Herrera: “La gente no tiene puesta la cabeza en noviembre o diciembre, sino en cómo podamos estar en marzo"

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Señoras, señores, me alegro, buenos días

Bueno, pues es lunes y si y si mira el cielo seguramente lo verá oscuro, pero para eso le queda una semana. En cuanto cambiemos el próximo día 29 la hora, pues a esta hora habrá una cierta mayor claridad que perderemos por la tarde, cuando ya nos metemos en esa cosa del horario de invierno y las tardes sean más cortas, atardezca antes y todo sea más oscurito y más fresco y más… lo que viene siendo el invierno.

Este invierno que es un invierno, yo le hacía una crónica antes a las 6 de la mañana, hay una situación económica y política que se diría que la gente no tiene puesta la cabeza en noviembre o en diciembre, sino en cómo podamos estar en marzo o en abril. Y nos gustaría que algo nos hiciera spoiler ¿no?, nos adelantará qué tal vamos a salir del otoño-invierno porque efectivamente las previsiones no son muy halagüeñas. Luego, a lo mejor no es tan duro y la recesión no es tal, aunque el descenso parece ser o la contracción económica se da por descartada. Pero no adelantemos acontecimientos, quedémonos ahora en esta última semana de octubre, en la que, miren, vamos a vivir un cierto ejercicio de nostalgia y otro de exaltación con la celebración de los 40 años de la victoria de Felipe González.

Felipe González no esconde sus críticas al Gobierno: En España se ve una ausencia de liderazgo

40 AÑOS DE LA VICTORIA DE FELIPE GONZÁLEZ

Tengo tentación de preguntarle ¿dónde estaba usted? y alguno me dirá pues mire usted yo estaba en la bolsa escrotal de mi padre y en los ovarios de mi madre, porque no me habían formado todavía. Pero bueno, los más mayores sí recordarán aquellos días o aquel día en el que un señor como González, al que se daba por descontado que iba a ganar las elecciones, obtuvo 202 escaños. Cosa que nunca se ha vuelto a repetir, a lo mejor una victoria demasiado injusta para la UCD, que sufrió un tremendo castigo como si la UCD hubiera sido un partido funcional, meramente funcional. Es decir, ustedes han nacido y han crecido y se han hecho para realizar esta transición, aguantar el tirón y arreglar la cañería con el grifo abierto, que es lo que decía Adolfo Suárez, aquí lo difícil era arreglar la cañería pero no podíamos cerrar el grifo. Bueno, y una vez lo hizo la UCD, cumplió su función y desapareció.

Felipe González fue responsable de muchas derivas que hoy lamentamos en política española

Y el PSOE comenzó un largo ciclo de hegemonía en la política española, como siempre pasa con las cosa, las cosas cosas buenas y cosas malas. Lo que ocurre, lo que ocurre, es que la entronización de Felipe González, que tiene en su cuenta de deberes más que los haberes, en los debes tiene desde luego anotados una serie de pecados capitales importantes, simplemente por comparación con el socialismo de hogaño; bueno, es el estadista más importante que ha habido en Europa, si quieren ustedes. Felipe González fue responsable de muchas derivas que hoy lamentamos en política española: cesiones al nacionalismo; descojonciar el Poder Judicial; en manosear el Constitucional, solo hay que acordarse de Rumasa.

Pero, claro, a pesar de haber sido un político implacable y todo lo que ustedes quieran, tú haces balance comparando aquello que era socialdemocracia con lo que ha venido después Rodríguez Zapatero y, esencialmente, ahora Pedro Sánchez y en fin, es el sanchismo te das cuenta que ya no intenta representar al conjunto de la sociedad, la socialdemocracia, sino liderar una coalición de crepúsculo radicales cuyo único objetivo es que la derecha nunca pueda gobernar. Así que bueno, si quieren ustedes nos acordaremos un poco de Felipe y del PSOE de hoy, el PSOE de hoy no es hijo de González es hijo de Rodríguez Zapatero. Luego, están en su legítimo derecho de recordar aquella victoria electoral, pero no hay nada de entonces reconocible en el PSOE de hoy. Lo único en Felipe González y su socialdemocracia está lejano a este PSOE como utópicos son los 200 escaños que consiguió entonces.

EL SHERIFF XI JINPING

En la crónica internacional, supongo que ustedes habrán reparado un poco, si han visto en directo algo tan cruel, humillante, contundente como lo ocurrido este fin de semana en el comité del Partido Comunista chino. A un lado, Xi Jinping, el actual secretario general, presidente, todo. A su lado Hu Jintao, su predecesor; de repente se acercan al segundo dos conserjes, le hablan al oído, se queda perplejo y no reacciona; le insisten, sigue paralizado y ya le cogen de los brazos, le levantan delante de todo el Comité con Xi Jinping inmutable, sin mirarle, disfrutando del gesto de poder sin hacer una mueca. Hu Jintap parece aceptar su ejecución política pública, empieza a marcharse antes de salir de la Salaa le hace un comentario, toca levemente el hombro de Xi Jinping, la verdad es que no sé si le pedía piedad o le hacía un reproche. Y la respuesta de Xi Jinping es un gesto afirmativo de la cabeza: “Tte lo mereces y quiero que todo el mundo lo vea”.

Xi Jinping es una especie de nuevo emperador de ese gigante asiático que es una dictadura comunista en lo político, una máquina económica que se aprovecha del capitalismo para seguir creciendo. Y llama la atención que este hombre, ya directamente, si ha saltado el consenso de que en el Comité Permanente haya cabida las principales corrientes políticas ideológicas, no es que se haya saltado la obligación de retirarse al cumplirse los años de mandato; ya no es que haya introducido en la Constitución lo que se conoce como el pensamiento Xi; es que no da ni media bola la oposición, que en realidad la oposición, se me va la boca; la política china se divideen las altas esferas entre los tecnócratas y los que seguidores y Xi a los que no une una ideología política concreta sino la cercanía al líder. Y, fíjense, en el Comité permanente los siete miembros son de Xi Jinping, por supuesto; s que no han dejado ni un puesto a los demás. Y en el Politburó, los 35 miembros -por cierto señores, ni una mujer, oiga, con lo feminista que se supone que es la izquierda -pues en el summum de la izquierda que es el comunismo con tintes capitalistas ni una mujer ni trans ni no trans, ni menos trans. Ni Stalin, ni Mao, ni Kim Jong-un hacían menos pulgas en sus Politburó. Stalin mató a todos los que pudo, Mao ya ni le cuento, Kim Jong-un a su tío: O sea lo de apiolar al compañero es una tradición tan comunista como como arruinar y reprimir a la sociedad.

Pero, hombre, estos lo hacían de noche, discretamente sin que nadie lo viera. Luego, todo el mundo lo sabía, pero bueno. Y Xi Jinping ha querido que sea un espectáculo televisado al mundo con el que dice, la verdad, muchas cosas. Hay un nuevo sheriff en el mundo y el cheriff soy yo, así que agarraos los machos que vienen curvas. Europa ha alimentado ese monstruo, también alimentó a Rusia con el gas. Pero Europa ha hecho que sea el receptor masivo de sus exportaciones de todo, han trasladado allí factorías; producción industrial; han dejado que comían en la tostada en África o en Iberoamérica… y ahora la pregunta si llegamos tarde o no llegamos tarde, si se puede hacer algo ante ese gigante o no.