Herrera a las 8, lunes 25 de marzo

Un nuevo sondeo da la victoria al PSOE y más votos a la derecha, que no suma para gobernar

Carlos Herrera

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

¡Ya es lunes! Felizmente son las 8 de la mañana. Y no es un lunes cualquiera porque es un lunes 25 de marzo del 2019. ¿Por qué no es cualquiera? Porque todos los lunes son diferentes unos a otros. Cada día es diferente al anterior y al próximo que habrá de venir. Así que disfrútenlo como si fuera el único día de su vida, que no lo es afortunadamente.

Hoy va a llover con fuerza en Canarias. Van a bajar allí las temperaturas y, además, digamos que hará fresco en la mitad norte peninsular. En lo demás, bueno, tal vez alguna lluvia en el Cantábrico, en el sudeste peninsular, el Estrecho y cielos poco nubosos en la mayoría de España.

Los Reyes están en Argentina, pero su trabajo les ha costado. No por el vuelo, el vuelo ha ido bien. Han llegado y en vez de aterrizar en Ezeiza, que es el aeropuerto grande de Buenos Aires, han aterrizado en el Metropolitano, más chiquitito. Bueno, y aterriza el avión y claro, cuando tú abres la puerta del avión, no te puedes tirar abajo. Tienen que poner una escalera. Bueno, pues no aparecía. Llevan una escalera, pero la escalera era muy pequeña y no llegaba a la puerta del avión, con lo cual, “espérense, espérense, por favor, que ahora vamos a buscar a otro”.

Y no aparecía otra escalera en todo el... Hasta que alguien dice: “No, espérate. Vamos al hangar donde está la escalera que utiliza el avión de Macri, que es parecido al de estos señores y la cogemos”. Muy bien. Van allí pero resulta que para abrir el almacén ese, iba con huella dactilar y el tío del dedo no estaba. El tío del dedo pues estaría... Yo que sé, durmiendo, lo que fuera. Ahora vete a buscar al tío del dedo. O te traes el dedo o te traes al tío entero. Y entonces pone el dedo, se abre, sacan la otra escalerilla y bajan ya definitivamente los Reyes del avión.

Un sainete muy entretenido, pero allí todo el mundo, los soldados de la guardia, los que iban a pasar revista, los de la banda, los de protocolo descompuestos, los ministros también, mirando el Rey por la ventanilla, diciendo “hola” con la mano... En fin, numerito, lo que viene siendo un petardo muy gordo. Muy gordo.