La mirada económica de Gay de Liébana: "Irlanda, paradigma"
Ejemplo a seguir el de Irlanda, que ha pasado de tener una deuda pública de 210.000 millones de euros hasta presidir el Eurogrupo
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El profesor José María Gay de Liébana analiza en 'Herrera en COPE’ las claves económicas del día.
Irlanda, Sergio, asume la presidencia del Eurogrupo que ha recaído en la figura de su Ministro de Finanzas, Paschal Donehoe, en detrimento de Nadia Calviño. Ya advertíamos, antes de la elección, sobre las solventes credenciales que esgrimía Irlanda para tal candidatura. Irlanda fue intervenida y rescatada a raíz de la crisis financiera de 2008 y entre la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, aportaron a las arcas de Dublín 85.000 millones de euros. En 2013, Irlanda salía del rescate sin más ayudas. ¿Cómo se han configurado las cuentas públicas del llamado “tigre celta” durante estos años?
En 2012, Sergio, Irlanda tenía una deuda pública de 210.000 millones de euros que representaba el 120% de su PIB. Cerró 2019 con un saldo de deuda pública de 204.000 millones de euros, equivalentes al 58,80% de su PIB. Por tanto, ha reducido su deuda pública, en porcentaje sobre el PIB, a la mitad entre 2012 y 2019. ¿Dónde ha residido el secreto de su éxito? En el control severo de su gasto público. En 2010, cuando Irlanda tuvo que pedir el rescate, su gasto público era del 65,10% del PIB; en 2012, lo rebajó al 42,10% del PIB y en 2019, Sergio, el gasto público fue apenas del 24,80% del PIB. No solo eso es destacable hablando de Irlanda. También hay que subrayar, Sergio, su fuerza económica. De un PIB que en 2012 sumaba 175.000 millones de euros, en 2019 alcanza 347.000 millones; se ha doblado en estos años. El ritmo de crecimiento de la economía irlandesa se ha movido en los últimos años entre un mínimo del 5,5% en 2019 al 25,2% en 2015. Sin duda, las facilidades que brinda su Gobierno, que se desvive por su tejido empresarial, explican el secreto del éxito de Irlanda. Algo que aquí, si hubiera voluntad, se podría aprender, Sergio, y, desde luego, empujaría a nuestra economía.
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