El primer sonido del día de CARLOS HERRERA
"¿Qué democracia va a defender el tipo que está usando en España técnicas muy parecidas a las de Trump?"
Carlos Herrera repasa los principales titulares en el primer sonido del día que marcarán la actualidad de este martes 21 de enero de 2025
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Señoras, señores, me alegro buenos días.
Que tal, es el 21 de enero, es día de martes. Y hoy sí que las lluvias donde ayer. Me va a estar lloviendo donde ayer. Pues unos cuantos días. Básicamente suroeste de la península. Extremadura, de Lucía, especial intensidad en Sevilla y en Huelva. Ayer ya hubo en Huelva algunas inundaciones. Chubascos intensos en Galicia. En el norte y Mediterráneo puede que llueva también para la forma débil. Y las temperaturas suben en la mayor parte de la península. Salvo en el noreste. Ahí apenas cambian.
¿Y qué más cambia en el mundo? Ayer pudimos ser testigos de la escenificación de un prometido cambio en el mundo. Porque la toma de posesión de Donald Trump fue todo lo que cabía esperar. Y seguramente un poquito más. A las 3 de la mañana ha acabado el baile. Con el que se ha dado por concluido un día muy largo.
¿Qué es lo esencial de lo visto ayer? Si ustedes se asomaron a la toma de posesión en el interior del Capitolio. Del 47 presidente norteamericano. Bueno, la promesa de sensaciones fuertes. Aquí mientras Sánchez está ejerciendo de vocero antifascista. Parece que ayer se presentó oficialmente también el antitrump.
Nosotros vimos ayer o nos situamos ante un Trump. Bastante diferente al de la primera legislatura. Vamos a llamarlo así cuando hacía de 45 presidentes. Como si lo dicho hasta ahora no bastara para definir a Donald Trump. Incluso no sirviera. Donald Trump ayer demostró que sigue siendo un nacionalista de capa gorda. Que sigue siendo un presidente, un individuo autoritario.
Pero protagoniza o centra no pocas esperanzas de los norteamericanos. Que han sido testigos de un innegable declive. Que no es tanto porque no haya progresado o ascendido Estados Unidos. Que lógicamente hay una dinámica e inercia de ascenso en todos los países. Especialmente los punteros en el mundo. Si no porque hay otros países. Otras realidades geopolíticas que ascienden más que tú. Y eso es lo que han notado los norteamericanos.
El discurso encendió a los suyos. Pero fue apestosamente populista. Eso sí. Indudablemente contundente. Ya saben ustedes que a Trump conviene no tomárselo al pie de la letra. Pero sí conviene tomárselo en serio. Eso es cierto y se sufrió a tu estima.
A los norteamericanos que no conviene olvidar que le votaron mayoritariamente. Si quieren podemos convenir. Más que por hartazgo de los demás. Que por entusiasmo que genera el mismo. Pero es una escena que se ha producido. La nación que impulsó, que ha defendido el orden mundial surgido tras la Segunda Guerra Mundial se ha cansado de ser ese.
Y a nosotros, fíjense ustedes, Europa era la gran aliada de Estados Unidos. Sobretodo porque estaban sus primos, los británicos dentro. Ahora en el discurso de investidura Donald Trump no mencionó a Europa ni una sola vez. Como si el viejo continente no fuera ya relevante.
Y si nos menciona es para mal que es lo que ha pasado cuando el corresponsal de COPE, David Alandete, que era uno de los pocos periodistas que estaba en el despacho oval. Le ha preguntado a Trump sobre nuestro país. Y estaba Trump sentado en su despacho afirmando ese montón de papeles.
Cuando Alandete le ha preguntado por los países de la OTAN que están pagando por debajo de lo estipulado, países como Francia, a España, que están aportando menos del 2% de su PIB en defensa. Pues ahora sí voy a escuchar la palabra España y te harán para levantar la cabeza de los papeles para decir esto.
Claro, Trump ha confundido España con un integrante de los BRICS. BRICS es Brasil, Rusia, India, China o Sudáfrica. Que eran una serie de países emergentes que asomaban la cabeza. Pero ojalá España hubiera estado jugando esa liga. El caso es que, dice Alandete que después de esa escena, ya fuera de micrófono ha vuelto a preguntar a Trump y le ha dado toda la sensación de que el presidente de Estados Unidos no tiene muy claro que son los BRICS y España forma parte, ¿no?
Pero lo importante es que haya sido escuchada la palabra España y ha asociado España con un país que paga poco al que se le podrían aplicar aranceles del 100%. Eso es para muchas empresas una complicación muy seria. España tiene un problema con Trump y también con Pedro Sánchez.
Porque aquí ha salido el Quijote Progre que va a hacer frente a Trump en el mundo. Pero él mismo se ha investido ya con ese cargo. Ayer se inventaron la última palabra de los guionistas de Moncloa es Tecnocasta, escuchen. Esto es discurso populista, demonizar a empresarios de los gigantes tecnológicos que están arropando a Trump y aquí haciéndonos los Quijotes de la supuesta democracia. Dijo más cosas acerca de eso.
¿Qué democracia va a defender el tipo que está usando en España técnicas muy parecidas a las de Trump para desmantelar contrapoderes de la democracia liberal? O sea, ¿a qué empresarios tecnológicos va a criticar Sánchez por arrimarse al poder político de la Casa Blanca?
Si el pasado viernes él mismo llamó a un presidente de una empresa clasificada del IBEX para decirle que lo echaba, para poner un amigo del PSC. ¿Cómo te vas a indignar por qué Trump haya indultado esta madrugada a los asaltantes del Capitolio si tú eres el rey de los indultos bastardos? ¿Y cómo te vas a escandalizar de que Trump haya puesto jueces de su gusto en el supremo si tú has hecho lo mismo en el Constitución?
Vamos ahora mismo. ¿Qué tenemos? Un presidente de Estados Unidos que nos tiene enfilados y un irresponsable en Moncloa, que como no puede gobernar por su fragilidad parlamentaria se va a dedicar a tocar las narices al que nos tiene enfilados. O sea, España tiene la maldición de ser el país de los frutos tardíos. Aquí todo va con retraso y contrapié.
Vamos a ver por qué hay más cosas indudablemente esta mañana, cosas que vienen también en el plano internacional y la evolución de telefónica. Ayer bajó en Bolsa tras conocerse el golpe de mano del gobierno, es decir, la empresa que deja el CEO de Indra o el presidente de Indra, perdón, Marc Multra para irse a Telefónica, Indra sube en la Bolsa y la empresa a la que va baja en la Bolsa. Las cosas que pasan.