Gervasio Sánchez presenta 'Vidas Minadas, 25 años': "Cuando todo se desmorona, aparece lo peor del ser humano"
El corresponsal de guerra da todas las claves de su último proyecto en los micrófonos de 'Herrera en COPE' junto a una víctima de las minas antipersonas
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Nuestro invitado de hoy es periodista. Con su cámara a cuestas, ha recorrido más de 25 países en guerra. Pero antes de eso, Alberto Herrera ha viajado en el tiempo en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.
Mientras la América de los 70 dividía sus apoyos entre soviéticos y estadounidenses, un niño en Barcelona revisaba su colección de sellos. Su abuelo fue cartero y a Gervasio le encantaba quedarse con los sellos. Y, de vez en cuando, los arrancaba de las cartas para quedárselos.
Su sueño era recorrer el mundo. Sobrevolar los países como comandante de vuelo. Pero ese era uno de ellos, porque Gervasio siempre tuvo claro que lo suyo era el periodismo. Hoy, es considerado uno de los corresponsales de guerra más prestigiosos del mundo cuya alma se ve reflejada, a la perfección, en todos sus trabajos.
Al acabar su carrera, en 1984 decidió ponerse la mochila y recorrer Nicaragua, El Salvador y Panamá. "Fue muy importante mi trabajo en Amnistía Internacional. Me encontré con documentos sobre violaciones humanas en Guatemala y El Salvador. Me costaba trabajo entender que el ser humano pueda hacer auténticas atrocidades. Fui para ver si era verdad. Me di cuenta que los informes eran bastante más fríos que la realidad", cuenta Sánchez.
Su trayectoria y el contacto con las víctimas le ha servido de anclaje para poder hacer bien su trabajo. "Cuando todo se desmorona, los seres humanos somos alimañas. Los niños soldados en Sierra Leona mataban a sus padres para sobrevivir. La mayor parte de las personas en las guerras prefieren matar antes que morir".
Alberto Herrera tiene delante dos fotografías en blanco y negro. El fondo es una ciudad derruida por la guerra. La primera, un joven muerto aparece tirado en el suelo y está siendo arrastrado por otro chico. En la siguiente imagen, tenemos a los dos mismos protagonistas. El segundo, está fumándose un cigarrillo. Aparentemente ajeno a la desgracia. Gervasio Sánchez reconoce el instante y el día y la hora en la que ocurrió. "Es Sarajevo, junio del año 92. Se montó una gordísima. Nos encontramos esta escena el miércoles 10 de junio a mediodía. Un joven había sido alcanzado por un francotirador. Hasta que consiguieron llevarse el cuerpo pasó de todo", relata.
Cuando todo se desmorona, insiste Gervasio Sánchez, aparece lo peor del ser humano y es "muy difícil encontrar la justicia y la bondad en los desastres de la guerra".
"La mayor parte de las víctimas son de la posguerra"
En 1995, a Gervasio Sánchez le proponen viajar a Angola para dar a conocer la historia de un joven que perdió a su padre y una pierna por una mina. Esta fue la semilla de 'Vidas Minadas', uno de sus proyectos.
"Eso me supuso encontrarme con las minas afectando a los civiles tras la guerra. La mayor parte de las víctimas son de la posguerra", cuenta.
Una de las personas involucradas en 'Vidas Minadas' es Manuel Orellana. Perdió las piernas cuando solamente tenía 20 años. Estaba recogiendo café en una hacienda de San Salvador. Manuel todavía recuerda cómo pasó todo. "Toda mi vida había vivido en guerra. Vivía en un pueblo muy pobre. Mis padres y yo trabajábamos en la agricultura. Luego, un 12 de diciembre de 1991 fuimos a cortar café. Ahí tuve la mala suerte de pisar una mina", explica en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.
"En esta historia está todo lo que tenemos que entender del mundo y la violencia"
Manuel consiguió llegar al hospital gracias a un camión que trasladaba café. "En ese momento, cuando explotó, iba pasando. Me bajaron con sacos a un lugar donde podía llegar una ambulancia y recogerme".
Gervasio Sánchez descubrió esta historia en agosto de 1997. "Yo regresaba por enésima vez a El Salvador. Buscaba una historia de un mutilado por una mina. Me presentaron a Manuel. Me dijeron que tenía 3 hijos. Y me fui con él. Me encontré con su encantadora mujer y sus hijos. Y ahí empezó la historia con él. Gracias a las redes sociales estamos en contacto", explica.
Para Manuel, conocer a Gervasio fue algo muy bonito. "Gracias a él, he podido estar en España tres veces. Gracias a su proyecto, las víctimas de las minas están siendo representadas".
El periodista cuenta su historia en un tríptico en el que se ve Manuel con su pequeña Tania. Explica también que ha sido muy laboriosa esta iniciativa pero, a su vez, está muy contento. "En esta historia está todo lo que tenemos que entender del mundo y la violencia.", concluye en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.