Herrera: "Los que protestan por el hospital de pandemias no cuentan los muertos que Sánchez esconde"

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

Hoy vamos a conocer el manual de instrucciones de la Navidad 2020. O algo o parte de ello. Hubo un borrador de mucha recomendación, de pocas prohibiciones, pero hoy Sanidad tratará de poner de acuerdo a las comunidades autónomas. ¿Cuál es el acuerdo mínimo? Ver si podemos cenar 10 en vez de seis; y segundo, ver si podemos salir de las autonomías de cada uno para ir a la de origen o donde tenemos la familia o el chaval que está estudiando en Zaragoza y vive en Granada o el que estudia en Madrid o trabaja en Madrid y es de Baleares, en una palabra, es decir, habrá que buscar la pauta o la fórmula para todo ello hacerlo.

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Pero al final se impone, oiga, más allá de lo que pueda decirnos Sanidad y las delegaciones de Gobierno o lo que queramos, es el sentido común de cada uno. El sentido común que nos dice que no es una Navidad normal y que no pasa nada, seguro que los más jóvenes de casa tienen una tablet y pueden provocar una cosa de estas de videocomunicación y decirnos hola.

Pero, oiga, que han muerto en las últimas horas 442 personas en un día. Y los contagios bajan y la incidencia baja y las altas suben, pero la mortalidad sigue siendo persistente. Y también las pruebas que dan positivo bajan. Todos los números esos los hubiéramos soñado hace un mes cuando todo esto empezó, pero la mortalidad sigue ahí.

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LA LLEGADA DE LAS VACUNAS

Afortunadamente, en enero llegarán las vacunas. De hecho, la Agencia Europea del Medicamento, que podía haber venido a Barcelona, por cierto, pero se quedó en Holanda por aquellas cosas del procés, ha dicho que podría tener listo el plácet el día 29 para la de Pfizer y el 12 de enero para la vacuna de Moderna. Es decir, que los Gobiernos de la Unión Europea, que se ha movilizado para la compra de dosis, 52 millones de vacunas, ha autorizado la compra al Gobierno de España por valor de 580 millones de “leuros”, estarán más o menos dispuestas y en enero empezará a haber jeringazos. Seguramente se complementarán esas con nuevas vacunas que irán llegando, pero, oigan, no hay más remedio que, a pesar de todo, extremar cualquier tipo de garantía y de seguridad. En el caso de que no sea así nos la volvemos a jugar con la temida tercera ola que, y esto dirá usted, es que empieza todos los días igual, es que es muy importante.

Hoy es evidente que también hay otras cosas sobre las que hablar y sobre las que contar. Ayer la inauguración del hospital de pandemias de Madrid fue realmente un culto al surrealismo. Esa izquierda que se mete en vena la Sanidad pública, que reclama hospitales a todas horas, no quiso asistir a la inauguración. Mandaron a unos cuantos sindicalistas liberados, estos que no dan golpe en su puñetera vida. El mundo de los liberados sindicales lo he conocido normalmente en las empresas públicas de televisión o de radio en las que he trabajado, y hay tíos que se dedican a confeccionar hojas de propaganda. No han dado un golpe en su vida. Bueno, pues de estos tres cuartas de lo mismo.

El estudio que cuestiona tajantemente la eficacia de la cuarentena contra el Coronavirus

EL NUEVO HOSPITAL DE PANDEMIAS DE MADRID

Mire, hace 20 años el PSOE de Madrid asustaba a los madrileños diciendo que iban a tener que llevar la tarjeta de crédito en la boca para pagarse la operación. Sí, sí, porque todo lo iban a privatizar y usted tendrá que pagarse la operación de cadera. Bueno, lo que pasó desde entonces, desde que dijera eso el PSOE es que se han abierto 12 nuevos hospitales públicos. 12. Y ahora esa misma izquierda protesta por la apertura de un hospital público especializado en pandemias que, además, va a atender a toda España.

Hombre, a la gente de Madrid seguramente le gustaría curarse en la Ruber como Carmen Calvo o tener la atención médica personalizada de Irene Montero cuando dio positivo dos veces o moverse con chófer estando en cuarentena como Sánchez o Iglesias, pero como eso no lo van a tener, seguramente les tranquiliza tener un hospital especializado en el coronavirus ahora y para lo que pueda venir en el futuro.

Estos que montan pollos por la apertura de un hospital son los mismos que no consideran necesario contar los muertos reales de la pandemia, los que esconde Sánchez. Estos se ponen a contar si falta una enfermera o dos enfermeras, si faltan cuatro o cinco rastreadores, si no hay estintores suficientes. Estos son los mismos que quemaron las calles por el perro Escalibur del Ébola, que denunciaron a Rajoy en Europa por un par de casos de Ébola y ahora llevan meses callados, tragando ante los innumerables escándalos, errores, negligencias del Gobierno. Eso exactamente. Y de la estafa del comité de expertos tampoco ni de expandir el virus permitiendo el 8-M ni siquiera de la vergüenza de tener 35 mil muertos más de los que el Gobierno reconoce olvidados y en la tumba.

Ayuso, como Esperanza Aguirre: las protestas en la inauguración del Hospital Isabel Zendal no son nuevas

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso durante su visita al interior de las instalaciones del nuevo Hospital Isabel Zendal. EFE/Chema Moya