¿Te crujes los dedos? Un médico advierte de la enfermedad que puedes desarrollar

Hablamos en 'Herrera en COPE' con el jefe de Medicina interna del Hospital El Escorial sobre esta manía que es relajante para unos e insufrible para otros

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En 'Herrera en COPE' hablamos con el doctor, Pedro Gargantilla, sobre cómo esta manía puede afectarnos

Redacción Herrera en COPE

Publicado el - Actualizado

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Tamborilear con los dedos sobre la mesa, jugar con el pelo, morderse las uñas, los pellejos de los dedos, mover la pierna sin parar debajo de la mesa, hacer clic con el boli como si fuéramos un pájaro carpintero. Se trata de algo tan íntimo y personal, que sale de la mayoría de nosotros de forma inconsciente. Son las manías.

Un sin fin de pequeñas manías, tics, en los que muchas personas encuentran un placer íntimo, una tranquilidad que los demás no solemos ver. Porque, siendo sinceros, las manías solo molestan a los demás, no a quien las tiene.

Lo cierto es que algunas manías no son tan inocuas como parecen, y otras, por el contrario, están rodeadas de leyendas que nada tienen que ver con la realidad. Por ejemplo, la cuestión de chascar los nudillos. De hecho, hace más de 40 años que se estudia la relación entre este acto y la aparición de la artrosis en las manos. Una asociación que ha sido objeto de análisis y debate y que, aunque en los años setenta, se aseguraba que no había ninguna relación, a día de hoy la comunidad médica no recomienda esta práctica por las lesiones que puede provocar.

El profesor de historia de la medicina de la Universidad de Francisco de Vitoria y jefe de Medicina Interna del hospital de El Escorial de Madrid, Pedro Gargantilla, ha explicado en 'Herrera en COPE' que este debate surge muchas veces "dentro del colectivo médico". "Tenemos estudios que avalan la relación causa-efecto entre manipularse de una forma continuada y crónica los nudillos con la aparición de artrosis en ellos", agrega. Por lo que se puede decir que es malo.

Según explica el propio Gargantilla, la causa de esto se debe a que "en las articulaciones tenemos un líquido (que es una especie de lubricante), que llamamos líquido sinovial (...). En ese líquido muchas veces se quedan atrapadas unas burbujas que, cuando se aplastan, aparece ese sonido de las articulaciones". No solamente pasa en los nudillos, también ocurre lo mismo con los codos o con los pies y las rodillas. "El mecanismo es el mismo", añade

También tenemos otros hábitos, o manías, que no son para nada buenos, pero que seguimos haciendo, como llevar tacones altos. "Se ha visto que también producen un aumento de la presión en las articulaciones del antepié y en la rodilla y que favorece la aparición de artrosis al nivel de la rodilla y de los huesos del pie", Explica Pedro. Por lo que él mismo recomienda no usar tacones altos, los cuales son los tacones con una altura superior a 3 centímetros y, si lo hacemos, que no sea de forma mantenida.

Este tipo de manías pueden llegar a ser una obsesión o una compulsión. De hecho, del 1 al 3 por ciento de la población tiene un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Según Gargantilla, este tipo de manías deben preocuparnos "cuando dejan de ser una rareza, cuando se mantienen en el tiempo y cuando es una práctica que se repite a lo largo del día a día". Uno de los TOC que llegan a producir alteración en la persona es arrancarse el pelo, llegando a generarse ellos mismo pequeñas calvas localizadas en distintas partes del cuero cabelludo. "Muchas veces, debajo de todo esto, se esconden situaciones de estrés, de ansiedad e incluso de depresión. Es una forma de mantener al organismo distraído", concluye.

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