Barbosa: “El Gobierno está deseando que pase esta crisis de precios altos y subirnos otra vez los impuestos”

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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible ‘Herrera en COPE’ en este lunes 11 de abril de 2022.

Oiga, pero un Lunes Santo, que está la gente emocionada con la primera Semana Santa sin restricciones en dos años. Que el que no está de procesiones, se ha ido de vacaciones en la primera Semana Santa, en la que parece que el turismo realmente levanta cabeza. ¿De verdad que también pasan cosas como para hacer un programa que dure toda la mañana?

Pues, hombre, ya le digo yo que sí. Por lo pronto, pasa que las nubes no descansan, ni para el nazareno, ni para el playero. Así que bueno es saber que, después del Domingo de Ramos tan estupendo que tuvimos ayer, este lunes y mañana, Martes Santo, habrá lluvias generalizadas, aquí y allá.

Hoy, a primera hora en zonas del norte, mientras en el centro y sur será más tirando a la tarde. El miércoles, el agua queda más arrinconada en el este, y el Jueves Santo volveremos a tener un tiempo más que agradable.

ELECCIONES EN FRANCIA: MACRON Y LE PEN, COMO EN 2017

Dicho esto, pues fíjese, en Francia, por ejemplo, han tenido elecciones presidenciales. Allí eligen un presidente y se olvidan durante cinco años, hasta que toca volver a votar en primera y segunda vuelta.

Y en la primera vuelta, como es una especie de embudo, en el que de 12 candidatos que pueda haber, solo quedan dos, pues la gente suele votar más con el corazón o con la rabia de lo que le haya molestado en los últimos cinco años. Y ahí, el teóricamente liberal Emmanuel Macron sabía que las restricciones de la pandemia habían cansado al personal y sabía que la crisis económica había provocado en su momento el estallido de los chalecos amarillos. Esa gente de clase media trabajadora hasta las narices del aumento de los carburantes y el coste de la vida, cuya problemática ha vuelto a primera página debido a la inflación desbocada de los últimos tiempos.

Y todo eso mezclado con el debate sobre Europa, la soberanía de las naciones, Putin, Hungría y todo lo que ya sabemos.

Bueno, pues, en un escenario de bastante abstención, Macron ha pasado el corte como el más votado (28%) y se enfrentará Marine Le Pen, ultraderechista de primera hora, que ha moldeado su discurso para arrimarlo al populismo actual. Fuera se han quedado el populismo de nuevo cuño, la izquierda más radical, los socialistas de toda la vida, y la derecha de toda la vida.

Macron parecía satisfecho, pero sabe que el 24 de abril deberá vivir de los votos prestados de la izquierda y la derecha tradicional para seguir de presidente de una de las locomotoras de la Unión Europea que, de tener a Le Pen de presidenta, pegaría un bandazo importante en un momento en el que Europa anda inmersa en el conflicto de Ucrania.

EL GOBIERNO NO CEJA: SUBIRÁ LOS IMPUESTOS

Conflicto que, como sabemos, nos obliga a apretarnos el cinturón energético y en el caso de España, además, a dar muchas explicaciones. Porque Bruselas ya nos ha pedido que le demos más detalles de cómo pensamos financiar el gas que ahora, de forma temporal, no queremos pagar para abaratar la luz. Es la historia de siempre, tarde o temprano, lo que no pagas ahora lo tienes que pagar más tarde.

Y ayer, fíjense, la luz nos demostró hasta qué punto es volátil el sistema actual. Hubo tramos del día en los que el precio de la luz en España fue de tan sólo 1 euro el MWh, y eso gracias a las renovables. Es una señal de que el futuro puede estar por ahí, pero hará falta más, hará falta poder acumular la energía que generamos de más cuando no hace falta para poderla gastar cuando sea necesaria. Eso nos debería hacer persistir en la inversión verde a futuro, pero sin perder de vista el momento actual.

El problema es que este Gobierno es muy de no darle importancia al lío que haya en el presente y confiar en que el futuro sea mejor.

De hecho, este fin de semana, en declaraciones a La Razón, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha pronosticado que lo de la inflación desbocada durará unos meses, pero que tampoco va a ser eterno.

Hombre, eterno seguro que no es, porque no hay mal que cien años dure, pero también es verdad que el Gobierno lo dice porque está deseando que pase este crisis de precios altos para echar mano de la reforma fiscal que tiene en el cajón y subirnos otra vez los impuestos.

Por eso no los bajan, porque a ellos lo que les pide el cuerpo, y lo que tenían preparado antes de que la carestía de la vida dijera “aquí estoy yo” era eso: darle otro empujón hacia arriba a los impuestos. Tan optimista es el ministro, que asegura que se van a poder revalorizar las pensiones, según el IPC, a pesar de cómo está el IPC en el 10%.

Los cálculos más optimistas dicen que, para eso, habría que buscar otros 11 mil millones de euros, pero Escrivá asegura que haciendo el gasto un poco más eficiente y subiendo los impuestos a quienes todavía pueden pagar más, que se podrá hacer:

Claro, está muy bien que un gobierno se preocupe tanto por el poder adquisitivo de los jubilados, nosotros desde aquí, apoyamos también ese interés. Pero aquí el problema va a estar también en qué hacemos con la clase media trabajadora, que es la que soporta el grueso de la carga. Porque lo de subir los impuestos al 4% de la población que más gana es una teoría en la que ya no cree casi nadie. Y por esa rendija del malestar de la clase trabajadora es por la que va a canalizarse buena parte del relato político.

Solo el 8% de la población por debajo del umbral de la pobreza cobra el Ingreso Mínimo Vital

PRIMER GOBIERNO PP - VOX EN CASTILLA Y LEÓN

La derecha de Vox cree que puede hacerse con la complicidad de la clase media española si sabe tocar las teclas adecuadas. Eso mismo es también a lo que aspira el Partido Popular de Núñez Feijóo, mientras el PSOE y el gobierno de Pedro Sánchez espera que la mezcla que hoy empieza a echar a andar en Castilla y León no cuaje. O si cuaja, que le sirva para atacar a Feijóo como alguien que se apoya en la derecha extrema y tal y cual.

De momento, hoy es el debate de investidura en Castilla y León. Primera experiencia de gobierno PP-Vox con Fernández Mañueco de presidente y con Vox ostentando una vicepresidencia y tres consejerías.

En el PSOE esperan que ese gobierno no funcione o lo gana de forma disfuncional, también esperan que Ayuso tenga algún tipo de roce con Feijóo a la larga. Hoy Ayuso, por cierto, sí va a la investidura de Mañueco con Vox, Feijóo no va pero en declaraciones a ABC ha asegurado que él no tendría problemas en verse con Santiago Abascal.

En esos parámetros de sí pero no, de ver qué pasa en Castilla y León, se va a jugar el relato de Andalucía y de lo que esté por venir.

ECONOMÍA ESPAÑOLA

Feijóo, por cierto, se ha quejado amargamente de que hablar con Sánchez de economía o de aliviar a la clase media con una bajada de los impuestos es como darse contra la pared de un frontón.

La economía, ni que decir tiene, va a ser el gran reto. Por más que estos días de Semana Santa tratemos de olvidarnos de ella, ni que sea para desconectar.

Y cabe decir que lo de estos días, con todo el respeto al dichoso virus, mueve a un prudente optimismo. El sector turístico reconoce que estos días nos estamos acercando a los datos históricos de la Semana Santa de 2019, con una ocupación que, en algunos puntos, puede acercarse al 85 o incluso 90 por ciento.

De hecho, hay aeropuertos como los de Baleares que estarían superando ya el trasiego de antes de la pandemia. Así que ojalá eso siga así, por lo que tiene de felicidad de la gente e ingresos para nuestro país sin que dentro de unas semanas el virus nos dé ningún disgusto

Carlos Abella es el secretario general de la Mesa de Turismo y nos contaba que la inflación, de momento, no está teniendo un efecto negativo. Pues en el verano, ya veremos qué pasa con el turismo, pero, efectivamente, se está notando que la gente tenía unas ganas locas de escaparse por ahí unos días.

SEMANA SANTA: DOS AÑOS DESPUÉS, LAS PROCESIONES VUELVEN A LAS CALLES

Y lo que vale para el turismo, vale para la tradición, la fe y el pellizco en el alma. Sólo había que ver ayer esas caritas en las procesiones del Domingo de Ramos, para entender lo que han supuesto estos dos años de restricciones.

Cuando uno cree en algo y se emociona sólo de pensarlo y se prepara a conciencia durante un año entero y pasa un año, y no puede ser y pasa otro, y no puede ser… el día que sí, el día que sale esa imagen por la puerta de la Iglesia, el día que pasa ese Cristo por la puerta de tu casa o por la calle a la que has ido a su encuentro, más de mil jornadas después del último Domingo de Ramos “normal”, con sus soles y sus lunas, ese día, el pellizco que uno siente en el alma no se puede explicar con palabras…

Y ya, si para algunos es el primer Domingo de Ramos, o la primera Semana Santa si un padre o una madre, que se quedó por desgracia durante la pandemia, y si encima tienes un hijo que la última Semana Santa era muy pequeño pero esta vez sí está empezando a ser consciente de lo que es una Semana Santa; pues uno, de repente, comprende, ni que sea un poquito más, lo que es el misterio de la vida. Esa vida que, pase lo pase, siempre vuelve y se renueva.

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