Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
¿Qué tal han recibido ustedes el jueves 7 de febrero del 2019? Es un día en el que el tiempo se va a mantener estable. La verdad, por lo general, puede que... En fin, Galicia y el Cantábrico tenga alguna inestabilidad, pero las temperaturas en algunos lugares peninsulares, porque Canarias no, ya lo son, pero en algunos lugares peninsulares podrá parecer que son casi primaverales. Es decir, las horas gordas del día se va a alcanzar, aquí mismo en Sevilla, 21 grados. Bueno, 21 grados, hay tíos que van en manga corta con 21 grados. Con toda normalidad, ¿no?
Vamos rumbo hacia la primavera, aunque todavía febrero nos va a disponer algunos días de sorpresa. Ese fresquito agazapado que hay detrás de una buena esquina.
¿Cuál es...? Oiga, el afán es el afán. Y hoy, ciertamente, la España política no habla de otra cosa que del afán de aprobar unos Presupuestos discutidos, discutibles, como todos, mejorables. El afán de aprobar unos Presupuestos que interpreta que los ha hecho que es una clave para seguir gobernando con tranquilidad en La Moncloa a pesar de la inestabilidad que ofrece el camino por el que se obtuvo la Presidencia. Es decir, pactar con los individuos con los que se ha pactado por parte del Partido Socialista, y para ese bien, para ese fin, hacer lo que haga falta que haya que hacer. Y si hay que aceptar la ocurrencia del famoso relator, se acepta.
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Bueno, ayer fue un día muy movido políticamente hablando en España a cuenta de esa pretensión del Gobierno de nombrar una persona, supuestamente independiente, para coordinar, para levantar acta, tomar nota, mediar en una mesa de partidos que decidiría o debatiría sobre el futuro de Cataluña en el encaje en España. Esto sobre el papel... Miren, sobre el papel es una cosa. Oiga, se van a reunir representantes de partidos políticos en charlas, diálogos y uno va a tomar nota de lo que digan allá. Sí, pero claro, todo eso puesto en el contexto de que es una exigencia de independentistas y que lo acepta un Gobierno de las características de Pedro Sánchez, que si quieren entramos en ellas pero que ustedes saben cuáles son, crea un escándalo político.
Tanto que el centro derecha español se ha puesto se acuerdo en convocar de urgencia para el domingo una concentración en Madrid, en la Plaza de Colón, que también va a apoyar Vox. Y que a lo mejor no ve con buenos ojos una parte de la vieja guardia socialista, los barones regionales del PSOE, que la verdad es que tampoco se muerden la lengua con el propio Gobierno y, desde luego, un cierto apoyo mediático.
Hay algo que conviene... Hombre, aconsejar siempre en estos casos. Desde luego, la sobreactuación no es el mejor consejo que se le puede dar a nadie en situaciones de especial crisis política. No quiero decir con eso que la que la concentración, la manifestación lo sea. No, quiero decir que hay que llamar a las cosas claramente por su nombre, pero tampoco exagerar. Y que todos aquellos que vayan a la manifestación sepan, hoy lo escribe muy bien Luis ventoso en 'ABC', que no deben tener miedo a que les llamen franquistas, “guerracivilistas”, fascistas, ultras, crispadores, etcétera, etcétera. Que se lo van a llamar, con lo cual, tranquilidad y buenos alimentos.
¿Qué es lo que va a hacer ese relator del que ahora tantísimo se habla? Pues miren, nadie lo sabe, pero el relator es un símbolo que quería la Generalidad de Cataluña y que se le ha dado a la Generalidad. Y que le podemos llamar secretario, avisador de músicos, notario, conciliador de partes, relator de cuentos... Da igual. Podemos retorcer el diccionario de la manera que queramos.
Ayer lo intento Carmen Calvo, pero es lo que es. Es un símbolo que quería el independentismo catalán y que el Gobierno ha concedido. Es decir, cuando tú nombras a un mediador reconoces un conflicto. Es lo mismo que hizo ZP, Rodríguez Zapatero, con Gibraltar, que sentó en la mesa del debate de Gibraltar a los gibraltareños como una parte más. Y esa es una forma de darle status.
Oiga, Pedro Sánchez hasta ahora con toda esta gente a la que le debe la Presidencia, porque le debe el voto, se ha portado bien. Ha levantado el control financiero de la Generalidad, ha contemplado la reapertura de embajadas, ha trasladado presos a Cataluña, ha prometido indultos, ha rebajado la acusación de la Abogacía del Estado. Pero el independentismo es insaciable y siempre te pedirá más. Y siempre te someterá a muchas más tensiones. Ahora esta exigencia de un mediador internacional, que importa muy poco lo que haga. Está ahí. Y el mensaje es que esté el relator, no lo que haga el relator. Y que todo eso sea para aprobar Presupuestos como sea... En fin.
Ayer estaba Alfonso Guerra en el Congreso y dijo que es que esto compara España con Yemen del Sur o como Burkina Faso, que es impropio de la dignidad de un país porque la mitad de un país es más importante que aprobar Presupuestos que, además, como vengo diciéndole esta mañana, imagínense que luego no se los aprueban, encima se los tumban. Vamos... Y la indignación anda suelta. Y anida también en sectores del PSOE. Pues se preguntan si tan grande es el ansia de permanecer en La Moncloa que está dispuesto a que se burlen de él, a que lo vacilen, a que le saquen los veintiún puntos de la conversación aquel día, el papel que le dio Torra, por mucho que diga la señora Carmen Calvo que no se lo dio, ese papel no cuenta para el Gobierno...
¿Cómo que no cuenta, si una de las exigencias de las 21 que había en ese papel era, precisamente, lo del relator? Ayer lo intentó. Ayer, bueno, en fin... De forma desvergonzada, por cierto. Carmen Calvo intentó despistar, eh. Clamar por el diálogo. El clamor de España...
Mire, el clamor de España es por otra cosa. No es por el diálogo. Los clamores conviene saber escucharlos bien. Los españoles no podemos estar al servicio de Pedro Sánchez como mercancía de intercambio para su condición personal. Lo siento. Ni los españoles ni España porque así de momento te estás cargando el PSOE, pero bueno... Ya lo empezó a hacer Rodríguez Zapatero. Eso no es nuevo.
Pero también se puede cargar España. Y hay malestar hasta su entorno. Hasta en su entorno inmediato por una cuestión... Que sí, hombre, volvemos a lo mismo de antes, que es una reunión de partido. Sí, sí, sí. Pero que los gobiernos asumen, que los gobiernos están asumiendo y venden como suya sin tener en cuenta los parlamentos. Porque en un parlamento las cosas se debaten y se discuten en función de la proporción que cada uno tiene después de los votos de los españoles. En una mesa de partidos, no. Hay uno, otro, otro, otro y otro y todos valen lo mismo. Y además no están todos.
Esto está muy bien que se quiera vender como un señor que toma nota de reuniones entre partidos catalanes, etcétera, etcétera. Pero todos sabemos que siendo eso es mucho más que eso. Es... Vamos, lo que quedaba es que el Gobierno de España comprará las exigencias de los independentistas. Este hombre tiene 84 escaños. ¿Pero de verdad cree que cada día que pasa está consiguiendo más o está perdiendo poco a poco la exigua representación que tiene? ¿O el que se cree el CIS de Tezanos y esas tomaduras de pelo con las que no se entretienen a los españoles? ¿Y de esto cómo van a despistar? ¿Sacando a Franco? ¿Volveremos a pasear a Franco otra vez? Algo, seguramente, ayuntamientos franquistas, esto, lo otro, lo de más allá. Los españoles no nos merecemos un Gobierno que nos tome el pelo. No nos merecemos un Gobierno que nos tome el pelo. Que nos tome por idiotas.