Carlos Herrera: "¿Con qué Lula da Silva nos quedamos o con cuál nos vamos a encontrar?"

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Señoras, señores, me alegro, buenos días

Qué alegría saludarles en una mañana como la de hoy, en una mañana en la que algunos se han tomado la libertad de celebrar el día de difuntos, o Halloween, o lo que quieran, tomándose el día de descanso porque mañana es un día feriado. Bueno, y cada uno verdad se toma su relación laboral con la vida como se la quiere tomar. En estos días Todos los Santos, difuntos, cementerio, recuerdos, flores, crisantemos y otras muchas cosas que se ven, además, tocadas por la aplastante moda de Halloween, que saben ustedes que es la Navidad de los frikis y como hay tanto friki, jejeje…qué le voy a contar, truco o trato.

LULA DA SILVA, VUELVE A GANAR LAS ELECCIONES EN BRASIL

¿Con qué Lula nos vamos a encontrar?

Bueno, saben ustedes que la noticia del día en el mundo es la victoria del Lula da Silva en Brasil, en las elecciones de Brasil. Tiene singular importancia eso, hombre lo particular para España porque Brasil es un país donde España tiene mucha presencia económica; industrial; laboral; telefónica; eléctricas; la banca... y la estabilidad en Brasil, el despegue de Brasil es imprescindible para que el negocio, nuestros negocios, usted a lo mejor resulta que tiene algunas acciones de Telefónica; bueno, pues estas cosas le interesan o le importan. Podríamos titular a esto, o hemos venido titulando: ‘La resurrección del Lula da Silva’, que es quien ha vencido de forma muy apretada, muy apretada en estas elecciones frente al señor Yair Bolsonaro. ¿Con qué Lula nos quedamos o con qué Lula nos vamos a encontrar? Con el interesante Lula que vimos en el inicio de su anterior presidencia, al principio de siglo, que hizo evolucionar y sacar de la pobreza extrema a no pocos brasileños; o con el Lula indefectiblemente viciado del virus del populismo que arrasa en Iberoamérica. Bueno, eso el tiempo nos lo dirá. Lo cierto es que sea o no ese populismo el de Lula, ha vencido a un individuo absolutamente reaccionario como Bolsonaro, de cuyo balance en Brasil no puede hablarse como, efectivamente, un gran paso hacia delante o un gran paso hacia el progreso de ese país.

Elections in Brazil

29 October 2022, Brazil, Sao Paulo: Brazilian former President and presidential candidate for the Workers' Party Lula da Silva (R) gestures and gives both thumbs up to supporters at his last campaign rally on Sao Paulo's Avenida Paulista, one day before the second round of elections in Brazil. Photo: Lincon Zarbietti/dpa

Es el tercer mandato, Lula tiene determinado plomo en las alas por más que la identificación ideológica de criterio ideológico con la izquierda, haga que alguno se lo perdonen todo. Lula fue condenado por corrupción, es verdad que el Tribunal Supremo anuló esa condena por defectos de forma pero no pudo probar la inocencia de Lula da Silva. Estuvo en la cárcel 500 días, y ahora veremos si, aunque no controle el Parlamento, que si lo controla su rival Bolsonaro a través de su partido liberal, así como la gobernación de muchos estados veremos si con eso tiene margen suficiente primero, para coser el país que está literalmente dividido en dos; y segundo, para sacar progreso de ese lugar, por otra parte, tan fascinante como es Brasil.

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¿QUÉ LE PASA A FELIPE GONZÁLEZ?

Hay algo que nos hemos perdido que explicaría el repentino sanchismo de Felipe

Por aquí el fin de semana, este fin de semana, ha sido en lo político bastante estupefaciente por lo del acto del PSOE en Sevilla por el 40 aniversario de la victoria de Felipe González. La verdad, es digno de análisis, literalmente digno de análisis. Para empezar, un acto que se supone es un enaltecimiento de la historia del PSOE, hay barones socialistas, hay una figura destacada de aquel suelo 82 como es Alfonso Guerra que no ha querido aparecer por allí, es decir, ha sido un intento de presumir que a muchos les producía más bien vergüenza o incomodidad.

Y luego, como aquí el periodismo pues no se le deja a preguntar o a veces está de vacaciones, nadie tuvo ocasión de preguntar a Sánchez, cuando estaba en plena apología del felipismo para apropiarse del felipismo, si él le hubiese presentado una moción de censura al Gobierno de Felipe González, porque el Gobierno de Felipe González, el felipismo como concepto, acabó de corrupción hasta las cejas. Hubiera sido bueno, seguramente, que alguno hubiéramos conocido esa esa respuesta. Ahora, ¿qué ha pasado con Felipe González? Que en privado hablaba de Sánchez, pues como Sánchez habla en público de Feijóo, le ha ayudado un poco a adecentar su imagen. O es el ego de Felipe, que no le importa ensalzar a este triste heredero con tal de que le homenajeen a él o hay algo que nos hemos perdido que explicaría el repentino sanchismo de Felipe. Sea lo que sea, ver como el mismo expresidente que repudiaba los pactos con el separatismo, que exigía el imperio de la Constitución en Cataluña, que rechazaba entenderse con Otegi, que defendía la economía de mercado, se abrazaba con Sánchez, le daba el carnet de socialdemócrata, moderado y todo eso… pues, desde luego motiva una pregunta: ¿qué te ha pasado, Felipe? O sea todo lo que no te gustaba de Sánchez, ¿te gusta ya? Cuando todo ello ha ido a más y a peor, o sea ahora Sánchez es Olof, y Tony Blair y…

Y el caso es que hombre, los socialistas se han quedado con que González le ha dado un cachete al PP por no renovar el Consejo del Poder Judicial. Pero es que las contradicciones del PSOE son tan grandes, que si uno escucha bien la reflexión de González, también hay palos más evidentes, desde luego más que evidentes, para los golpistas del 1 de octubre y por ende para el actual PSOE, que está en connivencia con ello.

Ya, ya… lo del Poder Judicial, me imagino. Pero si González dice delante de Sánchez: todos tenemos que tener los mismos derechos y obligaciones, entonces olvídate de indultar a esta gente; y ya puedes ponerte a cumplir la sentencia del 25% del castellano en Cataluña. Pero es que aquí nos quedamos solamente con lo que nos conviene, nada más con lo que nos conviene.

Y luego, el argumentario que nos está regalando el PSOE desde que el PP congeló las negociaciones sobre el Poder Judicial es tremebundo. Bueno, la que le cae a Feijóo por todas partes, le llaman rehén de su entorno, insumiso, etc, etc… Con un desahogo, ese desahogo para acusar a tu oponente de todo lo que es perfectamente achacable a tu propio líder. Aquí, ¿quién es el insumiso? ¿Los golpistas catalanes a los que estáis ayudando de una manera escandalosa para eludir la Justicia? El último Puigdemont, que dice que además le viene a visitar gente del PSOE para ofrecerle buenas expectativas personales, etcétera, etcétera.

Sánchez y Feijóo contrastan hoy sus planes anticrisis sin renovar aún el CGPJ

Miren, Feijóo escapó por los pelos de una trampa, pero escapó. Una trampa en la que la chulería del propio Sánchez evitó que callara Feijóo, porque simplemente con haberle dicho por teléfono desde el avión, en una hora de conversación: ‘no, no te preocupes, lo de las edición no pasa nada, tú firma y luego ya hablamos’. Sánchez le dijo: ‘no, no, si eso lo voy a hacer, porque tú no me puedes chantajear’. ¿A lo mejor es que lo que quería de verdad es que Feijóo rompiera ese pacto? A lo mejor. Pero, miren, pactar con un Gobierno que alcanzan acuerdos antagónicos con exterroristas y con golpistas, y que además acepta chantajes de terroristas y de golpistas, no es de recibo.