Carlos Dávila: “Los pactos de Moncloa fueron posibles porque ninguna ideología se impuso a las demás”
El periodista recuerda en 'Herrera en COPE' que nos pactos de Moncloa nacieron del "consenso" que "no es equiparable a hoy día"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En estos momentos se habla de reeditar los Pactos de la Moncloa, unos acuerdos que tuvieron lugar en el difícil año de 1977, en medio de una gran crisis que urgía adoptar una política económica capaz de contener la enorme inflación que entonces sufría España. En 'Herrera en COPE' el periodista Carlos Dávila, reconoce que en aquellos momentos “hubo un espitiru del consenso, capaz de congregar a Manuel Fraga y Carrillo, Felipe González, Adolfo Suárez, Marcelino Camacho y Carlos Ferrer, algo que “no es equiparable a hoy en día”, entre otras cosas, señala “porque los propios protagonistas se niegan”. El ministro de Transportes, recuerda “que es la mano derecha del presidente del Gobierno, ya ha dicho que con Vox no va ni a recoger una herencia”.
En este sentido advierte, si Ábalos no quiere reunirse con Vox, “que tampoco lo haga con los leninistas de Podemos”.
En aquellos momentos, “lo que Adolfo Suárez implantó es que ninguna ideología se impusiera a las demás, eso hizo posible los Pactos de Moncloa”. Unos pactos que nacen “porque desde junio de 1977, el vicepresidente económico, Enrique Fuentes Quintana insistía en que “si no se arreglaba la economía no era posible la transformación política”.
En aquellos momentos, recuerda el periodista, la situación era “desesperada”. “La peseta estaba devaluada en un 30%, cada día España pedía 100 millones de dólares en reservas, importábamos el 64% de nuestra energía -por eso se hizo también un pacto energético-, y el PIB por habitante era de 3.000 dólares -ahora es de 28.000”.
Para llevarlos a cabo, Fuentes Quintana, señala, “logró reunir a un grupo de economistas de primera, en una carrera por terminarlo cuanto antes; se presentaron en septiembre, el 8 de octubre tuvieron la primera reunión con los líderes políticos y el 27 ya se habían firmado”.
En todo este proceso, explica Dávila, el PSOE “intentó que no estuviera el partido comunista”. “Desde el primer momento las reticencias mayores fueron por parte del partido socialista. Ambos se disputaban la izquierda”. De hecho, afirma “El PSOE no tenía ningún interés en aquellos pactos, hubo que convencerles”.