Herrera: "¿En qué parra están Washington y Bruselas para que todo lo malo haya prosperado en el mundo?"

Carlos Herrera

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Señoras, señores, me alegro, buenos días

Son las 8 de la mañana, son las 7 aquí en Canarias, en el sur de Tenerife, desde el Hotel Iberostar donde les hablamos.

Esta ha vuelto a ser una larga madrugada en lo informativo, noche de reuniones de alto nivel, noche de pánico, de destrucción en Ucrania, tanques rusos a 30 km de Kiev y ucranianos volando, incluso, algunos puentes para que no puedan acceder a la capital. Muchos expertos en cuestiones militares decían, ojo que las invasiones la primera noche no es la peor, la peor es la segunda cuando buena parte de las baterias antiaéreas han sido destruidas en las primeras horas y la capacidad de respuesta del agredido ha sido anulada,entonces el agresor ya puede cebarse a gusto. De hecho, Estados Unidos avisó de que a las 3 de esta madrugada podría producirse otro ataque masivo sobre Ucrania y que la toma de Kiev podría ser inminente, efectivamente eso, a las 8 de la mañana, podría estar siendo así.

NOCHE DE PÁNICO EN KIEV

Ucrania se ha visto obligada a tomar una decisión a la desesperada como impedir la salida del país de todos los hombres ucranianos entre 18 y 60 años que pueden empuñar un arma. ¿Qué sabemos a esta hora? Que efectivamente la capital, Kiev, ha sufrido esta noche lo indecible. Este era el panorama para quienes se atrevían a salir por las calles de la ciudad que está siendo sitiada por tropas rusas. Poco antes de las 4 de la madrugada se reportaba una gran explosión en Kiev, pero explosiones en mayor o menor medida las ha habido durante toda la noche. Hay imágenes del cielo de Kiev y otras partes de Ucrania iluminado por la luz de los proyectiles que, en cierta manera, recuerdan aquellas imágenes de Bagdad cuando la 'Operación Tormenta del Desierto'. Un caza ucraniano ha sido derribado por los rusos y ha acabado impactando contra un edificio y además una zona residencial de Kiev ha sido atacada con misiles provocando el derrumbe de algunos bloques de viviendas. Claro, así las cosas, cientos de personas han huido con lo puesto camino de Rumanía o de Polonia, en esa fotografía de éxodos humanos que hemos conocido tantas veces, en tantos conflictos. Otros, pues los que tenían una casa de campo o una casa más alejada de la ciudad se han ido para allá pero, claro, con la esperanza de no toparse con soldados rusos. Y los que no saben qué hacer se han escondido en el metro de Kiev oyendo de las bombas, pasando la noche arrebujados unos con otros en el andén o en las escaleras ,recordando las escenas del metro de Londres durante la Segunda Guerra Mundial o de Madrid durante la Guerra Civil. Una manta, una mochila, un saco de dormir… algunos con niños, otros con el perro tratando de conciliar el sueño al lado de perfectos desconocidos con los que de repente te une una extraña empatía que es la que provoca estar juntos en el miedo y a la desgracia.