En 'Herrera en COPE'
"Tendemos a idealizar lo que hicieron los demás y a dinamitar lo que hicimos nosotros"
La Historia se escribe de historias, anécdotas y sobre todo de nombres, de personas y pueblos como nos descubren David Botello, Lorenzo Gallardo y Francisco Molina en "Los vikingos no tenían cuernos"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Historia se puede sufrir cuando es una asignatura y tienes que aprender la lista, por cierto interminable, de los reyes godos. Pero la Historia puede ser una fuente de sabiduría y la forma de evitar errores futuros si te la explican con humor, si te descubren que un imperio se fue al traste porque un señor pasó una noche muy apasionada con una señorita con la que no debió estar.
La Historia puede ser apasionante como se descubre en 'Los vikingos no tenían cuernos' de David Botello, Lorenzo Gallardo y Francisco Molina. Una forma de contar, de divulgar la Historia que están imitando en colegios e institutos, "esos nos cuentan, los profesores nos dicen que utilizan el programa de radio y televisión como fuente, les gusta mucho a los niños y los profesores lo utilizan como material didáctico y nos parece maravilloso", dice David Botello.
"La historia se construye para crear una identidad y también construye identidad de pueblo y tenemos un pueblo maravilloso capaz de grandes gestas con unos políticos que nunca han estado a la altura del pueblo" señala David.
El libro cuenta que los vikingos pasaron 40 días en Sevilla, ¿les pillo el mes de julio? "Les pilló un infierno porque no esperaban que al otro lado de las murallas de Sevilla iban a estar los musulmanes de Abderramán II con muchas ganas de darles para el pelo y con pocas ganas de ser dominados por estos señores que venían del norte y no se sabía bien de dónde venían. Se quedaron 40 días, intentaron venir varias veces a la Península Ibérica y siempre salían tarifando".
El primer 'latin lover' fue un poeta, "fue un embajador de Abderramán II que le tocó ir a hacer una embajada con los vikingos, era Al Zagal que era la gacela, muy guapo del que dicen que era famoso por el manejo de la ironía. Cuando le recibieron los vikingos le dijeron que tenía que inclinarse ante el rey y Al Zagal dijo que él no se inclinaba ante ningún rey pagano y entonces entró de espaldas en lugar de agachar la cabeza. Y luego tuvo una especie de carpe diem con la reina vikinga que no pudo resistirse a sus encantos y el tema acabó malamente", relata David Bottello.
¿Cómo llegamos a creer que los vikingos tenían cuernos? "El siglo XIX, que es el siglo del romanticismo y en el que se están creando los nacionalismos, se forjan grandes mitos y uno de ellos es ese, que los vikingos tienen cuernos, hay un escritor que dice que tienen cuernos, un ilustrador los dibuja porque parecía que los cuernos eran más terribles y luego Wagner en 'El anillo de los nibelungos' les pone cuernos maravillosos y ya todo el mundo acaba creyéndolo. Lo de los cuernos no resiste ningún análisis crítico porque cualquiera que sepa lo más mínimo de estrategia militar sabe que si tienes algún asidero acabarás perdiendo la cabeza y eso es lo que los vikingos no querían lógicamente por lo que no llevaban cuernos".
Siglo XV, los Borgia, "eran una familia de Játiva que consiguieron un poco por poder que con los Reyes Católicos consiguieron hacerse con el papado; Italia no existía, pero todas las grandes familias eran italianas y los papas siempre habían sido italianos y llega una familia de fuera que tenía más poder que los demás. Toda la leyenda negra la forjan las familias italianas que tenían las mismas ganas que ellos de controlar el Vaticano y la pobre Lucrecia es la que se lleva la peor parte, la llaman envenenadora cuando era una víctima de las conspiraciones de su padre" detalla el autor que niega que los Borgia fueran mejores o peores que los Médici, "no eran ni mejores ni peores, era gente con muchas ganas de poder y el poder hace que hagas cosas cuestionables y si solo nos fijamos en los Borgia, pues claro hicieron cosas feas, pero los Médici también las hicieron y han pasado a la historia como los que abrazaron el Renacimiento y los que apoyaron siempre la cultura. Eso es lo que pasa siempre con nuestra historia que tendemos a idealizar lo que hicieron los demás y a dinamitar lo que hicimos nosotros".
¿Qué hay de cierto en que Isabel, la Católica, envenenó a su hermano, el rey Enrique IV, porque tenía prisa en llegar al trono? "Es complicado en esta página de la historia saber lo que es cierto. Cierto es que Enrique IV muere en Segovia sospechando que había sido envenado en un momento en el que a los Reyes Católicos les interesaba hacerse la foto con Enrique IV que era el rey legítimo, habían montado una guerra civil, un montón de follones, pero querían acercarse al rey. De esa cena Enrique IV sale muy perjudicado del estómago, pero era un señor que estaba muy delicado, siempre estaba muy pachucho y un año después muere cazando en El Pardo. Hay muchas cosas raras en esa muerte, entre otras cosas porque los reyes de Castilla debían dejar un testamento no solo físico sino también verbal y un testigo dice que cuando va a morir le preguntan la heredera va a ser su hija Juana y dice sí y se lo repiten y dice sí. Entonces Juana la Beltraneja, que era la legítima heredera del reino de Castilla se queja y manda una carta a todos los nobles de Castilla diciendo que mi padre ha sido asesinado porque esta señora le envenenó y yo soy la legítima heredera. Se monta la Guerra de Sucesión con el desenlace de los Reyes católicos reinando en Castilla y Aragón".
Dicen que Isabel era una celosa patológica, "lo era, su madre Isabel de Portugal tenía los problemas mentales o incluso más que luego tendría la hija de Isabel, Juana. Juana ha pasado a la historia como la Loca y su abuela estaba mucho peor y esta genética de dudosa estabilidad la heredó Isabel".
La Historia y sus anécdotas interminables como que Quevedo era un gran bebedor, lo que llevó a Góngora a llamarle 'quebebo'. También tenía fama de bebedor Pancho Villa que nunca probó el alcohol y podríamos seguir porque la historia se escribe con innumerables nombres y sorprendentes relatos como que Hitler estuvo nominado para recibir el Premio Nobel de la Paz. "La Historia nos obliga a mirar al futuro y España se caracteriza por defender el mestizaje y nos ha hecho grandes. Por ello hay que pensar en grande, hay que pensar en Europa porque nos estamos quedando atrás y ahora todo está pasando entre EE.UU. y Asia y hay que pensar en hacer grande a Europa".