La verdadera intención de Puigdemont con la cuestión de confianza a Sánchez: "El fugado pretendía una humillación personalísima"
José Antonio Zarzalejos pone el foco en lo acordado este martes en su 'Sexto Sentido'
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En el análisis de lo que ocurrió este martes, hay que interrogarse sobre el porqué de la resistencia de Sánchez a que se votase una proposición de Junts para someterse a una cuestión de confianza y la insistencia de Puigdemont de imponerla como condición indispensable.
José Antonio Zarzalejos pone el foco en este asunto en su sección 'El Sexto Sentido' de 'Herrera en COPE'.
"El peor fracaso de Pedro Sánchez es que ya aparece como un perdedor irreversible. No tanto y no solo porque haya tenido que rectificar el decreto ley ómnibus después de haber propalado a los cuatro vientos que no lo haría. Eso en él es habitual.
No lo es que se haya comportado tan desaprensivamente. Porque al admitir que se tramite en el Congreso una proposición no de ley de Junts para que presente una cuestión de confianza, ha admitido también que quede afectada una de las prerrogativas constitucionales más definitorias de las que corresponden al presidente del Gobierno.
Puigdemont le ha tocado la cara. Y le ha infringido una derrota no política, sino estrictamente personal y, por lo tanto, humillante.
Sólidos constitucionalistas -como los catedráticos Eloy García en El Confidencial o Ana Carmona en El País- han advertido seriamente de que tramitar la proposición de Junts establecería un precedente que disminuiría la institucionalidad de la jefatura del Gobierno.
Pocos parecían explicarse la razón de la insistencia de Junts en que su proposición era una condición sine qua non para salvar solo las medidas urgentes de carácter social en el nuevo decreto que ayer aprobó el Gobierno.
El fugado pretendía, esa es la clave, y ha logrado, la humillación personalísima de Pedro Sánchez que ha alcanzado así la condición política más ínfima, la menos respetable y la más peligrosa, porque demuestra que, no solo que está dispuesto a despiezar el Estado en sus transacciones, sino que también lo está a arrastrarse con tal de que se le garantice su estancia en el poder.
Creo que ayer, el presidente del Gobierno resultó, más que nunca, como un hombre demediado, derrotado por su propia ambición y, quizás, por sus propios temores.