Herrera: "Todos los días papaíto Sánchez tiene que anunciar algo, aunque sea una sublime chorrada"

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

¿Qué tal están? Espero que bien. Nosotros muy bien. Muy bien acompañados. En gran compañía hoy porque nos encontramos en uno de nuestros lugares favoritos. Es la bodega Emilio Moro. Las bodegas Emilio Moro, aquí en la provincia de Valladolid, a la vera de Peñafiel, en Pesquera de Duero, en una casa que ya nos recibo el año pasado y espero que nos reciba el próximo, acompañado de los mejores vinos de España que vienen preparando tres generaciones de la familia Moro. Empezó el abuelo, siguieron los padres, ahora los hijos y seguirán los nietos porque ya están dentro de la empresa. Luego hablamos, si quieren ustedes, de tradición, de innovación, de responsabilidad social y de otras muchas cosas.

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Miren, hoy 14 de noviembre hace 135 años que murió un hombre providencial para el mundo: Lucien Olivier, del que ya les he hablado a las 6 de la mañana. ¿Quién fue Lucien Olivier? El hombre que inventó la ensaladilla rusa. Cocinero de un restaurante de Moscú llamado Hermitage, hasta que murió en 1883 no se hizo pública la fórmula de la ensaladilla, que entonces se llamaba ensaladilla Olivier, pero como él era ruso, aunque de padres belgas, y aunque se crió en Rusia, y porque se crió en Rusia, lógicamente se llama ensaladilla rusa. Y ahora podemos debatir, si quieren ustedes, 135 años después, los grandes momentos que hemos pasado gracias a la ensaladilla rusa. ¿Esto, dirán ustedes, entra dentro de la información del día? Mire, perdone, esta efeméride para un miembro de "Oder" como soy yo, del Observatorio de la ensaladilla rusa, es más que aconsejable. 135 años, parece que fue ayer, ¿verdad? Pobre hombre. Gracias Lucien. Gracias a tu memoria.

Bueno, luego hay temas menores. El del Brexit, por ejemplo, un acuerdo al que han llegado Londres y Bruselas, que tampoco es un acuerdo muy espectacular. El acuerdo, para llegar a un acuerdo dentro de 2 años, es decir, para que durante este tiempo, 2 años más, el Reino Unido forme parte de la Unión Aduanera con la Unión Europea.

¿Cuál es el problema de que Londres se vaya? Bueno, hay muchos porque uno no se va de la Unión Europea tan fácilmente. Hay que firmar muchos protocolos y hay que hacer muy bien las cuentas, el dinero que se debe, en ese caso que tiene que reintegrar el Reino Unido. Pero hay más problemas. Hay un problema que a nosotros nos puede parecer menor pero que, desde luego, para los británicos, y no digamos los irlandeses, no lo es, que es la frontera que separa la República de Irlanda de Irlanda del Norte. El Úlster es territorio británico y la República de Irlanda es la República de Irlanda.

Allí durante muchos años, mire, se llegó a los Acuerdos del Viernes Santo, que ustedes habrán oído hablar de esos acuerdos. Esos acuerdos supusieron la paz en aquella región que, obvio recordarles cómo se las gastaba. Y, por tanto, se estableció una frontera invisible entre las dos Irlandas. Ahora, al salir, los profesionales del Brexit, los duros del Brexit que están, incluso, en el Gobierno de Theresa May, quieren una frontera, frontera. Es decir, el Reino Unido estaría separado por una frontera dura del resto de Europa porque la República de Irlanda sí que se queda en Europa, claro vamos, fíjate.

Eso no lo quieren los irlandeses. Y ahí hay un pequeño contencioso. Bueno, con este acuerdo digamos que se han dado dos años de tiempo. Y ahora el problema lo tiene la señora May que tiene una serie de bordes en su Gobierno, euroescépticos, desagradables y para qué les cuento. A ver cómo les convence. Y no digamos lo que tiene en el Parlamento. En el Parlamento tiene cada joya que va a ser difícil sortear, pero no va a tener más remedio que hacerlo si quiere que esto sea... Si quiere que no caiga en mayor inestabilidad Reino Unido de la que ya está viviendo. Es decir, si no les convence dimite, elecciones nuevas... Bueno, menudo lío, ¿verdad?

Bueno, pues más lío tenemos aquí. Porque, miren, no hay día que no pase en el que el presidente del Gobierno no tenga una ocurrencia. Una ocurrencia. Él tiene que estar todos los días en nuestra vida. Es como “papaíto Sánchez”. ¿Qué ha dicho hoy “papíto Sánchez”? ¿Hoy qué nos ha ofrecido? ¿Qué paraíso nos ha abierto? ¿Qué bendición nos ha dado? ¿Qué nos ha advertido que va a hacer por el bien del pueblo? Pues todos los días tiene que hacer un anuncio, aunque el anuncio sea una improvisación o una sublime chorrada en algunas ocasiones.

Pues hoy, en ese deseo de ocupar titulares al precio que sea, ha deslizado, nada menos, la pretensión de que en el año 2040 él quiere prohibir la venta de coches de gasolina, diésel e híbridos también. En el 2040. Y usted dirá, bueno, en el 2040, vete a saber dónde está Sánchez. Vete a saber dónde estoy yo. Vete a saber con qué nos movemos posiblemente.

Miren, decisiones estratégicas de esas, nada menos que cambiar todo el parque móvil de España prohibiendo coches de gasolina o de diésel, no se toma de hoy para mañana. Eso, efectivamente, ocupa muchos años. Muchos años con un plan muy establecido. Un plan pautado de alternativas eléctricas, hablen ustedes de suministro, hablen ustedes de infraestructura, oferta, hablen ustedes de ayuda a la industria automovilística para cambiar todos sus procesos , etcétera, etcétera, que no se resuelve en un titular.

Esa ocurrencia a la industria del automóvil en la que trabajan más de 100000 personas y en la industria auxiliar ya ni les cuento, es decir, el que prepara las tapicerías para los asientos y el que se encarga de las reparaciones o el que forra los volantes, ya ni les cuento. Para la industria del automóvil esto es inestabilidad. La industria del automóvil representa el 10% del PIB de nuestra economía. No estamos hablando de ninguna broma. Sólo el 0,05% del parque automovilístico es eléctrico. Y las eléctricas dicen que habría que pasar de 2500 a 50000 puntos de recarga en 20 años.

Y luego, además, en fin, qué decirles. Miren, el Reino Unido o Alemania destinan, invierten 1500 millones, llevan invertidos ya, en la electrificación de los coches. En España llevamos, no llega a 50. Claro, ahora sale el presidente del Gobierno, como si fuera a estar él en el 2040, bueno, este es capaz de eso y más, eh, y dice que lo tiene ya previsto.

¿Y si antes de prohibir se genera una transición ecológica viable? ¿Y si estas cosas se dicen de otra manera? ¿No resulta mejor? Luego, es que cada día tiene su afán.

Hay otra ocurrencia muy entretenida. Al Gobierno de Valencia, al Gobierno de Ximo Puig y Compromís, se pusieron a regular la actividad de las cremaciones y dijeron: A los gordos no se les puede cremar. Oye, bueno, ¿el gordo qué te ha hecho para que no se le pueda cremar? No, no, es que eso puede ser tóxico para la sociedad. Ya, pero bueno, ¿gordo a partir de cuánto? Porque yo estoy un poquito entradito ahora que no me cabe la camisa que llevo. El gordo, gordo, gordo, gordo, de muy gordo que no quepa en la caja, que haya que meterlo prácticamente empujando entre 4 tíos o un gordito, gordito. Al final, claro, ha tenido que rectificar y va a permitir incinerar los cadáveres de personas con obesidad mórbida fundamentalmente. Dice, es que la combustión genera muchas emisiones tóxicas. Tú sí que generas emisiones tóxicas. Vosotros esa ocurrencia del Gobierno de la Comunidad Valenciana sí que genera emisiones tóxicas. Bien lo saben los valencianos.

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