'Herrera en COPE'

Herrera: "¿Una jauría, Màxim? La prensa ha publicado lo que consideraba relevante"

Escucha ya el monólogo de Herrera de este jueves 

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Señoras, señores, me alegro, buenos días:

Ya es jueves, eh. Ya es jueves. Madre mía. Madre mía. Es jueves 14 de junio. Medio mes para la mitad del año prácticamente del 2018. Es que esto se va en un suspiro. El sol ha llegado para quedarse. Hay tiempo estable salvo en el extremo norte donde puede haber alguna tormenta. Las temperaturas son muy agradables.

Efectivamente, todo el mundo hablaba de la dimisión. Efectivamente, eso estaba en la calle. Le diría más, estaba en los ambientes. Es verdad que en términos comparativos ha estado poco tiempo, pero es verdad que era una dimisión esperada. ¿Obligada por qué? Tantas circunstancias. A veces, Incluso, por un impulso personal. Pero es muy difícil librarse de determinadas presiones en determinados momentos. Habló con su superior, con su referencia, con quien tiene que bendecir su trabajo, y entendió que no podía seguir ahí más tiempo. ¿Quién lo iba a decir? Hacía tan poco... Pues, ciertamente, no se habla de otra cosa. Finalmente dimitió el presidente del Consejo de Cofradía de Sevilla, Sáez de la Maza.

ESCUCHA AQUÍ EL ANÁLISIS DE HERRERA DE ESTE JUEVES 14 DE JUNIO

Ah, sí, es verdad. Bueno, claro, es que se me juntan las dimisiones. También ha dimitido el ministro este de Cultura. Este hombre que nombró Pedro Sánchez hace una semana, Màxim Huerta, que ya es historia en el Gobierno y que ha creado... Pues una primera gran crisis en un Gobierno en una semana de existencia. Es verdad que no la ha creado él. Lo que pasa que a Huertas se le reprocha que no informara a su superior de que había tenido un conflicto con Hacienda, como tiene tanta gente, como hemos tenido todos.

Màxim Huerta no ha sido un defraudador. Utilizó una estrategia fiscal que te aconsejaban hasta los propios asesores fiscales y que la utilizaba todo el mundo, lo que pasa que Hacienda se puso a la caza. Y entonces le dijo: “Tiene usted que pagarme más porque lo ha hecho de una forma que no es debida”. Y dice: “Pues que lo decida un tribunal”. Nadie denunció en un tribunal a Màxim Huerta. Él fue al tribunal, lo que pasa que el tribunal le dio la razón a Hacienda. Bueno, pues él pagó. Adiós muy buenas. Como tantísima otra gente. Lo que ocurre es que eso, como muy bien dice hoy Fernando Ónega en 'La Vanguardia', esa explicación vale para la vida privada, pero para la vida política ya no vale tanto. Sobre todo si con la hemeroteca maldita te sacan una frase que dijo hace poco Pedro Sánchez, hace dos o tres años, “No habrá nadie en mi equipo que haya utilizado una sociedad para devengar por IRPF lo que le corresponde, etcétera, etcétera, etcétera”.

Claro, cuando te sacan eso, pues no tienes más remedio que irte. Y, entonces, se puede vender como una dimisión, se puede vender como una destitución. Pero en cualquier caso... En fin... Oiga, el recorrido que tenía Huerta ha quedado cortado absolutamente porque... Porque, miren ustedes, en estos tiempos la ejemplaridad va subiendo en función de la oposición. Lo que ha hecho contigo cuando has tenido un caso. Pues, entonces, ya se sabe dónde había puesto la oposición el listón. Buenos, pues ahora el listón le toca a él.

Sánchez ha nombrado a otro ministro que es José Guirao. La verdad que no tiene nada que ver. Es un perfil completamente diferente. Es un gestor cultural.... En fin, experimentado del sector. Es una forma de decir que se equivocó en el primer perfil. Porque también podía haber nombrado a Guirao de entrada, ¿no?

Y la rueda de prensa de Huerta ayer diciendo que esto es una jauría. No, hombre. Mira, jauría... Lo veníamos diciendo a las 7 y a las 6, jauría es otra cosa, Màxim. La prensa ha publicado lo que consideraba relevante. ¿Y es relevante esa información? Sí. Lo que pasa que hay que explicarla bien porque, efectivamente, no se trata de ningún delincuente ni ningún defraudador. Es un hombre que ha tenido un conflicto con Hacienda como tantos y que lo ha resuelto pagando y sin más. Lo que pasa que políticamente eso tiene, efectivamente, otras consecuencias, como bien se ha visto.

Pero es que la tarde, el día de ayer fue un día de esos fantástico porque... Un cuñado del Rey a la cárcel, un seleccionador cesado a dos días de un Mundial, un ministro cesado-dimitido. Digo: “¿Por dónde empiezo?”

Pues, verán ustedes, el señor Urdangarin ya tiene el auto en su mano, el auto de prisión. Tiene que elegir una pensión y tiene 5 días para ingresar seguramente antes del final de la semana. Y así lo hará . Sin más. Y se apaga la luz como ante decíamos. Se apaga la luz porque ya, efectivamente, cuando ingresas en prisión se oscurece la visibilidad de esa persona. Veremos cuánto tiempo, que estará a su disposición, me imagino, la posibilidad de los permisos penitenciarios que tienen los demás.

Y después, el desastre, el caos, esa forma de perderlo todo que es lo que ha puesto en jaque además, incluso, la propia imagen de la selección española, que ha sido un culebrón de Lopetegui y el Real Madrid. Es muy libre el Madrid de fichar a quien quiera, y Lopetegui fichar por quien quiera. Pero hay ciertas cuestiones elementales, como bien decíamos ayer, que le han llevado a su cese. Ahora Lopetegui se va, hoy se va a presentar con el Real Madrid. Estamos... Mañana, oiga, jugamos con Portugal, que es una buena selección. Y ahí está Fernando Hierro, el pobre, pues que...

Hombre, Fernando Hierro sabe de fútbol y los jugadores son profesionales y entre todos se pondrán de acuerdo. Lo que pasa que estas cuestiones te dejan grogui. No puede ser más desastre cómo ha ocurrido todo. Un auténtico desastre que, a lo mejor, miren... Hace que esta gente se espabile y juegue todavía mejor de lo que suele jugar y de la campanada. Pero, desde luego, parece que la inestabilidad no ayuda a que ello sea así.

Y un pequeño detalle más. De nuevo, la coacción. De nuevo, los cachorritos. Los cachorritos de los rescoldos y apoyos de ETA camuflados en una plataforma que se llama Gure Esku Dago, que son los que organizan las cadenas humanas, como la del otro día entre Bilbao, San Sebastián, Vitoria y tal y que cual, pidiendo... Pues eso, la autodeterminación y tal y cual y esto y lo otro. Se han dedicado a pasar cartas a representantes, perdón, a locales hoteleros, bares, etcétera, etcétera, pidiéndoles el 10% de sus ganancias durante la cadena humana. O sea, la extorsión. Eso es extorsión. Eso es coacción. Eso es una rémora de aquellas prácticas, ya saben ustedes, de impuestos revolucionarios así llamados de hace no demasiado tiempo.

Además, dicen: “Les irá a visitar para conocer su respuesta uno de nuestros representantes”. Lo más normal es que le tiren por la cabeza el material decorativo del acto independentista que, además, te quieren colar. Pero hay que tener arrestos para hacerlo. El 10%. Me tiene que dar usted el 10% de su recaudación como bar. ¡Qué tíos! ¡Qué tíos! ¿A qué nos recuerda esto?