El primer sonido del día de Herrera en COPE: las elecciones en Francia, la extrema izquierda y la derecha

Sergio Barbosa repasa los principales titulares que marcarán la actualidad de este lunes 8 de julio de 2024

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Escucha el análisis de Sergio Barbosa a las 06:00 en Herrera en COPE del lunes 8 de julio

Redacción Herrera en COPE

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Sergio Barbosa, y presentador de 'Herrera en COPE', comienza el programa de este lunes analizando las principales claves de la jornada que pasan, entre otras cosas, por las elecciones en Francia, la extrema izquierda y la derecha.

"Son las seis, las cinco en Canarias".

"¿Qué tal? Buenos días. Saludos de Sergio Barbosa en nombre de la gente que hace posible Herrera en COPE en este lunes 8 de julio de 2024. 8 de julio ya. Y algunos contando los días para irnos de vacaciones, que es lo que la mayoría en estos momentos. Para qué nos vamos a engañar".

"O estás de vacaciones o te preguntan eso de, ¿y tú cuándo te vas? ¿Y dónde te vas? Entonces no te veo hasta tal día o entonces vamos a coincidir tal semana en el trabajo sacando adelante la faena ahí como se pueda. En este periodo en el que se trabaja con menos efectivos, aunque con la misma ilusión de siempre".

"Porque miren en oficios como la radio. Son muchas las jóvenes promesas que pegan sus primeros pinitos en estos meses de verano y quién sabe, tal vez algunas adquieran un protagonismo importante en años venideros. Eso el tiempo lo dirá. De momento, lo que sí le puedo asegurar de verdad de la buena, es que hoy nos espera un día en el que se va a notar que sube las temperaturas".

"Será una jornada de tiempo estable, salvo por alguna lluvia en Galicia, Cantabria y el Pirineo. En Canarias estará nublado en el norte de las islas y a diferencia de la península, allí sí notarán que hace un poquito más de fresco y bueno, además de la previsión del tiempo, otra cosa que les puedo asegurar porque está recién salida del horno informativo, son los resultados electorales de Francia y en Francia".

"La noticia es que eso que se suele llamar el cordón sanitario o la alfombra bajo la cual se suelen esconder los problemas que no se sabe, no se quiere o no se puede arreglar. Ese muro electoral ha vuelto a funcionar porque la estrategia consistente en que el centro de Macron y la izquierda no se pisarán la manguera en las urnas y no se restarán votos los unos a los otros en el objetivo común de frenar a la extrema derecha".

"Eso ha funcionado, pero ha funcionado de tal manera que ha acabado siendo una metáfora perfecta de los tiempos políticos que corren. Porque de tanto meter miedo con que venía la ultra derecha, al final la ultra derecha ha quedado tercera, es decir, ni mayoría absoluta para imponer un primer ministro, ni tan siquiera fuerza más votada". "El centro de Macron ha quedado segundo y quien ha ganado ha sido el bloque de izquierdas, donde el muy radical Mélenchon ya está exigiendo poder gobernar. Es decir. Óleo sobre lienzo. De cómo el miedo a la ultraderecha es la coartada perfecta para que acabe imponiéndose la ultra izquierda".

"Porque Mélenchon es un tipo con un programa económico disparatado que quiere sacar a Francia de la OTAN y que no esconde su antisemitismo. Así que ahora va a estar curioso ver que sucede con esta Francia en la que nadie va a tener mayoría en la Asamblea y en la que la opción menos mala sería que Macron consiguiera ponerse de acuerdo con el sector más moderado de la izquierda para colocar a un primer ministro de consenso y formar un gobierno de coalición".

"Siendo Francia un país en el que no tienen demasiada tradición a la hora de pactar un gobierno de coalición. Pero con todo, el gobierno de coalición entre moderados sería la opción menos mala, sin descartar que al final lo que haya sea una situación ingobernable porque la izquierda se sumerja ahora en una dinámica de luchas internas por ver quién lidera ese bloque, qué es lo que ya está intentando el radical Mélenchon al descartar cualquier tipo de coalición entre moderados, exigiendo ya que sin mayoría absoluta ni nada, que el gobierno de Francia sea para la ultra izquierda".

"El cordón sanitario ha funcionado para frenar a la ultraderecha poniendo una autopista a la ultra izquierda. 182 diputados con la Francia Insumisa liderando ese bloque de izquierdas en el que también van socialistas y ecologistas, lo cual viene a demostrar que la hegemonía social de Francia la tienen la izquierda ideológica y los bullies, que son los suburbios de franceses de origen inmigrantes".

"Si se movilizan, como se ha movilizado en esta ocasión, con una participación que no se veía desde 1981. Pero para que esa Francia despliegue su hegemonía demográfica tiene que usar el espantajo de que es la ultraderecha la que puede tener esa hegemonía".

"Y fíjense, al final Reagrupación Nacional se ha quedado con 143 escaños lejos de los 287 que son necesarios para la mayoría absoluta, con lo cual, después del serio toque de atención que le dieron 1/3 de los votantes franceses a Macron votando al partido de Le Pen en la primera vuelta, el establishment francés respira un poco más tranquilo".

"Es decir, el problema inmediato de cohabitar con un primer ministro de extrema derecha. Macron se lo ahorra, respira a Macron y se la jugó al convocar por sorpresa estas elecciones y a Bruselas, que no quería a una Francia con un presidente pro europeo diciendo unas cosas y un primer ministro de ultraderecha diciendo otras".

"Pero ahora viene el reto de evitar eso mismo, pero con esa parte de la izquierda que es tan antieuropeo como la extrema derecha, y con la tentación, además de cerrar los ojos a los problemas que han hecho que muchos franceses hayan optado por el partido de Le Pen".

"Porque hoy todo será decir que el partido de Le Pen ha fracasado, pero a nadie le puede pasar por alto que la derecha más radical, la que no hace muchos años era imbatible, ahora ha obtenido 143 escaños y los ha obtenido a pesar de los pesares, a pesar del doble muro de protección que se le ha puesto por delante".

"En primer lugar, el propio sistema de doble vuelta que hace que en Francia haya como una segunda oportunidad para que la gente se piense su voto, lo que ha votado en la primera vuelta. Y a ese muro de la segunda vuelta se le suman las propias maniobras políticas del cordón sanitario".

"Eso de que Macron y la izquierda se pusieran de acuerdo para retirar hasta 200 candidatos para que las terceras opciones con menos posibilidades de ganar no hicieran perder votos al centro de la izquierda. Claro, aquí entramos en un laberinto conductivo de lo más interesante, porque estás haciendo que la gente ya no vote lo que iba a votar en circunstancias normales, dependiendo de donde viva y donde vote a uno de centro le puedes haber invitado a votar a la izquierda, aunque le dé fatiguitas".

"O a uno de izquierdas le puedes haber llevado a que vote al partido de Macron, aunque Macron le de un poco de dentera, porque las encuestas decían que los votantes de Macron si les quitabas a su candidato natural allí donde tenían que votar un 30%, votaría por el candidato de izquierdas como mal menor".

"Pero un 12% iba a votar a Le Pen. Y tampoco está claro el porcentaje de abstencionistas que, hartos de que algunos se saquen siempre de la manga el comodín del cordón sanitario para afrontar los problemas más peliagudos que tiene Francia, cogieran y votaran a Le Pen. El caso es que finalmente Macron ha tirado una moneda al aire que ha descarrilado a la ultra derecha".

"Pero eso no quiere decir que el dilema de Francia se haya solucionado, ni mucho menos, porque Francia es un país en el que hay demasiada rabia y demasiado miedo. Rabia por no ser escuchada por las élites, miedo a la falta de integración de algunos inmigrantes o incluso de franceses de segunda tercera generación que no se reconocen franceses. Inquietud por un creciente problema de falta de convivencia y de seguridad en algunos barrios, sociedades, etcétera, etcétera".

"Y luego están los miedos que bien pueden compartir, tanto los que han votado LePen como los que han votado en contra de Le Pen, como es el miedo y la rabia por la falta de poder adquisitivo o el atasco del ascensor social. Y eso por no hablar de un país que sufrió la violencia yihadista de forma descarnada en la matanza de Bataclan, que ha visto como a unos críos los acuchillan a traición en un parque infantil o como un joven yihadista decapitada a un profesor de instituto".

"Todo eso, todo eso, deja huella en un electorado que no tiene por qué ser de extrema derecha. Lo que se entiende por extrema derecha y que ha podido votar a reagrupación nacional para dar un toque de atención a los que se refugian en el centro".

"No porque el centro sea malo, que de hecho el centro cuando funciona es la mayor garantía de estabilidad y prosperidad, sino porque hay un tipo de centro que es inoperante, que sólo sabe estar en el centro para o no hacer nada o acabar cediendo la hegemonía a la izquierda, que es lo que acaba de pasar".

"Y si Francia ha visto lo que ha visto o ha sido incapaz de organizar una final de Champions en un suburbio de París como Sanne, ni sin que robasen y agrediera a las aficiones del Real Madrid, del Liverpool es porque Francia tiene problemas que no se pueden esconder por más tiempo debajo de la alfombra o del cordón sanitario".

"Porque todo eso son miedos o inquietudes que si no se abordan de forma sensata, seguirán alimentando a a los extremos. Y eso es lo que seguirá alimentando a candidatos como Jordan Bardem, que es el candidato de la derecha radical que de momento no será primer ministro a pesar de una campaña de segunda vuelta marcada por alianzas políticas antinatura destinadas a impedir por todos los medios que los franceses elijan libremente una política diferente".

"La Agrupación Nacional está logrando hoy el avance más importante de toda su historia. Varela se guarda sus ganas de gobernar y ahora Macron tiene un problema. Es que la cohabitación con esa izquierda con la que también ha tenido fuertes roces, no va a ser fácil, con lo cual los analistas franceses no descartan ni el bloqueo político ni que Macron tenga que abusar de su facultad para sacar leyes en mayoría parlamentaria, ni siquiera una convocatoria de elecciones presidenciales, lo cual sería otro tiro al aire".

"En fin, hoy dedicaremos mucho tiempo a Francia, pero sin olvidarnos tampoco de los asuntos de España, como por ejemplo, el esperpento que dejó la declaración de Begoña Gómez ante el juez, declaración que fue una no declaración porque alegó desconocer de qué se le acusa y el juez para que no se le pueda poner un pero a su proceder judicial, aplazó la cita al 19 de julio".

"¿Habrá que esperar a ese día para que la mujer del presidente explique, entre otras cosas, cómo puede ser que de más de 50 cátedras extraordinarias que tiene la Complutense, la suya sea la única otorgada a alguien sin la titulación necesaria?".

"O si es normal convocar al rector en Moncloa o pedir a empresas participadas por el gobierno que te den gratis un software de más de 100.000 € que luego te apropias en tu beneficio profesional o firmar cartas de recomendación a empresas que te hayan ayudado a ti y que luego esas empresas logren adjudicaciones del gobierno que preside tu marido".

"Todo eso habrá que ver si se sustancia, pero como se ha comentado este fin de semana por ahí, con el enorme número de agentes que movilizó el gobierno para proteger a la mujer del presidente de una simple declaración judicial, si esos agentes hubiesen sido destinados, por ejemplo, a Barbate, la noche del atropello de la zodiac de la Guardia Civil, lo mismo dos agentes no hubieran muerto aquella noche".

"Pero aquí ya saben, las prioridades son las prioridades. Y la última prioridad del gobierno es enredar en el plan de la Iglesia para reparar a las víctimas de abusos. Hasta en eso tienen que meter cuchara y tratar de boicotear a su manera".

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