"Esta Nochevieja tendremos la cabeza y el corazón puestos en Valencia, con nuestros mejores deseos para todos los afectados por la DANA"
Horas antes de despedir el 2024, el periodista repasa las noticias más importantes del año, con el sentido homenaje a todos los afectados por la DANA y el emotivo recuerdo a los fallecidos y sus familiares
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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible 'Herrera en COPE' en este martes 31 de diciembre de 2024.
Último día del año con todo el mundo dispuesto ya a hacerle a 2024, eso que los italianos llaman “fare la escarpetta”. Es decir, coger un trozo de pan y rebañar definitivamente el plato para dejarlo limpio como una patena. Para apurarlo hasta la última miga.
Y es que, con la tontería, nos hemos cargado ya 2024. Pero, a diferencia de los italianos, que son más de comer lentejas, en España vamos a cumplir con esa tradición tan nuestra de comernos una uva por cada campanada.
Y luego ya, pues cada uno se monta la Nochevieja como mejor le convenga, los hay que son muy fiesteros y los hay que son más tranquilos.
Sea como sea, el 1 de enero arrieros somos y en las calles nos encontraremos: los fiesteros volviendo a casa un poco con cara de Halloween, y los que son más de madrugar y de disfrutar del fresquito de la mañana, mirándoles así de reojo como pensando“anda, ahora a dormir la papa”....
Buen, el caso es que España se prepara para sentarse en la mesa de la Nochevieja, que es una de esas ocasiones en las que merece la pena olvidarse un poco de todo durante unas horas. Luego, ya, a partir de enero, habrá tiempo para pensar en los retos de 2025.
De momento, esta noche lo que debe primar son los buenos deseos y los pensamientos positivos. Esta noche, cuando estén sonando los cuartos, seguro que más de uno, cierra así los ojos, y le pide a 2025, sobre todo salud, que es lo más importante. Si falla la salud, todo lo demás como que pasa segundo plano.
También es un buen momento para pedir que “el año que viene” volvamos a estar todos los que están sentados a esa mesa o, si puede ser, que se incorpore el que este año no haya podido estar.
Tampoco faltarán los que pidan un poco de cuartelillo o de suerte con las cosas del bolsillo. Ya saben, el maldito dinero, que casi todo lo condiciona en esta vida.
Y, aunque los cuartos son breves, y a poco que te descuides, empiezan las campanadas, seguro que la mayoría encontramos también unos segundos para pedir al año nuevo que sea benigno con el prójimo. Que le vaya bien a España y, ya puestos, a la humanidad en su conjunto.
Y fíjense, solo con ese pequeño abanico de pensamientos positivos, solo con esa pequeña letanía interior que muchos van a tener en su mente esta noche, se recorren algunos de los asuntos que “marcan y marcarán” esa actualidad informativa… que nos ha tenido este año tan ocupados.
Un 2025 difícil económicamente
¿Lo del bolsillo? Bueno, eso se comenta por sí mismo.
Cuántos jóvenes no le pedirán esta noche a 2025 que a ver si les echa un capote y aparece pronto ese piso de alquiler o esa vivienda en propiedad que llevan tiempo buscando y que todavía no aparece.
Aquí, si tratamos de ser positivos, lo bueno es que el euríbor va a cerrar el año en el 2,43%, una bajada que va a aliviar muchas hipotecas variables o que va a facilitar que se firmen algunas nuevas. Otra cosa será “la falta de oferta” y la subida de los precios que en 2025 amenazan con subir otro 10% después de que este año la vivienda se haya encarecido un 4%.
Que los precios, así en general, por cierto, ya sabemos que han moderado su subida. Moderar la subida no quiere decir que bajen, simplemente que la inflación ha aflojado un poco. Este año, terminará en torno al 3’6%, que son 8 décimas menos que el año pasado.
Pero a nadie se le escapa que el coste de la vida ha subido para la clase media trabajadora y que estos últimos meses del año han sido de subida. Diciembre, sin ir más lejos, ha repuntado 4 décimas hasta ponerse el IPC adelantado en el 2’8%, dicen que, principalmente, por los carburantes.
Con ese panorama, habrá que afrontar, por cierto, la subida de impuestos que nos espera a partir de mañana. Pero eso, como digo, será mañana….
¿Qué pasará con muface?
De momento, en esa mesa a la que nos vamos a sentar dentro de unas horas, seguramente notaremos que nuestro cuñado o nuestra hermana funcionaria dedican esta noche unos pensamientos a pedir salud.
Salud que puede ser más conveniente que nunca, ahora que los funcionarios llegan a este fin de año con la preocupación de que Muface sigue en el alambre. Y todo después de que el Gobierno ha sido incapaz, a 31 de diciembre, de ofrecer una oferta convincente a las mutuas privadas.
La realidad es que ADESLAS se ha desmarcado del acuerdo y que DKV y ASISA están estudiando el incremento del 33% de la prima por asegurado que ha ofrecido el Gobiernopara saber si lo aceptan o lo descartan también.
A día de hoy parece que las cuentas no salen y muchos funcionarios no saben si deberán pasar a la sanidad pública con el trastorno que eso supone para quien llevaba años tratándose en otro circuito, además del colapso que puede suponer para la pública.
Los funcionarios, en su desesperación, han mandado una carta directamente a Pedro Sánchez para exigirle que intervenga en el asunto. Carta que Sánchez se habrá encontrado a su vuelta de Cerler, donde ha estado esquiando tan ricamente.
Con el asunto de Muface lo cierto es que nos han dado las uvas, como también nos ha pillado el toro con otros asuntos, que tienen que ver más con los mejores deseos para el prójimo.
sin olvidarnos de los afectados por la dana
Esta noche, sin ir más lejos, será una noche para tener "la cabeza y el corazón" puestos en Valencia, mandando nuestros mejores deseos para los afectados por la DANA de Valencia.
Cuando uno dedique esta noche unos pensamientos a la gente que necesita un poco de ayuda, los valencianos estarán ahí en primera fila.
Unos españoles a los que les hace falta todo lo que uno puede desear esta noche, después de haber sufrido una DANA que se ha colado en el top ten de desgracias naturales más costosas de 2024 en todo el mundo: más de 4 mil millones.
Así las cosas, hay que desear para los valencianos que las cosas del bolsillo mejoren (y que lleguen esas ayudas de las que el gobierno central solo ha abonado un 6% de todas las prometidas); que pronto les arreglen la casa que sigue embarrada o que continúa sin ascensor; que no falte la salud (en muchos casos salud mental para conllevar lo que tienen encima y, a pesar de todo, habrá que agradecer que esta noche la familia esté presente para sentarse la mesa. Aunque la mesa no sea la más lustrosa de su vida.
Eso o tener un recuerdo sentido para los que falten en este cambio de año. Y ahí, lógicamente, estamos pensando en los más de 200 fallecidos y también en las familias de Elisabeth, José Francisco y Javier, los tres valencianos que siguen desaparecidos.
Sus familias van a pasar la Nochevieja sabiendo que todavía deberán esperar otro mes para que se les dé oficialmente por fallecidos y poder así cobrar algún tipo de ayuda. El calvario que están pasando desde el pasado 29 de octubre solo lo saben ellos, y desde aquí no podemos hacer más que mandarles un abrazo y dar la lata cada día con el asunto para que los políticos traten de acelerar el paso.
el deseo de poner fin a la crisis migratoria
Políticos a los que les han dado las uvas sin solucionar otro de los asuntos que deberían remover nuestro lado más solidario.
Ya sabemos que toda África no cabe en España; ya sabemos que el reto de integración para los que sí se acaben quedando va a ser muy grande. Pero en lo que aprendemos a conllevar la crisis migratoria, deberíamos encontrar la manera de no dejar que sean las comunidades que reciben los cayucos, las que asuman casi todo el peso del problema.
Ayer el presidente canario, Fernando Clavijo, (que se ha pasado todo este 2024 clamando en el desierto)culpó tanto al gobierno como al PP de no tener voluntad por arreglar el asunto del reparto de inmigrantes, especialmente el de los menores no acompañados.
Clavijo ha exigido ya sin ambages que el Gobierno tire por la calle del medio e imponga el reparto vía decreto, en vista de que parece imposible que haya un acuerdo por las buenas para reformar la Ley de Extranjería.
Y ahí es donde, por desgracia, hemos vuelto a comprobar que, efectivamente, lo que prima en este asunto es el cálculo político.
Hace unos días algunos llegaron a decir que el PP era muy mal pensado cuando dijo que el Gobierno de Sánchez estaba arrastrando los pies en ese asunto, porque en el fondo lo que está deseando es que el gobierno de coalición que hay en Canarias, entre nacionalistas y populares, estalle por los aires.
Pero he aquí que al socialista Gómez de Celis, vicepresidente del Congreso, para más seña se les ha escapado que, efectivamente, el Gobierno está deseando que la crisis migratoria acabe provocando que Clavijo expulse al PP del gobierno canario.
el poder judicial
La mezquindad política ha sido uno de los puntos negros de este 2024 que hoy termina, como también lo ha sido el inaudito hostigamiento al que el gobierno ha sometido al Poder Judicial al ver como este año estallaban una serie de casos de presunta corrupción, que salpican al PSOE, al propio gobierno y al entorno personal de Pedro Sánchez.
De los asuntos de la vida institucional de este país, la deriva populista del ejecutivo y su acoso a los jueces debería ser lo que más nos preocupase.
Y habiendo tenido “el año que hemos tenido" tampoco es de extrañar que este 2024 haya terminado con un comunicado de la principal Asociación de Fiscales exigiendo al Gobierno que tenga la vergüenza de cortarse un pelo y no siga hablando del fiscal general del Estado como si fuera de su propiedad.
Tenemos un país en el que el presidente del Gobierno, no contento con haber lanzado aquella pregunta sobre “quién controla la Fiscalía”, ha acabado este 2024 hablando de 'su' fiscal general, como dando a entender que Álvaro García Ortiz es como su muñeco Monchito que él le mete la mano por donde termina la espalda y lo mueve y le hace hablar como mejor le parece.
Claro, aquí la Asociación de Fiscales también le pega un pescozón a García Ortiz por su “clamoroso silencio”. Los fiscales exigen a su todavía jefe (imputado, pero todavía jefe porque no dimite), que haga un comunicado “explicando a toda la sociedad sin matices su posición neutral y su independencia respecto al Ejecutivo”.
Y es que, efectivamente, se echa en falta que don Alavarone (o don Borrone, desde que borró de su móvil sus conversaciones en los días clave de la filtración de datos confidenciales que le tiene imputado), se echa en falta que tenga un poco de sangre en las venas o de vergüenza torera.
Que le incomode un poco que Sánchez le trate públicamente como su marioneta y que salga ahí a decir que no, que él no es el fiscal de Sánchez. Pero es que ni le sale tener ese gesto. A ese punto hemos llegado.
Desde luego, 2025 promete darnos material para que Carlos Herrera no se aburra en los monólogos.
De momento, aprovechemos la tregua de esta noche y tengamos una ¡Feliz Nochevieja!