Barbosa: “La única opción de Feijóo para ser presidente es que Puigdemont no apoye a Sánchez"

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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible 'Herrera en COPE' en este lunes 21 de agosto de 2023.

Un día en el que vamos a empezar a pelearnos, con la última ola de calor de este verano. Que la verdad es que ya está bien, de tanto calor.

El fuego sigue arrasando Tenerife

Y más cuando hoy seguimos muy pendientes del incendio de Tenerife, que, por desgracia, ya se ha llevado por delante casi 13.000 hectáreas. Un incendio tremendo que ha obligado a evacuar en la isla también a más de mil personas aunque esta noche parece que la cosa no ha ido del todo mal gracias, por ejemplo, a que el viento ha dado una tregua.

Nos dicen que los trabajos de extinción van bien, dentro de lo que cabe, así que cruzamos los dedos para que en las próxima horas podamos traer buenas noticias.

Segunda vuelta en las elecciones de Ecuador

Lo que ya hemos conocido esta madrugada es que Ecuador irá a segunda vuelta, tras unas elecciones en las que algunos han tenido que votar tras una pantalla antibalas, protegidos por la Policía.

La noticia es que en Ecuador habrá segunda vuelta presidencial entre Luisa González y Daniel Noboa. Es decir, el populismo de izquierdas, el correismo, dirigido por un prófugo de la justicia como Rafael Correa ha colocado a su candidata Luisa González como la favorita para convertirse en presidenta, a no ser que lo evite, el próximo mes de octubre, un empresario de centro-izquierda.

Hay que decir que algunos ecuatorianos han votado este domingo, en cierta manera, a un muerto. Porque el candidato de la formación que ha quedado tercera ha sido Christian Zurita, pero la foto y el nombre que se veían en la papeleta eran todavía los de Fernando Villavicencio.

Finalmente, el legado del candidato periodista no ha tenido premio, pero está por ver si la izquierda populista, en medio de la violencia, devuelve a Ecuador al bloque izquierdista de Hispanoamérica.

El Rey inicia la ronda de consultas de la investidura

Y es que hoy comienza la semana clave de la investidura, cuando el Felipe VI tenga que decidir si hace el encargo de formar gobierno, primero al que ganó las elecciones (aunque no llegue a los 176 apoyos, como sería el caso de Feijóo) o si le hace encargo directamente a Sánchez, en caso de que Sánchez si consiguiera presentarse mañana a su cita con el Rey asegurándole tener amarrados los 176 escaños necesarios o, en su defecto, más apoyos de los que le pueda garantizar Feijóo.

España, campeona del mundo

Rindamos nuestro pequeño homenaje a las campeonas del mundo. Porque lo que se vivió ayer no sólo fue noticioso en lo deportivo, sino que tuvo una importante carga emocional. Y es que, nuestras mujeres futbolistas, las que hasta hace dos días no tenían un convenio colectivo, ni unos equipos reconocibles, ni unas competiciones con el nivel de organización de las masculinas; esas mujeres rompieron ayer el último o el penúltimo techo de cristal.

Porque si difícil fue para muchas dedicarse a su pasión, tampoco ha sido nada fácil ganarse el respeto de la gente. Y el respeto no es “que no te digan “marichula” porque te gusta darle patadas al balón, que es por lo que tuvieron que pasar muchas niñas que ahora ya son veteranas.

Respeto también es quitarte de encima esa condescendia, que todavía han sufrido muchas de las que ahora están en activo, y que consistía en escuchar “ya, pero es que son tan buenas”, “es que no es lo mismo”, “es que llevan mucho retraso”…

Bueno, pues ese “respeto" será mucho más fácil de obtener, a partir de hoy, cuando todas las chavalas que juegan al fútbol en España ya pueden levantar la cabeza, mirar a los ojos a quien sea y decir eso de: “eh, un respeto, que somos campeonas del mundo”.

1-0 contra Inglaterra y el fútbol femenino español ha levantado su primer Mundial.

Ahora que tienen el respeto de la gente, el siguiente reto es conseguir la atención continua y sostenida. Esa cosa tan difícil para cualquier deporte en España, que no sea el fútbol masculino. Incluso el baloncesto de hombres se queja de que en este país “todo es fútbol” y fútbol de hombres.

Bueno, sea como sea, la cuestión es que España en el segundo país del mundo que puede presumir de haber sido campeón del mundo de fútbol masculino y femenino. Sólo los alemanes pueden decir lo mismo.

Sánchez dirige el rumbo de España

Las comparaciones con los alemanes, se acaban ahí. Porque en política no hace falta que les diga que alemanes y españoles somos como los huevos y las castañas. Fíjense, ellos tuvieron una Grosse Koalition que en España sería impensable: una coalición entre los socialistas y los conservadores de centro derecha.

Y es curioso porque decían que, en esa coalición, el SPD era un poco el pagafantas porque Merkel se llevaba todo el rédito político y los socialistas sólo hacían que bajar en número de apoyos. Y, sin embargo, fue salir Merkel de escena, y el electorado premió a los socialistas alemanes con el gobierno que ahora ostenta el canciller Olaf Scholz.

Es decir, que la izquierda alemana bien pudo tener la tentación en su momento de haber dicho “nein ist nein”, imitando a Pedro Sánchez con el “no es no”.

Pero Alemania tuvo la suerte de tener a unos socialistas que entendieron que, en los momentos complejos, (antes que pactar con radicales) había que llegar a un acuerdo entre los dos grandes partidos. Y el electorado, repetimos, a la larga, se lo ha sabido premiar.

Aquí no. Aquí el PSOE se puso en manos de Sánchez y ahora lo que toca saber es hasta dónde llegará esa estrategia consistente en aislar sistemáticamente a la derecha constitucional a costa de entregar lo que haga falta al populismo de izquierdas y a los nacionalismos supremacistas y excluyentes.

Es, desde luego, una “peculiar manera” de buscar la convivencia y el progreso para España.

En todo caso, esas rondas de contacto empiezan hoy. Y este lunes el Rey va a recibir, en orden de menor a mayor, a UPN, Coalición Canarias, el PNV y Sumar.

Hoy no hay más partidos porque los separatistas no quieren acudir a La Zarzuela, lo cual va a dejar a Sánchez en la curiosa tesitura de decirle mañana al Rey que él quiere ser presidente con el apoyo de todos los que le desprecian como Jefe del Estado y que, además, piensa darles prácticamente todo lo que le pidan.

Y será mañana martes cuando acudan a Zarzuela el líder de Vox, Santiago Abascal, Pedro Sánchez como subcampeón de las elecciones y, en último lugar, como ganador de los comicios del 23 de julio, Nuñez Feijóo.

El problema de Feijóo es que, como se vio en la votación de la Mesa del Congreso, el proyecto político de Sánchez es una maquinaría perfectamente engrasada que, aunque parezca que va a trompicones, al final se sale con la suya.

Y lo hace básicamente porque ningún nacionalista, separatista o filoterrorista va a estar mejor o va a tener mejores expectativas que con el actual PSOE. De esa cadena, el único eslabón que, por lógica, debería hacérselo mirar es el PNV que sabe que mientras todos vayan en el carromato de Sánchez, a Bildu le va a ir mejor que a ellos.

Lo que pasa es que el PNV en el pecado lleva la penitencia, porque ahora no puede bajarse a mitad de camino, antes de las elecciones vascas de primavera y que Bildu le acuse de haber hecho presidente a Feijóo.

Y, sin embargo, fíjense, este fin de semana el PP ha hecho un último intento para tratar de hacer cambiar de parecer a los que ya les han dado tres calabazas, por falta de una. El PP no pierde la esperanza a pesar de las tres calabazas: las dos de julio, cuando el PNV rechazó investir a Feijóo, con o sin ministros de Vox y la votación de la mesa.

Lo cual demuestra que los populares acuden a esta semana decisiva, con pocas opciones, porque el PNV les desprecia y porque con el único partido grande con el que suman se traen una relación conflictiva de “ni contigo, ni sin ti”, que es gloria bendita para el sanchismo.

La única opción que tendría Feijóo para ser investido presidente es que a Puigdemont le diera por no apoyar la investidura de Sánchez.

Cosa que parece muy difícil, primero, porque con la votación de la mesa Puigdemont ya dejó entrever que entre kamikaze y cobardón, tiene más de los segundo. Se fugó en un maletero porque no quería cárcel y apoyó al PSOE en la mesa porque no quiere cárcel. Y el PSOE, efectivamente, ya está metido de pleno en ver cómo evita la cárcel para Puigdemont.

Ley de ¿amnistía? o ¿alivio penal?

Ahora mismo, ya es posible que 15 diputados pueden registrar una proposición de ley de amnistía. No tienen que ser todos socialistas, sólo hace falta que la mayoría de la Mesa del Congreso, controlada por el PSOE y Sumar hagan la vista gorda y dejar que el balón empiece a rodar.

¿Con qué se está especulando o qué están pidiendo los separatistas?

Pues dejarles limpios de polvo y paja desde 2013 para que no tengan que responder ni por el dinero malversado, ni por los cortes de carreteras de los CDR e incluso Junts presiona para que quede amnistiada Laura Borrás, que ha sido condenada por un caso de corrupción por favorecer a un amigo en la adjudicación de un contrato público, que nada tiene que ver con el procés.

Miren, hay dos fugados como Puigdemont y Marta Rovira que podrían beneficiarse; y hay decenas de cargos intermedios que están pendientes de juicio por malversación, que son los que provocaron que mucha gente cambiara sus cuentas bancarias de oficina, que generaron una angustia y una ansiedad a millones de españoles, que rompieron familias y amistades, por la que ahora no pagarían ni con la cárcel ni con su patrimonio personal, que es lo que muchos temen.

Así que, si sale adelante el plan de amnistía, se llame amnistía o le pongan otro nombre, ellos “lo suyo a salvo”, y lo que se han fundido, que lo paguemos entre todos. Lo primero que están mirando es dejar sin efecto, el juicio está previsto en noviembre por la malversación de dinero público, por parte de 30 altos cargos de la Generalitat.

El Tribunal de Cuentas identificó el desfalco, el juicio está programado para el 17 de noviembre y aquí lo primero que van a hacer es aplazar ese juicio con la esperanza de que con la amnistía ya no haya que celebrarlo. Eso es lo que se está cocinando. Lo que están estudiando cómo hacerlo, pero sin que parezca tan feo.

Es decir, el reto será cómo convencer a los españoles de que a pesar de que la Constitución prohíbe los indultos colectivos, y aunque una amnistía es claramente un indulto colectivo elevado a la enésima potencia pues que, como la Constitución no lo prohíbe expresamente, pues que sí se puede hacer.

Pero aun así, como el nombre de amnistía es tan descarado, hay que ir buscando eufemismos. Y este fin de semana la prensa más cercana al gobierno ya nos ha dejado alguna pista: “Sánchez asume que debe buscar un alivio penal al procés”. Qué bien suena lo de alivio, suena a cosa positiva, 'alivio' huele como a colonia para bebé.

Pero, claro, ¿qué quieren decir con 'alivio penal'? Pues quieren decir privilegio. Quieren decir que, detrás de tanto progresismo, y de tanto postureo (con el que ellos se hacen los modernos y los lúcidos que sí entienden a la España verdadera y tal cual) en realidad lo que se esconde es un plan para devolvernos al caciquismo del siglo XIX como denunció aquí el otro día un socialista como Nicolás Redondo.

Es decirle a la gente “que siempre habrá clases” y que hay señores, los de la burguesía catalana, que con ellos la ley no se aplica, hagan lo que hagan.

Pero no se preocupen que nos lo van a vestir bonito. Nos cantarán al oído eso del “alivio penal” como si fuera una suave letanía.

Una nana mediática que, de hecho, ya está en marcha y que adormece conciencias, que debilita al Estado de Derecho y que nos lleva a un lugar incierto.

La nana del caciquismo.