"Para desgracia del Gobierno, Aldama suena mucho más creíble que el presidente de ese Gobierno"
Carlos Herrera analiza las claves que marcan la actualidad de este jueves, que pasan por la repercusión de la entrevista de Aldama en COPE, la dimisión de Lobato y la imputación del hermano de Sánchez
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Señoras, señores, me alegro, buenos días.
Han pasado 24 horas desde que ayer entrara en el estudio de la emisora en Madrid, Víctor de Aldama. Las declaraciones que hizo en este programa figuran como un asunto destacado en la mayoría de medios de comunicación.
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La detallada versión que ofreció, por ejemplo, sobre la rocambolesca noche en la que llegó Delcy Rodríguez a Barajas o su contundencia en el señalamiento al presidente del Gobierno, está siendo subrayado.
Yo de la entrevista con Aldama me quedo con varias cosas, una es la entrevista en sí misma, es decir, su voluntad de hablar, la certeza de que además habrá nuevas revelaciones.
Dos, su voluntad de demostrar credibilidad. Aldama es una persona con graves problemas judiciales y lógicamente todo lo que hace lo hace para defenderse. Por eso ha pactado con la fiscalía para intentar tener un trato favorable.
Pero la versión que daba ayer resulta creíble. No solo a mí, le ha resultado creíble al fiscal y al juez porque lo han puesto en libertad. Y su forma de conducirse, la precisión con la que relató los hechos, es muy importante.
Podría haber soltado más la imaginación, pero no hubo dudas ni titubeos. Para desgracia del Gobierno, Aldama suena mucho más creíble que el presidente de ese Gobierno.
Destaco también su cabreo con Sánchez. Aldama no le ha imputado ningún delito concreto, pero sí le ha situado como conocedor de todos los trapicheos y ha asegurado de forma concreta las razones por las que cesó a Ábalos.
Por tanto, Sánchez sabía, y en un momento de su entrevista le ha recordado las responsabilidades políticas que les exigía a otros.
La dimisión de Lobato
La actualidad informativa lleva una inercia que es muy difícil que esto escampe, es más de un escándalo al día. Ayer el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, presentó su dimisión 24 horas después de haber dicho que no dimitía.
Lobato constató que se había quedado solo, que sus apoyos en la federación socialista no estaban dispuestos a jugársela por él. Presentó su dimisión y dejó constancia de su oposición a lo que hoy se está haciendo en el PSOE.
Lobato sabe que Sánchez caerá, porque todos los políticos acaban cayendo. El principal problema de Sánchez no son los líos de su partido, sino los líos en los juzgados.
La maniobra de Sánchez contra Ayuso ya le ha costado la imputación de su esbirro en la Fiscalía General del Estado, la crisis de la federación socialista de Madrid y no descarten que suponga la implicación de algún alto cargo de Moncloa.
lA IMPUTACIÓN DEL HERMANO DE sÁNCHEZ
Otra noticia que habría sido titular es que la actividad del hermano de Sánchez, que ha sido citado como imputado por el juez que investiga su extraña relación laboral con Diputación de Badajoz.
La UCO ha elaborado un informe en el que constata irregularidades en ese puesto de trabajo. La manera urgente e injustificada con el que se creó, el extraño régimen presencial.
En los tribunales ya está la cátedra fake de la complutense creada para su mujer, ahora llega el empleo fake que la Diputación de Badajoz creó para su hermano.