Sergio Barbosa: "A Yolanda Díaz se la ve algo más seria, como más apurada de lo habitual"
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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible ‘Herrera en COPE’ en este viernes 28 de enero de 2022.
Tenemos a Carlos Herrera, inmerso en algún que otro asunto interesante, de esos de los que el jefe dará debida cuenta cuando llegue el momento. Así que hoy hemos abierto nosotros la persiana de este su programa en el que, la verdad, uno no sabe muy bien dónde acudir primeroporque, ciertamente, aburrirse no se aburre uno.
ARRANCA LA CAMPAÑA ELECTORAL EN CASTILLA Y LEÓN
Por no faltar, no nos falta ya ni una campaña electoral. Porque, desde esta pasada noche, en Castilla y León ya están de campaña, que es curioso porque la mitad de los partidos han comenzado la campaña sin haber publicado ni siquiera su programa electoral. Que es verdad que muchos dirán que para lo que sirven los programas, que tampoco nos viene de ahí, pero, hombre, no deja de ser llamativo.
El caso es que la vieja Castilla y el viejo Reino de León se han convertido en el primer escenario de ese juego político, en el que las citas autonómicas como ésta, y la de Andalucía a lo largo de este año, van a medir la salud del Sanchismo y de lo que no es el Sanchismo.
Los que se den un guantazo el 13 de febrero dirán que bueno, que eran unas autonómicas y que Castilla y León es muy particular por su componente rural, por la población envejecida por la polémica de Alberto Garzón y la carne, etc, etc. Pero lo cierto es que no hay ni un solo partido al que le vaya bien darse un tortazo en estos comicios. Y todos necesitan sacar músculo para tener la fiesta en paz, en lo que quede de legislatura.
SÁNCHEZ PRESUME DE LOS DATOS DE EMPLEO
Para empezar, Pedro Sánchez al que ayer organizaron un acto con pensionistas para presumir de los buenos datos de empleo que dejó la EPA de 2021. Sánchez siempre ve el vaso medio lleno, así que era de esperar que celebrase que, efectivamente, la Encuesta de Población Activa cerró el año 2021 con 20.180.000 ocupados, no se veía un dato así desde hace 16 años. El año pasado nos dejó 840 mil ocupados más y 615 mil parados menos, para dejar el número total de parados en 3’1 millones.
Es una tasa del 13’3 por ciento, que, no nos engañemos, sigue siendo demasiado alta para lo que debería ser la cuarta economía de la zona euro. Lo bueno es que el paro cayó en todos los sectores y lo paradójico es que se creó más empleo, pero con menos horas trabajadas. Hay más gente trabajando, pero no echan las horas habituales. En eso, los ERTE en la industria han podido tener parte de culpa.
Y un dato para la inquietud es lo del sector privado, que no acaba de recuperarse. De hecho, el sector público ha generado 222 mil empleos más.Si ponemos la lupa en el sector privado, (fundamental para la salud de cualquier economía), ha terminado 2021, el año que debía ser el de la recuperación económica, con 94 mil asalariados menos y 4.200 ocupados menos.
Es decir, no hay que ponerse en plan cenizo de “todo está mal” en los datos de empleo, porque la mejora es evidente, pero tampoco está de más ser conscientes de dónde está la trampa o la parte menos bonita. Y es que, aquí lo que más está tirando es el sector público, con un sector privado que no tira, mientras, paradójicamente, el Estado ha batido récord de recaudación fiscal.
En un año a medio gas, se recaudó hasta un 15% más hasta los 220 mil millones de euros y una parte muy importante de ese dinero lo han puesto los ciudadanos y empresas del sector privado, en un año en el que no estaban para tirar cohetes.
Seamos conscientes de ese esfuerzo que están haciendo muchos españoles y que seguimos en el furgón de cola del empleo en Europa. Y que la inflación está ahogando a las empresas y familias.
LOS SOCIOS DEL GOBIERNO DAN LA ESPALDA A LA REFORMA LABORAL
A todo esto, otra que está sudando la gota gorda es la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. ¿Por qué? Pues porque, o lo disimulan muy bien, o lo de dar cariño a sus socios para que aprueben la reforma laboral no está funcionando.
Lo mejor de cada casa, la flor y la nata del Frankestein anunciando que piensan boicotear la convalidación de la reforma laboral, si no se introducen cambios sustanciales. Bildu, la CUP, el BNG y, ojo, Esquerra Republicana. El partido con 13 escaños en el Congreso, al que Yolanda Díaz ha ido a seducir a Cataluña para que permita convalidar sin más, sin modificaciones, la reforma laboral.
Pues ya ven. Todavía no había vuelto la ministra de Cataluña y Esquerra ya estaba en Madrid poniéndose del lado de los que dicen que, o se cambia esa reforma en el Congreso, o no la apoyan. Lo cual, obligaría al gobierno a acercarse a Ciudadanos y a otros partidos menores para tratar de sacarla por los pelos, si no se quiere contrariar a los empresarios y a Bruselas.
¿Qué pide el Frankestein? Pues medidas más concretas para luchar contra la precariedad y volver a la indemnización por despido de 45 días por año trabajado. Cosa que, de aprobarse, cambiaría por completo el sentido de la reforma porque la reforma que aprobó el Gobierno pone el acento en luchar contra la temporalidad y actualiza los modelos de ERTE.
Pero si ha sido, más o menos aceptable para la patronal, es porque no hace mucho más rígida la contratación. Todo lo que sea encarecer el despido hace que el empresario se lo piense más antes de hacer un contrato, y eso no lo quiere ni la patronal, ni Bruselas, que consideran que, ahora mismo, hay que facilitar todo lo que se pueda que la gente salga del paro.
¿Qué dirían los empresarios si les fueran ahora con un despido más caro? Que, hombre, que, con esta reforma, ya se les ha apretado por el lado de la temporalidad y que la contrapartida debe ser, por lo menos, mantener la indemnización en 20 días por despido objetivo.
Total, que el Gobierno no lo tiene nada fácil, a pocos días de que ese “real decreto” tenga que pasar por el Congreso. Y la verdad es que a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se la ve algo más seria, como más apurada de lo habitual.
Pues ya veremos, porque llegar a un acuerdo con Esquerra, es sacar a los empresarios de la ecuación. Llegar a un acuerdo con Ciudadanos, como busca ahora el PSOE, es lo que trata de boicotear Yolanda Díaz, así que ustedes me dirán.
A todo esto, el PNV no salió ayer en la foto de los socios rebeldes, porque lo suyo va por al canal VIP. Hoy el Lehendakari Urkullu recibe a la ministra Isabel Rodríguez para tratar el traspasado del Salario Mínimo al País Vasco.
El PNV siempre sabe colocarse donde cae el dinero, mientras a Bildu lo que le sigue interesando para apoyar al gobierno son los presos de ETA y los posibles cambios legales para facilitar que sus condenas acabe lo antes posible.
JUSTICIA EUROPEA
Esta mañana vamos a hablar de eso y de más cuestiones porque, fíjense, estábamos repasando la más rabiosa actualidad y resulta que nos ha venido a la cabeza un viejo conocido de la afición.
El mítico Cristóbal Montoro, exministro del PP, que tanto querer pescar, tanto querer pescar puso en marcha el modelo 720 para para atar en corto a los españoles que moviesen dinero hacia el exterior, y que ahora resulta que la Juscticia europea ha tumbado ese modelo de Declaración de los Bienes en el Extranjero por ser abusivo.
¿Cuál era la buena intención? Controlar a los que quisieran hacer tejemanejes con su dinero llevándolo a lugares ocultos. Lo que pasa es que una cosa es llevarse el dinero a países o fondos opacos y otra es decidir, con luz y taquígrafo, invertir tu dinero en otros países de la Unión Europea. Sin mayor trampa ni cartón. Como el que decide irse de una autonomía determinada, a por ejemplo, Madrid.
Y ahí es donde la Justicia europea ha dicho que España se ha pasado de la raya, castigando de forma desproporcionada a los residentes españoles que llevaban dinero a otros países comunitarios, que “eso puede disuadir a los residentes de ese Estado a invertir en otros Estados miembros, impedirles hacerlo o limitar sus posibilidades de hacerlo”. Es decir, que si somos un espacio común no puede haber tanta diferencia entre llevar tu dinero de una autonomía a otra, y llevarlo de España a otro país comunitario.
El caso es que vamos a ver qué pasa con esto, porque ya hay analistas que avanzan que Hacienda deberá devolver unos 230 millones a una serie de contribuyentes, a los que se multó por no declarar determinados bienes. Entre los beneficiados, por cierto, estaría la familia Pujol, a la que habría que devolver, de lo mucho que movieron para arriba y para abajo, 2 millones de euros que, por esta cuestión en concreto, no les deberían haber quitado.
LEY DE VIVIENDA
Y, miren, el palo a de la Justicia europea a Hacienda no es el único que se ha llevado el Gobierno. Con el informe del poder judicial sobre la Ley de la Vivienda, la ministra Raquel Sánchez ha hecho un estupendo ejercicio de “por un oído me entra y por el otro me sale”.
Es decir, que el poder judicial que diga lo que quiera, que no tiene razón. Y la razón la tenemos nosotros, que somos más listos. Vamos, que el hecho de que el Consejo General del Poder Judicial haya aprobado el informe en el que acusa a la Ley de Vivienda de invadir competencias autonómicas y lesionar el derecho de propiedad, que eso no es para tanto y que el gobierno piensa seguir adelante con el proyecto.
Claro, no seguir adelante o modificar demasiado esa ley provocaría otro incendio con Podemos. Que Podemos ya se sabe, lo mismo te monta un pollo con la Ley de Vivienda, que se pone del lado de Vladmir Putin en el conflicto de Ucrania.
CONFLICTO RUSIA - UCRANIA
Ayer, desde luego, a Putin se le vio taciturno caminando por la nieve, como rumiando qué respuesta va a dar a la negativa de Occidente. Hombre, sentarle bien no le ha sentado que Estados Unidos le haya dicho que ni condiciones por escrito ni nada, que si Ucrania quiere ser de la OTAN lo será.
Que Putin se haya querido tomar su tiempo para contestar tiene la parte buena de que la diplomacia tiene más tiempo para trabajar, pero habrá que ver si no empieza a jugar con el grifo del gas o si aprovechará para dividir aún más a los europeos.
De momento, hoy tiene videocoferencia con el francés Emmanuel Macron. ¿Quién sabe? Lo mismo Putin se sincera y le dice que él lo único que quiere es volver a los buenos tiempos en los que Rusia trataba a los países de su entorno como territorios satélite, que hacían lo que decía Moscú.
No sabemos si Putin será comunista, pero en cierta manera sigue siendo soviético y tiene clavado en la memoria aquel 20 de diciembre de 1991. Ese día se reunió el Consejo de Cooperación, una reunión muy peculiar, porque allí, en la mismísima sede de la OTAN, donde, durante años, se habían conjurado contra el bloque comunista resulta que estaban sentados, cara a cara, con esos mismos países comunistas
Los que habían roto con Moscú, los bálticos que se habían independizado de Moscú y la propia URSS, que tampoco descartaba ya colaborar con Occidente. Como muy raro todo.
Pero lo más grande vino cuando, elaborado el documento en el que plasmaba la buena voluntad de colaboración de todas las partes, al representante soviético se le vio muy nervioso. Nikolái Afanasievski entró y salió de la sala hasta que, finalmente, pidió que se modificara el documento.
¿Por qué? ¿Acaso, la URRS se ha arrepentido de lo que acaba de acordar? No, dijo Nikoli, simplemente hay que sacar el nombre de la Unión Soviética porque me acaban de comunicar desde Moscú que la Unión Soviética ya no existe.
Bueno, pues de aquel momento histórico a este conflicto de Ucrania hay un hilo invisible con el que la historia y la geopolítica tejen las relaciones de los países.
No me digan que no está interesante todo lo que tenemos hoy.