'Herrera en COPE'

"Para que Torra fuera el Le Pen español, que es como le llamaba Sánchez, qué contento se le veía ayer con él"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Señoras, señores, me alegro, buenos días:

De cabeza ya en el martes 10 de julio del 2018 y este programa acompañándoles todos los días. Contándole cosas. Cosas que pasan. Cosas interesantes. Cosas algunas apasionantes, otras decepcionantes, algunas llenas de expectación, otras de diversión y alguna también con aburrimiento, que de todo hay en la viña del Señor. Lo que hoy hay son cielos despejados, quizá algunas nubes de primera hora, esas que estorban un tanto, el amanecer del día. Pero por lo demás, el día va a ser estable. Temperaturas altas. En varios lugares se van a superar los 36 grados. En los clásicos, ¿no? En los valles de los ríos, en el sur de Gran Canaria y.... Es lo que nos espera para hoy.

Además de un interesante debate acerca de encuentros políticos como el de ayer. ¿Y en qué consiste el debate? El debate consiste en que no todo el mundo está de acuerdo en que lo de ayer fuera o bien un ejercicio de cosmética política o bien un ejercicio de voluntarismo o bien un tratado de deshelar algunas relaciones o bien filibusterismo. Sin más.

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Ayer se reunían en Moncloa Torra y Sánchez. Torra se presentó con estas cosas un poquito pueblerinas. Con un regalito del pueblo. Un licor de ratafía, unas hierbas, que eso que yo no lo he probado, pero bueno... Me imagino que al que le guste, pues le gustará mucho. A Torra parece que le gusta mucho. Y con un libro de fotografías del Valle de Arán. Y el otro le dio una vuelta por los jardines de La Moncloa. Mira qué bonito me ha quedado esto, aquí ponía Felipe los bonsáis, está es mi perra...

Y luego entraron en materia. ¿Y en qué materia pueden entrar estos dos? Hombre, desde luego si el lenguaje de uno es “yo solamente contemplo la independencia, la autodeterminación y quiero un referéndum y quiero que liberen a los presos”, pues el otro le dice: “Pues yo tengo un tractor amarillo”. Ninguna de esas cosas las puede hacer aunque quisiera, que vamos a dar por hecho que no quiere. Pero es que aunque quisiera. Con lo cual, dice: "Bueno, pues sí". Pues ganar tiempo, ganaron tiempo. Pero desde luego... Miren, a Torra esto no le sale tan barato porque Torra yendo a la Moncloa ha hecho... Pues como hacen los demás presidentes autonómicos, pues una vez van a ver al presidente del Gobierno a solventar las cuitas que haya entre la administración central del Estado y su administración autonómica.

Y se abrió... Se abrió una comisión de bilateralidad. Bueno, bien, vale. Si ese es el gran logro de la reunión de ayer, pues ya me explicaran. Claro, tanto es así que Torra ha vuelto a Cataluña. Y a pesar del verbo inflamado, a pesar de decir las cosas de siempre, la rueda de prensa posterior y tal y que cual... Los de, los muy cafeteros, los de la CUP, que son los vigilantes del proceso, le han dicho: “Oiga, va a tener usted que dimitir porque se está comportando como un presidente autonómico”. Claro, que es lo que es.

Y por el otro lado, pues Pedro Sánchez tuvo que tragarse que este viniera con un lazo amarillo en la solapa, que es una forma de insultar a Pedro Sánchez y a todos los demás españoles y decir que España es poco menos que una basura democrática y que aquí hay presos políticos y que la policia reprime a ancianitas que van a votar cándidamente con tres o cuatro papeletas cada una. Pero bueno, cándidamente en un 1 de octubre.

Es decir, va uno que quiere acabar con el Estado, te lo dice y tú te pones estupendo diciendo qué bien ha ido todo, como decía ayer Carmen Calvo, la vicepresidenta del Gobierno. “Qué bien ha ido todo. Que viene el deshielo. A los otros les hacen, por cierto, deslealtad. A los otros les hacen dos referéndums y nosotros, en cambio, en dos meses ya nos hemos reunido con él”. ¿Y? ¿Y qué? Sí. No, no. Y luego están los voluntaristas. “No, no, no. Esto es un importante paso hacia el deshielo”. ¿Pero qué deshielo?

Hombre, si el deshielo es ganar tiempo, pues sí. Si el deshielo es que tú como presidente del Gobierno de España tengas que reconocer que lo que pasa en Cataluña es un problema político que necesita soluciones políticas, pues sí. Pero miren, los problemas políticos se solucionan con unas soluciones. Y las hay. Y la solución es la ley. Todo lo que quepa en la ley. Nada de lo que no quepa en la ley.

Hombre, para ser el Le Pen español, que es como le llamaba Sánchez hace 4 días, ¡qué contento se le veía! Pero es que Sánchez cada cosa que haga, habrá que recordar que la hace porque tiene 84 diputados. Porque a este le han elegido, entre otros, estos carcamales que le han dado su voto. Y, claro, los equilibrios son los equilibrios.

Torra gana tiempo hasta que pueda hacer la Diada. Llenar, bueno, pues estas cosas norcoreanas que organiza esta gente. Y luego las elecciones municipales, a ver si suena la flauta y gana Barcelona. Y el otro gana tiempo porque... Bueno, como tiene la fragilidad que tiene, todo lo que no sea empujarle, pues ya le va bien. Esta es la historia de... Pero si quieren ustedes ahora nos dedicamos a ello. Nos dedicamos a ello con más ahínco.

También nos dedicaremos a hablar con Soraya Sáenz de Santamaría como ayer hacíamos con Pablo Casado, cara a saber cómo va ese congreso y esa caza del compromisario de cara a la elección final. Porque va a haber elección final. Ya saben ustedes que Casado ha descartado incorporarse a la lista de Soraya, que ayer decía para el que le quería oír, cada día que pasa va a ser más difícil la incorporación, eh. Más difícil.

Pero bueno, porque llegan los dos. De momento llegan sin debate. No va a haber debate porque al partido no le gusta. A Soraya tampoco, la verdad. A Casado sí porque Casado va en segunda posición, y todo lo más... Hombre, puede perder algo, pero siempre tiene oportunidad de ganar.

Aquí la clave está en saber qué van a hacer los compromisarios que han sido elegidos por aquellos que votaron a Cospedal, a Margallo y compañía. Casado confía en que esos, los que no han querido a Soraya, le quieran a él. Pero a lo mejor las cifras no son tan sencillas. Es decir, donde ha ganado Soraya, ha ganado más compromisarios que donde ha ganado Casado. Y tampoco está claro que todos los demás que han votado a María Dolores y a compañía, luego le vayan a votar a él. O a lo mejor sí. No lo sabemos.

Tiene interés esta carrera final y ver si, efectivamente, no se hacen demasiado daño. Y ver si, efectivamente, quien salga refunda el Partido Popular, que es lo que tiene que hacer. Quiero decir, hay que refundar un partido. Hay que volver a hacer un partido, el del centro derecha español, de arriba abajo. Incluso hasta vender la sede de Génova si hace falta, que a mí me da que está media malita. Pero bueno, hasta venderla, irse a otra parte, escenificar definitivamente con cortafuegos que quien está, el nuevo que está, está por una regeneración, sea Soraya, sea Pablo Casado.

Luego le preguntaremos a Soraya qué idea de partido tienes en su cabeza. Ella, que no ha sido, la verdad, que ha estado más ocupada del Gobierno que del partido, qué idea del nuevo partido tiene Soraya. Importante, Soraya sería la primera mujer candidata a un Gobierno, a presidir un Gobierno en España, y si ganara la primera presidenta, claro, por supuesto.