Herrera: "En Cataluña abundan los rectores de universidad indeseables que piden la libertad de los condenados"

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

Ya le aviso, este miércoles llega un frente frío. Va siendo hora porque estamos a final de octubre, a un naranjazo de que empiece noviembre, que la gente iba en manga corta y pantalones cortos ayer por el centro de algunas ciudades. De algunas, no de todas, no de todas. Siempre me llama uno de León y me dice: “Oiga, aquí a las 6 de la mañana hacía ayer frío”.Vale, de acuerdo, hacía fresco, pero, en promedio, estamos en una temperatura excesivamente cálida.

Bueno, llega un frente frío, va a entrar por Galicia y empieza ocupando el oeste de la península. Fíjense que ha pasado una semana de la gota fría que arrasó parte de Tarragona, todavía se sigue buscando a tres personas,, eh. Ayer apareció el cadáver del hombre que desapareció junto a su madre al ser arrastrad, cuando estaban en su bungalow, pero es que quedan tres personas por localizar.

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Bueno, ¿por dónde empiezo? Fíjese que ayer le decíamos, “aparecerá el CIS y dirá esto”. La filtración era buena, efectivamente. Lo que ayer presumíamos que iba a decir el Centro de Investigaciones Sociológicas es lo que dijo, como hoy lo resume con esa maestría Raúl del Pozo, uno de los profesionales de la esgrima periodística más fina. El CIS: Tú eres Pedro y, efectivamente, tú eres Pedro. Tendrás 150 diputados con lo difícil que es, en las condiciones que se hicieron las preguntas trasladarlo a escaños, pero bueno, no importa. Es más un trabajo de motivación. Si hoy acude usted a todos los medios, leerá que es un trabajo mal hecho, sin rigor, más como motivación que como información. Me gusta lo que dice Ignacio Varela, que hay que distinguir entre cocina y sastrería. Y esto es un trabajo de sastrería más que de cocina.

Bueno, en fin, miren, las encuestas, que son muchas y buenas, y dan información interesante, otra cosa son las conclusiones que luego sea que cada uno, las encuestas se hicieron antes de que fueran convocadas las elecciones, lo cual quiero decir que sí pero no. Está muy lejos de la publicación de la encuesta. Lo importante que tiene esta encuesta son los datos crudos. ¿Y qué dicen los datos crudos? Pues mira, que la ciudadanía da mucha importancia al deterioro del sistema económico, a la preocupación por Cataluña sin haber visto las imágenes de lo que pasó después de la sentencia. Eso crece y también a la vez el nivel de ciudadanos que dice que no votarán nunca PSOE, al igual que obtiene menos intención de voto que en el penúltimo CIS, pero de ahí se ha deducido que va a sacar 150.

Miren, lo importante son los datos crudos, que es lo que ponen nerviosos a algunos jefes socialistas y jefes en La Moncloa. Como dice hoy Santi Gonzalez, cuesta creer que el pueblo español cuanto más conoce a Sánchez, más le vote. Pero bueno, qué le voy a decir, la mejor encuesta la del 10 de noviembre y así no nos colamos y no nos equivocamos.

Y como, efectivamente, también le advertía, la situación en Cataluña es uno de los elementos que de una forma o de otra soy incapaz de saber en qué forma. Soy capaz de saberlo. No sé si perjudican o no al Gobierno, le favorecen, perjudican a la oposición, a Vox, a Podemos, no lo sé. Pero indudablemente tienen una notable influencia en el resultado de las elecciones porque en Cataluña se está dando una situación, desde el poder, desde la Generalidad, que lo que pretende es boicotear a la propia Cataluña. Boicotear la vida civil, paralizar la vida económica, paralizar la vida social.

El mensaje de los organizadores de todo esto, que no son otros que Puigdemont, Torra y todo lo que le cuelga, el mensaje es muy claro: Vamos a investigar a los Mossos d'Esquadra, vamos a depurar responsabilidades. Y de esa manera lo que hacemos es darle a entender a los de abajo, a los que están abajo ocupando, cortando, saboteando, que estamos con ellos. Es una amenaza muy clara a los policías: No os opongáis a los revolucionarios, a que ocupen espacios, a lo que quieran porque lo que les hagáis a ellos me lo hacéis a mí. Y haciéndome a mí, que soy Torra, ni qué decir tiene que se lo hacéis a Cataluña. Ello es por supuesto una forma de amenazar al Estado que antes o después yo me imagino que habrá de reaccionar.

Lo último, ayer, las huelgas universitarias. Huelgas universitarias convocadas por sindicatos de estudiantes de estos que no han estudiado en su puñetera vida y que son, seguramente, una minoría indeseable, pero tienen la complicidad de algunos rectores, que son exactamente igual de indeseables. Rectores de universidades, de siete universidades públicas que hay en Cataluña, donde hay que decirlo, la media de seguimiento de esa huelga fue flojo, pero muy ruidoso.

Yo les decía que hay rectores indeseables, que abundan, unos porque son manifiestamente cobardes, manifiestamente cobardes, y otros manifiestamente mamarrachos que comparten los objetivos de toda esta chusma, que redactan manifiestos vergonzosos pidiendo libertad de presos políticos, que obligan a que 800 enseñantes, profesores en Cataluña de universidad, tengan que escribir un manifiesto en el que se desentienden absolutamente de lo que escriben y dicen esos rectores. El de Gerona, por ejemplo.

Ya lo de la Universidad de Gerona es de... ¿Qué valor va a tener un título de la Universidad de Gerona para toda la gente que quiere estudiar? Porque han dicho en algunas universidades los rectores: “No se preocupen que vamos a cambiar el procedimiento de calificación”, es decir, ustedes manifiéstense que los que estén por ahí manifestándose podrán hacer el examen final y no tienen que hacer exámenes parciales y tendrán siempre la consideración y el cariño de este Rectorado.

Bueno, eso es una cesión indecente por varias razones: primero, porque rompe la homogeneidad de las universidades europeas. Si resulta que las universidades en Europa se guían de una manera y tienen un procedimiento, todos, en fin, Bolonia puso orden en todo ello, y hay universidades en Cataluña que rompen ese procedimiento, a quienes perjudican son a los alumnos, el prestigio de la Universidad y, por lo tanto, del alumno que estudia en esa universidad.

Ayer intentaron entrar, por ejemplo, en la Pompeu Fabra. Unos cuantos encapuchados, embozados a este lado de la puerta. Y muchos más fuera. Pues esto es lo que hay. Algunos nos recuerda algunos momentos pasados en nuestras facultades, pero, desde luego, no estaba el rector entre los que ayudaba o aplaudía o colaboradora con los que querían impedir las clases de esa manera. Bueno, el mundo cambia, la gente evoluciona.