Herrera, sobre el Gobierno: "Volver al marxismo de la Segunda República no es buena idea"

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

¿Cómo llevan la cuesta de enero? ¿Cómo llevan las rebajas? ¿Cómo llevan sus cosas? ¿Cómo llevan el nuevo Gobierno? Bueno, nuevo Gobierno todavía no hay porque no sabemos el Gobierno. Tanta prisa, tanta prisa por la investidura y ahora el Gobierno puede esperar. ¿Cómo llevan todo eso? ¿Cómo llevan el 8 de enero del 2020? ¿Fueron ayer de rebajas? ¿Se lo pasaron bien? ¿Tienen gripe?  Hablando de gripe, oiga, la sensación esa de tener un oído absolutamente obturado por mucosidad, que es una cosa muy agradable, hace que solamente oiga con la parte izquierda, bueno, ayer, afortunadamente mi querido Pablo Muñoz Cariñanos, uno de los grandes, hijo de uno de los grandes, Antonio Muñoz Cariñanos, gran amigo y gran otorrino, cogió una aguja, pinchó el tímpano y entonces todos se liberó, pero esa sensación de ocupación qué desagradable es. Bueno, menos mal que  hay buenos médicos en España

Bueno, pues oiga, y a oír por los dos lados. ¿Y por qué le digo que hay que oír por los dos lados?  Porque si confiamos solo en aquellos que creen venir el Apocalipsis con la formación de este Gobierno, estaremos cometiendo un gran error: primero, porque todos los días no puede venir el Apocalipsis; el Apocalipsis viene una vez y después del Apocalipsis ya no hay nada. Ningún Gobierno es un Gobierno felón 24 horas al día. El poder modera mucho. Dirá usted: !Qué optimista se ha  levantado usted hoy!  ¿Herrera, y esto? 

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Pues miren, vamos a darle a los gobiernos el tiempo que haya que darle con toda la prevención que haya que tener para un gobierno formado por todo el estercolero político en el que Sánchez se ha querido apoyar para presidir un gobierno. A la sexta, vale, de acuerdo, a la sexta; con un apoyo, el menor de la democracia, bien, el menor de la democracia; 167 - 165; con una  coalición indigna, bien, indigna;  amoral, bien, amoral; pero bueno, oiga, legítimo.

El Gobierno que va a montar Sánchez, que no lo conocemos porque la prisa la tenía solamente para hacer que los ujieres, los periodistas, los diputados y todo el mundo estuviera trabajando en la fiesta de Reyes, pero ahora no la tiene para formar el gobierno. Son las cosas de este individuo. No le llames individuo. Vamos a ver, otra vez,  individuo somos todos. Usted es un individuo, yo soy un individuo, mejor, peor, etcétera. Bueno, pues este señor que ha tragado todo lo que tenía que tragar y ha demostrado, desde luego, un estómago de hierro para que al final lo que importarafuera  el sí que le daban para ser presidente del Gobierno.

Un presidente que ha hecho una cosa y la contraria para sentarse en el poder. Pero, miren, mentir en España no es Alemania. En Alemania un tío que copió unas frases en su tesis doctoral dejó de ser ministro de Defensa. Aquí este ni hizo si quiera la tesis, pero da igual, ahí sigue. Ha dicho una cosa y la contraria y, además, ayer ayer tenía el desahogo de decir en el Parlamento: "Oiga, ustedes se han opuesto insistentemente a la coalición Podemos-Partido Socialista". Y la gente tuvo que empezar a reírse.

¿Cómo que ustedes? Si eso lo dijiste tú. Eras tú, pero bueno, nadie te pasa recibo por las consecuencias. Tú puedes estafar a tus votantes, hacer una campaña electoral proponiendo unas cosas y luego, literalmente a los dos días, cambiar las preferencias. Nadie te va a decir nada, da igual.

Ahora hay que preguntarse la incertidumbre, lo desconocido. Lo único que conocemos son los nombres que van a formar o van a encabezar los ministerios que controla Podemos, que tienen como su pequeño gobierno, un vicepresidente que va a controlar a sus cuatro ministros. Ministerios a los que han procurado desproveerles de algunas importantes competencias. Y luego el otro, en el que el PSOE y Pedro Sánchez, veremos si ahora abandona toda la retórica que le ha traído hasta aquí  y nombra a gente sensata. Gente sensata tiene en este Gobierno. Es de desear que sigan ahí porque es la garantía de que, efectivamente, esto no va a ser el tócame Roque.

A partir de ahora todo es inédito porque, como les digo, pueden ejercer de lo que son y cómo son o puede que el ejercicio del poder les modere. Fíjense ustedes en Grecia: "Alexis, Alexis aguanta que iremos a ayudarte". Bueno, Alexis parece hoy de Alianza Popular, no del Partido Popular, es decir, la moderación de la realidad, la realidad te modera  por más que tú inflesel verbo y te adornes con algunas decisiones que esperemos tengan poca incidencia más allá de la mera retórica en la política de cada día. Yo iremos viendo.

Hombre, volver al marxismo de la Segunda República no es precisamente una buena idea, pero apelar a esa modernidad que tanto dicen utilizar y tanto manejan en sus expresiones, otra cosa es cuál es o cómo será la gobernabilidad cuando te empiecen a exigir los otros, no los que tienes en el gobierno, los otros que te han apoyado, cositas claras que además tú has adelantado en la investidura: la desjudicialización del proceso, todo eso. ¿No vas a mover ni un dedo para que fiscales y abogados del Estado vigilen claramente a aquellos que no quieren cumplir la ley? ¿Quiere decir eso? ¿Quiere decir impunidad ante los incumplimientos? Ítem más, ¿qué le espera al Rey, por ejemplo, en la inauguración de esta legislatura que va a ser dentro de unos días? 

Desde luego es una tentación, una tremenda tentación para muchos teatreros para poder hacerse un numerito con el Rey, lo cual es grave, pero lo es mucho más si el presidente del Gobierno y el grupo mayoritario que sostiene el Gobierno claramente no se pone en contra de los demás y a favor del jefe del Estado. Pero eso ya lo veremos. 

Luego nos preguntaremos si esto tiene proyecto para España, no tienen proyecto para España, si esto realmente se queda en la euforia de ayer y en las lágrimas de ayer y en ese primer gobierno de coalición entre unos y otros cuyos límites no los conocemos porque en la negociación ha entregado todo, eh. Veremos si es así en el futuro del Gobierno con todas las prisas, con todas las lágrimas, los llantos de Pablo Iglesias, los llantos de Adriana Lastra, referirse al Gran Timonel Sánchez, las lágrimas de la ultraizquierda, etcétera, etcétera.  La verdad es que empiezan a ser constantes en la política española.

Es fantástico, oiga, llorar. Miren, cada uno es libre de expresar sus emociones como quiera, pero las lágrimas no son certificado ni de sensibilidad ni de inocencia porque estos lloran, pero han azuzado a toda la jauría de Internet contra una persona a la que privan de su anonimato y la ponen en la picota pública porque intentó subir un alquiler. Lloran, pero han montado escraches, acosos a todos aquellos que no piensan como ellos; lloran pero han purgado a sus colegas, han maltratado a sus trabajadores sin que  les hubiera saltado un puchero, así que, bueno, lágrimas las justas.

Hay muchas dudas, mucho interés por conocer cómo se cohesiona un gobierno así. Hay algunos que dicen con el discurso del odio. Se cohesiona así. Una coalición como la que ha llevado a Sánchez a la Presidencia del Gobierno, sí,  pero con eso no se gobierna, hará falta algo más. Bueno, ardemos en impaciencia por conocerlo.