El verdadero papel de Alfonso XIII en en golpe de Estado de Primo de Rivera: clave para la Segunda República
En 'Herrera en COPE' hablamos con Roberto Villa, historiador e investigador, sobre el golpe de Estado de septiembre de 1923, que hoy cumple 100 años
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Cien años son los que se cumplen hoy mismo de uno de los momentos históricos que marcaron nuestra historia contemporánea: el golpe de Estado que dio paso a una dictadura (o "dicatablanda") de Miguel Primo de Rivera. Fue una "sublevación" que se consolidó sin un solo tiro y sin oposición, aunque, de este golpe, se ha dicho mucho que el rey Alfonso XIII fue quien conspiró y participó en él.
Pero, ¿es eso cierto? ¿Qué grado de implicación tuvo el soberano en ese evento histórico? Es lo que nos preguntamos en Herrera en COPE, donde hemos hablado con Roberto Villa, profesor de Historia Política en la Universidad Rey Juan Carlos y autor del libro 1923, el golpe de Estado que cambió la historia de España.
Él, por cierto, es claro en este aspecto: no hay pruebas que vinculen al rey Alfonso XIII con este golpe de Estado. "España como país llevaba un camino de democratización parecido a otras monarquías y el golpe supone desviarnos de ese camino e introducirnos en un periodo constituyente con varios regímenes y donde comenzamos a tener en común con otros países" explicaba.
Y es que hay que remontarse a cómo era la España de esos años, que, para este profesor, era "un país mucho más moderno de lo que se dice, aunque más atrasado económicamente. El cambio social viraba bastante".
El verdadero papel de Alfonso XIII en el golpe de Estado de 1923
Roberto Villa nos recordaba que el rey, en ese momento, adecuó perfectamente su papel a la "función arbitral" que tiene el monarca desde 1876, que no era otra que "arbitrar entre los partidos y gobiernos y entre los políticos y fuerzas armadas, suele decirse que interevenía más en política de lo que debería, hasta sus límites" explicaba.
Aun con todo, la valoración del rey por parte de los españoles era positiva y, contrario a lo que se cree, ganó bastantes adeptos y amplió "ese campo monárquico. Salvo por ciertas cuestiones de las fuerzas armadas, no era un rey discutido" explicaba Roberto Villa.
Y es que Alfonso XIII tenía muy claro que tenía que ser "un rey soldado. Es decir, era la cúspide de la politica española, pero también de las fuerzas armadas, a quien el ejército reconociera como suyo y eso motivó la amistad con los mandos más importantes del ejército".
Sin embargo, todo empezó a cambiar a partir de 1917, en un contexto internacional bien difícil, igual que el del nacional. "Hay un problema enorme, se rompen las reglas por las que se regía la monarquía constitucional y rompe la alternancia pactada entre las dos fuerzas políticas. Hay gobiernos cada vez más débiles con muy poco margen de maniobra, y está el problema de la guerra de Marruecos y el nacionalismo" aseguraba.
Esta situación tan convulsa, ¿propició un golpe de Estado con aprobación del Rey? "No hay ninguna prueba de que alentase, motivase, conspirase o participase en el golpe. Es más, lo precipita la postura contraria del rey a que los militares se hicieran cargo del poder diez días antes".
"Primo de Rivera nos lo cuenta en el manifiesto, dice que los políticos profesionales han secuestrado la voluntad del rey, es decir, que el rey no ha aceptado las exigencias de los militars y eso les ha impulsado a tomar el poder ellos".
La razón por la que se necesita contar este relato
Roberto Villa tiene muy claro que el relato de que Alfonso XIII participó en el golpe de Estado es muy beneficioso para sustentar las bases de la Segunda República. "Si el rey es un rey perjuro, si ha violado la constitución, la ruptura revolucionaria de la Segunda República es legítima, sino, carece de legitimidad. Por eso, esta historia de la implicación del rey queda establecido como un relato oficial por parte de las cortes constituyentes de la Segunda República para legitimar ese cambio de régimen, que no se establece de manera legal" aseguraba.
Por eso, recuerda a otros historiadores y estudiantes del tema: es necesario un método de investigación en donde toda información se contraste.