La COVID deja los hospitales al borde del colapso
La ocupación de las UCI con pacientes COVID se ha multiplicado por 4 en los últimos 2 meses y los expertos consultados por COPE temen que siga aumentando hasta finales de noviembre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde que acabó el estado de alarma en 20 de junio de forma tan abrupta y con el vaivén de datos que está demostrando la vuelta al frío, las consecuencias sanitarias de la transmisión del virus ha ido empeorando progresivamente. Por eso, los facultativos y sanitarios de Cuidados Intensivos piden en COPE que se refuercen las medidas restrictivas de movilidad y que aumenten las camas y el personal sanitario para evitar un nuevo colapso de los hospitales.
El Ministerio de Sanidad estableció la barrera del 35% de ocupación de cama UCI con pacientes COVID como un indicador clave de la situación de “extrema gravedad” y en la actualidad lo superan ocho comunidades autónomas. En el conjunto de España, el conjunto de pacientes con coronavirus ingresados en UCI representan el 32,31 % de su capacidad. El dato es más significativo si lo comparamos con el 21% que se registraba el 18 de octubre o el 8,7% que había el 18 de septiembre, lo que significa que se ha multiplicado la presión hospitalaria casi por cuatro en dos meses.
El Dr. Álvaro Castellanos, jefe de servicio de Medicina Intensiva del Hospital La Fe de Valencia y vicepresidente de la Sociedad española de medicina intensiva crítica y unidades coronarias (Semicyuc) lamenta en COPE que tengamos “un índice de ocupación hospitalaria en UCI muy elevado. En la mayoría de los casos por encima del 90%. Hay UCI que ya han superado el 100% y el 120%. Han tenido que extender ya su actividad a otras áreas, como las de reanimación”.
Ese aumento de camas UCI a las que se han visto obligados los hospitales españoles (utilizando pasillos, salones o gimnasios) para acoger a los pacientes COVID ha hecho que pasaran de 5.800 camas a principios de año a cerca de 9.000 en la actualidad, según el último estudio presentado por el Consejo General de Enfermería, que lamenta el “déficit de personal de Intensivos para ocuparse de estos enfermos”. Por eso, los sanitarios reconocen en COPE que “sus peores pesadillas han vuelto”. El 42% se sienten cansados y menos preparados para hacer frente a la segunda ola de la pandemia.
El Dr. Castellanos trabaja en la UCI, que es la puerta de entrada de los pacientes más graves con coronavirus y reconoce que “la situación es incierta y bastante preocupante. Llevamos dos semanas con crecimiento constante y con índices de ocupación muy elevado. Como tampoco conocemos cual es la dinámica de los brotes de esta infección, nos tememos que pueda haber un brote importante que nos lleve al colapso y una situación similar a la que vivimos en marzo. Si la llegada de pacientes se produce de forma masiva no les puedes atender, puede que no haya una cama en la UCI”.
UNA OLA MÁS LENTA, PERO CONSTANTE
La experiencia de los profesionales sanitarios durante la primera ola está haciendo que la situación actual no se acerque a la de esos primeros meses de pandemia, aunque no hay que olvidar que el número de hospitalizados sigue una tendencia al alza desde las últimas semanas.
A mediados de octubre, siete regiones tenían más del 10% de camas ocupadas por pacientes COVID, lo que el Ministerio de Sanidad consideraba un nivel de riesgo ‘alto’ o ‘extremo’. El equivalente de riesgo en la ocupación de camas UCI, un 15%, lo superaban nueve comunidades.
“En algunas CCAA, constata el Dr. Castellanos, sigue creciendo día a día el número de ingresos a un ritmo más lento de lo que vimos en marzo y abril. Pero en otras se ve una especie de “meseta” con un índice de ocupación muy alto”.
Los expertos consultados por COPE insisten en que “es muy importante conocer la tendencia de contagios para prever la ocupación hospitalaria, ya que los enfermos críticos con COVID que hoy tensionan las sanidad son los que se infectaron hace 10 ó 15 días”.
En este caso, las cifras que arroja el modelo computacional elaborado por investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Valencia es que el número de hospitalizados seguiría subiendo hasta los primeros días de diciembre y el de muertes por covid hasta principios de 2021.
Por eso es muy significativo conocer que se sigue registrando una elevada incidencia acumulada de casos, aunque es cierto que ahora se realizan unas 300 PCR y pruebas de antígeno por cada 1.000 habitantes, mientras que en junio eran 70 y eso hace que la detección de las infecciones sea mucho mayor y también haya aumentado la incidencia acumulada.
EMPERORÁ SI NOS RELAJAMOS
Los especialistas de medicina intensiva, nos asegura en COPE el jefe de servicio de Medicina Intensiva del Hospital La Fe de Valencia, “estamos bastante preocupados porque la gravedad de los pacientes que están ingresando en la UCI es cada vez mayor, cada vez necesitan más ventilación mecánica. Este es un factor determinante que se asocia con la mortalidad en un 25% ó 30% y que hace que estos pacientes requieran una hospitalización de al menos 3 semanas con lo que las UCI se podrían saturar o colapsarse”.
“Otro factor que nos preocupa es que, a medida que el virus se está extendiendo, aumentan los casos más graves y con mayor edad, explica del Dr. Castellanos, para determinar que “si hace mes y medio esa edad media de pacientes críticos era de 50 años ahora estamos viendo pacientes por encima de los 65 años, que tienen mayor riesgo de fallecer”.
En España hay ahora mismo más de 20.000 hospitalizados, de los que unos 3.000 están en la UCI. La saturación hospitalaria se produce de forma desigual en el país. Hay Unidades de Cuidados Intensivos que rozan o superan el 100% de su capacidad instalada (sin incluir las camas añadidas en otras dependencias del hospital) y se ha constatado que las visitas a Urgencias crecen a un ritmo del 40% en las últimas semanas.
“Es verdad que tenemos más medios que en marzo", reconoce en COPE el vicepresidente de la Sociedad española de medicina intensiva crítica y unidades coronarias (Semicyuc) para añadir que “se han ampliado número de UCI, pero también hay que atender a los pacientes sin COVID. Por eso, una afluencia masiva de pacientes sería muy indeseable”.
De hecho, el aumento de las cifras de muertos y hospitalizados se está produciendo de forma constante, menos torrencial, pero con la certeza de que puede cambiar rápidamente, como una ruleta rusa, y eso es lo que más temen los facultativos con los que ha hablado COPE.
La capacidad instalada de los hospitales difiere de la capacidad real después de que la mayoría de los centros sanitarios españoles ha habilitado espacios para instalar camas para enfermos críticos con COVID.
¿ENCERRADOS EN CASA OTRA VEZ?
Sabemos que el baremo que puede justificar el confinamiento es el colapso de la capacidad del sistema sanitario, que se refleja en la ocupación máxima de camas de UCI y de hospital por enfermos de Covid-19, sin posibilidad de atender nuevos pacientes, de esta u otras enfermedades.
Por este motivo, el Dr. Castellanos se muestra tajante en COPE sobre la necesidad de potenciar la prevención y asegura que “para evitar llegar al colapso se han tomado medidas de restricción a la movilidad, pero no sabemos si van a ser efectivas y quizá, viendo las tendencias, habría que adoptar más restricciones a la movilidad”.
Muchos países europeos han adoptado nuevos confinamientos domiciliarios recientemente aun sabiendo la degradación económica que generan.
Al respecto, el vicepresidente de la SEMICYUC considera QUE “el factor más importante para cambiar la dinámica de expansión del virus es la conducta individual. No llegar quizá a la exageración del autoconfinamiento, pero sí ser mucho más responsables en nuestras actividades sociales y el cumplimiento de medidas que nos recomiendan las autoridades: mascarillas, distancia social, evitar reuniones, evitar espacios cerrados sobre todo ahora que sabemos que los aerosoles que quedan suspendidos pueden contagiar, etc".
"Estamos en un momento de mucha incertidumbre, un poco al borde y ojalá caigamos del lado bueno, pero ahora mismo no lo sabemos y tenemos que estar preparados para cualquier contingencia”.
En cuanto a los fallecidos, los datos que ofrece el Ministerio de Sanidad señalan que desde que el pasado 31 de enero fuera identificado el primer caso de COVID-19 en España, han muerto más de 41.000 personas. Sin embargo, otras fuentes oficiales, como el INE, a partir de los registros civiles, calcula que han fallecido unas 60.000 personas más que en la media de los cuatro años anteriores.