Herrera: "Illa ha ganado, pero no ha derrotado al independentismo y Cataluña está peor que en 2017"

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

Ya es lunes. Es 15 de febrero del 2021, un día de bastante estabilidad en el tiempo, claro, es lo único estable que hay en España hoy porque mañana puede volver a ser inestable. En España siguen descendiendo las muertes por la pandemia, los contagios, la incidencia y la ocupación hospitalaria. Ya esta tarde será el momento de echar bien de verdad las cuentas del fin de semana y luego, a lo largo que vayamos pasando los días, veremos cómo llevamos el viernes si efectivamente estamos a la mitad en el próximo viernes de lo que estábamos en el viernes pasado.

Bueno, ayer elecciones en Cataluña. ¿Usted qué titular de pondría a todo esto: ruina procesista, trauma pandémico, recuperación del voto del Partido Socialista, desplome del voto que anteriormente había sido mayoritario constitucionalista como partido en el partido ganador de hace 4 años? Miren, Cataluña sigue en el mismo bucle, exactamente el mismo bucle, y puede que un poquito peor.

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Yo le doy algunas consideraciones, primero datos, y después le hago consideraciones acerca de lo que vomitaron ayer las urnas en unas elecciones, por cierto, bastante bien organizadas. Primero, en número de votos ganó el señor Salvador Illa, es decir, el PSC, pero no se dejen engañar, el aumento de votos del PSC desde el 2017 a ahora ha sido de 39.000. Ahora, eso sí, en número de escaños con una muy baja participación ha significado mucho. Enhorabuena por lo tanto. También es cierto que esa victoria se enfrente a una dificultad para gobernar que ahora les explico. Segunda, en esa eterna pelea entre independentistas, ERC-Junts, ha ganado ERC porque, además, a Junts le ha salido una escisión en forma de PDeCAT que le ha restado 77 mil votos.

Illa valora resultasdos electorales

BARCELONA, 14/02/2021.- El candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC, Salvador Illa, valora los resultados electorales hoy domingo en la sede del Partido Socialista en Barcelona. El PSC ha ganado, en votos, las elecciones en Cataluña. EFE/Toni Albir

LA INDEPENDENCIA, UNA QUIMERA CON ESTOS RESULTADOS

Los independentistas superan el 50% de los votos, no ya de los escaños, de los votos, pero, claro, en un panorama de abstención tan alto, tan alto, solo ha votado el 55% del censo, que ese estar por encima del 50% de los votos solamente supone no llega ni a un tercio del censo electoral de Cataluña. Con solo un tercio del Censo Electoral aprobar independencias en aventuras rápidas y demasiado violentas contra la ley no se puede afrontar tan sencillamente. Y, segundo, debacle en los partidos del centro-derecha liberal, irrupción de Vox, al que las encuestas siguen sin saberlo oler, no saben oler a Vox. Vox se ha alimentado del voto de muchos a los que ahora pasaremos revista.

Es decir, ¿ha ganado Salvador Illa? Sí, pero no ha derrotado al independentismo. Como le digo, esto está exactamente igual que hace cuatro años pero un poquito peor. Los escaños que hace cuatro años tenía Ciudadanos, que eran 36, ahora con menos, cuatro menos, viene a representar ese espíritu el PSC. Los independentistas tienen más porcentaje, más del 50%, como les digo, y cuatro escaños más que hace exactamente cuatro años. La participación 26 puntos menos.

¿Y a quién pertenece mayoritariamente el voto de los abstencionistas? Eso sería bueno saberlo. Es muy difícil, no es fácil. Si es cierto que en el 2017, con el trama del golpe del 1 de octubre, todo el mundo tocó arrebato a zafarrancho y los dos bloques estuvieron en los dos millones de votos.

Bueno, ayer los separatistas se quedaron solo en un millón 400 mil votos. Habrían perdido 600 mil. Era una buena oportunidad. Oiga, para ir a votar y asestarle es un buen golpe que cambiara la dinámica de la política catalana, pero la abstención afectó si cabe más al bando constitucionalista, que obtuvo un poco más de un millón 100 mil votos, es decir, 900 mil que se quedaron en casa.

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LA IRRUPCIÓN DE VOX QUE NO SUPIERON LEER

El PSC parece ahora el Cid Campeador con 16 escaños más, pero Salvador Illa solo ha conseguido 39 mil votos más que Iceta en 2017. La pregunta que usted se hará en todo ello es si esto es una reedición de la matraca que hace que la monserga catalana, si me permiten ustedes y con todo el respeto, esté permanente como un ruido que nunca acaba de apagarse en un concierto de la política nacional. Posiblemente sí.

La victoria de Salvador Illa es cierta, pero amarga porque es poco útil. Esquerra es quién querrá la presidencia por Cataluña, querrá reeditar el gobierno con Esquerra y con la CUP. Y estas son las dos oportunidades o dos opciones que hay. El hecho de que ERC pueda encabezar ese gobierno con Junts y la CUP hace que si llega a un acuerdo con el PSC encabece también ese gobierno, es decir, en Cataluña podría formarse un gobierno de Esquerra, PSC y Comunes, a pesar de todo lo que han dicho cada uno de ellos en campaña, “nunca gobernaré con un independentista, le hacemos el pacto nuevo del Tinell a Salvador Illa”. Todo eso es papel mojado, eso es envoltorio de chacina tirado en el suelo, literalmente tirado en el suelo.

O un gobierno o el otro. ¿Cuál de los dos? Pues, miren ustedes, ¿quién tiene la llave? La llave la tiene el señor Junqueras. Si el señor Junqueras accede a gobernar con el PSC, podrían llegar Esquerra y PSC a una especie de intercambio de cromos. Yo te doy diputados en el Parlament, los diputados del PSC y gobiernas con los comunes y eres feliz y tú me los das en el Congreso, donde a mí, Sánchez, me das estabilidad. Y en ese sentido, Sánchez puede estar satisfecho porque, además, sus rivales nacionales salen de este embate gravemente heridos y, sobre todo, crece Vox, que es lo que le hace más feliz. Es verdad que la derecha se ha hecho trizas en Cataluña y ahora si quieren le dedicamos un minuto o algunos minutos a todo ello.

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TIEMPOS DIFÍCILES PARA CASADO Y ARRIMADAS

Se acuerdan, son muy jóvenes, pero se acordarán de aquel año en el que Chiqui Venegas ganó las elecciones en el País Vasco. Las ganó porque el nacionalismo vasco se dividió, pero no pudo gobernar porque dijo el PNV si nosotros no sumamos, los nacionalistas gobernamos. Estamos peleados y no lo vamos a hacer, con lo cual, si tú partas conmigo el presidente soy yo. Bueno, pues algo parecido pasaría ahora aquí con Esquerra.

Para el Partido Popular son tiempos difíciles, muy difíciles, y no les cuento para Ciudadanos. Los dos formaciones tienen que hacer una severa autocrítica. Ahora algunos interpretan como un error el “casadazo”, ya saben, aquella reacción contraria a Vox en la moción de censura que se le planteó al Partido Socialista , a Sánchez en una palabra. Y también interpretan como una muy poco acertada intervención la de Casado en la campaña electoral de Alejandro Fernández, por otra parte, un excelente candidato el del Partido Popular.

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Ciudadanos ha pasado de un millón 100 mil votos a tan solo 156 mil, una debacle que le hace pasar del primer partido al séptimo de ocho. Cs ha visto como su gente, la gente que le votó hace 4 años, ahora ha votado al PSC, se ha quedado en casa con la abstención, incluso, alimentaban a Vox, lo cual demuestra que el voto constitucional es un voto muy volátil en Cataluña, muy volátil.

Ahora Arrimadas tiene un futuro difícil, tampoco lo tiene fácil Casado, algunos apuntan a que inevitablemente Ciudadanos y el Partido Popular deberán entenderse o fusionarse si quieren un buen tránsito hacia delante y que Sánchez no permanezca permanentemente en La Moncloa con unos resultados que particularmente le hacen feliz, pero que tampoco le dan toda la felicidad. Es cierto que lo que le viene bien a Sánchez le viene bastante mal a España, pero descarten por el momento la posibilidad de repetir elecciones. Solamente se podría provocar si Junts per Catalunya jugarse a la dinamita. Eso le costaría algunos votos porque la gente castiga al responsable de que le hagan volver a las urnas y, además, sería en cualquier caso contra los deseos de Pedro Sánchez.

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Herrera a las 8, lunes 15 de febrero

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