiénes? El resto hasta completar los 200.000 millones de euros, que son 17.000 millones, serán las ayudas directas del Estado hacia la economía que, obviamente, constituirán más gasto público, que no esfuerzo, más deuda pública y, en consecuencia, lo acabaremos pagando a escote… Porque luego, Don Carlos, vendrá la recuperación y ahí es, al volver a la normalidad, cuando llegue el momento del palo impositivo que, de hecho, sigue vigente en esta emergencia al igual que las cotizaciones sociales