Herrera: "Tardà, tú que le llamas a Rivera fascista, eres un gol-pis-ta"

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

Espero que estén bien al recibo de la presente. Nosotros bien, a Dios gracias, en esta mañana interesantísima de miércoles 21 de noviembre del 2018. Esta mañana en la que estamos en la compañía farmacéutica GSK, una compañía referente en la investigación en el campo de enfermedades respiratorias, hoy que es el día mundial de la EPOC, que es COPE al revés, como saben ustedes.

La EPOC, que es la enfermedad, esa enfermedad pulmonar, obstructiva, crónica, es una enfermedad que, además, en el nombre lo dice todo. Se entiende perfectamente lo que es cuando usted desarrolla esas siglas, esas palabras, esa dificultad para respirar combinada con tos, con algún esputo, herrumbroso incluso, se estudiaba en la época, los esputos herrumbrosos, el silbido y, luego, quién sabe si un poquito de hinchazón en los pies. Bueno, eso, ¿más o menos que le pasa a mucha gente que qué?. A mucha gente que ha fumado, por ejemplo. El cigarrito, el dichoso cigarrito, que a lo mejor no pasa factura en el momento de ser fumado, pero que tiene memoria y que al cabo de los años le va a dificultar a usted la vida. Le va a hacer la vida es mucho más difícil a través, precisamente, de esta enfermedad que dificulta la respiración, dificulta el intercambio de tráquea, bronquio, bronquiolo, alveolo como consecuencia de enfisemas o de bronquitis crónicas. Uno acaba, efectivamente, con este conjunto de síntomas que es la EPOC.

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¿Y eso cómo se...? Cuando tenga usted esos síntomas se hace una espirometría y le dirá el doctor: “Pues, oiga, me parece que hace falta un toque”. Y el toque que le hace falta entonces para llevar una vida agradable y que, además, la enfermedad... Primero apartarse de todos aquellos lugares donde haya algún tipo de gas o algún tipo de humo que le dificulte la vida porque, efectivamente, la EPOC puede después complicarse con infecciones respiratorias, incluso con cardiopatías, pero ahí está GSK.

Entonces, GSK ha desarrollado una especie de instrumento que se llama “ellipta”, que es un dispensador. Dentro se le pone lo que haya que ponerle, lo que corresponda, lo que le diga el médico. Y es realmente fantástico. Desde luego, el último grito en esta lucha contra la EPOC. Normalmente utilizamos corticoides o corticosteroides o cortisona, se dice de muchas maneras, que lo produce la glándula suprarrenal. Una glándula que hay encima de los riñones, pero cuando hace falta más se puede crear de forma sintética y dispensar. Y la vida es mucho más agradable cuando se puede luchar contra eso. Pero vamos, contra la mejor manera de luchar contra la EPOC, además del tratamiento sintomático, es esa prevención de no complicarse la vida. Cuanto menos cigarritos y menos ambientes lleno de gases... Lo digo porque es que hay alguno aquí que acaba de salir a fumar ahora en el intermedio, parece mentira que no tengáis cabeza.

Bueno, pues damas y caballeros, hubo un funcionario una vez fantástico llamado Murphy que creó lo que se llamaban las leyes de Murphy. Murphy, todas las leyes de Murphy se podrían resumir prácticamente en una: Si algo puede ir mal, irá mal. Pero es que, además, decía más cosas. Usted se coloca en dos colas, bueno, pues la otra siempre es más rápida. Siempre. En el supermercado o donde quieran. Cuando necesites abrir una puerta con la mano que tienes libre, las llaves estarán en el bolsillo del lado contrario. Siempre. Si algo puede... El que ronca es el que se duerme primero. La tostada siempre cae por el lado de la sobrasada, claro. Los aparcamientos aparecen cuando ya no los necesitas. Y si falta una página en un libro, adivina dónde está la información que necesitas. En esa página.

Bueno, pues la ley de Murphy y el EPOC son los dos grandes paradigmas de la política española ahora mismo en la que está todo, literalmente, patas arriba. Todo patas arriba. Ayer el señor Marchena, ayer este programa pudo saber, tuvo acceso al documento por el que el señor Marchena, juez, presidente de la Sala Segunda del Supremo designado previamente, previamente a la votación de los consejeros del Poder Judicial como futuro presidente del Supremo y del Consejo, renunciaba en un hecho, pues prácticamente sin precedentes, a ese nombramiento. Oiga, para un juez llegar a la cúpula del Supremo es muy bueno. Es lo más a lo que puede aspirar. Lo más. Como para un militar ser el jemad. Exactamente lo mismo. Toda una vida de trabajo, de estudio para conseguirlo y renuncia.

¿Por qué renuncia? Porque, miren, porque la justicia española también está patas arriba, como está lo demás. Está todo, eh. La política. Todo está patas arriba. Primero, los últimos ministros de Justicia han estado reprobado por las Cámaras. El sainete de las hipotecas del Supremo ha sido soberbio. La tensión acumulada en el proceso de instrucción del juicio a los golpistas catalanes, con la falta de respaldo del Gobierno al juez Llarena, para qué les cuento. Y, ahora, este asunto de la dimisión de señor Marchena que... Motivado, pues como saben ustedes por varias cosas.

Porque era difícil seguir tras los WhatsApp del señor Cosidó. ¿Quién es el Señor Cosidó? Portavoz del PP en el Senado. ¿Qué WhatsApp son esos? Un Whatsapp interno que el señor Cosidó le pasa a los demás compañeros del grupo. ¿Por qué? Porque había incomodidad en ese grupo, como en tantos otros, como en tantas partes del PP, por el acuerdo al que se había llegado de renovación del Poder Judicial, que creían y creen muchos del PP que ha sido una negociación no ventajosa para ellos teniendo mayoría en el Senado. Y el señor Cosidó lo que les decía en ese WhatsApp es: “Tranquilos, es buena, es buen acuerdo porque, aunque lo parezca que tiene mayoría no tienen mayoría”. Y, además, añadía, el señor Marchena, que es un jurista muy bueno, va a ser presidente del Supremo y, por otra parte, controlará por detrás la Sala Segunda donde se va a juzgar a los golpistas, donde, por cierto, se juzga a los políticos aforados.

Bueno, claro, esa frase... Se hace público ese WhatsApp que no se sabe quién lo filtra. Un WhatsApp interno. ¿Qué creen ustedes, que entre los miembros del Partido Socialista no se han pasado WhatsApp parecidos? ¿O comunicaciones parecidas? Pues exactamente igual. Pero bueno, a este le han pillado. O se ha filtrado. O lo que ustedes quieran.

Ponía en una situación muy difícil a Marchena y Marchena, en un gesto, desde luego, que le honra, se aparta. Es gesto que demuestra, además, que Marchena era la persona idónea para estar al frente del Poder Judicial.

Bueno, ¿y ahora qué pasa? Pues ahora veremos si el Poder Judicial se renueva de nuevo con el sistema antiguo, antes de que llegasen los socialistas a cambiarlo en el 85, Felipe González, y dijo: “El gobierno de los jueces, eso de que lo elijan en tres cuartas partes los jueces y la soberanía popular en una cuarta parte, ni hablar. Lo va a decir todo la mayoría del Partido Socialista, que era absoluta en aquel momento. Hasta el 93 fue absoluta.

Bueno, pues ahora lo van a volver a elegir los... Vaya usted a saber. Esto se queda ahora mismo parado, pero con todo, ese no es el mayor problema porque... Bueno, queda un gobierno en funciones y puede seguir adelante. No, no, el problema está ahora en la Sala Segunda del Supremo que tiene que juzgar a los golpistas.

Por cierto, Joan Tardà, golpistas. Tú qué dices que cada vez que Rivera os diga que sois golpistas, tú le vas a llamar fascista. Si da igual, si le llamáis fascista a todo el mundo. Y a Rivera se lo venís llamando desde que nació, prácticamente. Tardà, golpista. Gol-pis-ta.

Bueno, pues el problema está en que en ese tribunal ahora mismo las cosas van a ser más difíciles porque a Marchena, los abogados de la parte contratante, indudablemente van a recusarlo por parcialidad. Pues, porque el señor Cosidó ha dicho que era una forma de tener controlado... Vamos, es lo que yo haría si fuera el abogado de los golpistas. Tardà, golpistas.. Gol-pis-tas. Ya sé que todos somos fascistas para ti, pero tú golpista. Y a partir de ahí, pues ya me dirán. Si quieres ya, les sigo el relato de cómo está todo lo demás, pero me parece que no hace falta que se lo diga. Tiempos complicados. Y, encima, al mando del Gobierno tenemos a uno que se va a Valladolid en airbus, pues ya me explicarán ustedes qué negocio hacemos.