Álvaro Sáez, sobre las clarisas de Belogrado: "Para los católicos esto solo puede provocarnos dolor"

Álvaro Saez reflexiona sobre la decisión de las Hermanas de romper con la Iglesia Católica, y reivindica el valor de las Consagradas: "Asumen los problemas del mundo"

Redacción Religión

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Es triste, es muy triste que la Iglesia, que la información religiosa, que las historias que hay detrás de cada una de las noticias que contamos únicamente ocupe las portadas de los periódicos o el prime time de la televisión cuando ocurren tragedias, espectáculos lamentables como el de esta semana con las monjas clarisas de Belorado...

Para los católicos esto no puede más que provocarnos tristeza, pena, dolor... Porque esto no ha sido otra cosa que un ataque a la vida consagrada, al pilar que sostiene la Iglesia. Y es normal que este tipo de acontecimientos, el que una o unas monjas, abducidas por los delirios de unos estafadores, renuncien a la Iglesia Católica, genere morbo.

Con este tipo de sucesos es normal que se genere morbo, que se genere curiosidad. Y aquí habrá cosas que tardaremos mucho tiempo en descubrir, en conocer los detalles, en averiguar cómo hemos llegado hasta aquí... porque es verdad que todo parece muy raro. Son muchas las incógnitas sobre lo que ha ocurrido aunque, sea lo que sea, esperemos que todo concluya con la vuelta de estas religiosas clarisas al seno de la Iglesia madre y misericordiosa.

En cualquier caso, que esto nos sirva para recordar la importancia que tiene la Vida Consagrada. Porque mientras los titulares se centran en escándalos, hay cientos de contemplativas que, fieles a la Iglesia católica, siguen dando testimonio callado y sencillo. Rezando y trabajando.

España es el país del mundo con más monasterios de clausura, 712, a los que pertenecen un total de 7.906 monjas y monjes. Todos con nombres y apellidos, como el de Sor María de Gracia.

Ella reside en el convento de Santa Marta, en Córdoba. El más antiguo de la ciudad con 560 años de historia, albergando a personas que rezan por ti y por mi. Y ella vive en primera persona lo que realmente debería preocuparnos de la Vida Consagrada, y es que el ritmo del cierre de conventos se ha acelerado con una media de 17 monasterios al año.

Esa entrega incondicional a la voluntad a Dios es algo que probablemente nunca entenderemos y que solo unos pocos podrán experimentar. Y todo nace del abandono a Dios desde la libertad.

No despreciemos el valor de la oración. La Vida Consagrada es el pulmón de la Iglesia. Asumen los problemas del mundo, las enfermedades, las dificultades, las cosas importantes, y las que realmente no la tienen. Piensa que a las clarisas les llevamos huevos para que no llueva el día de nuestra boda.

No están alejadas del mundo, rezán por ti y por mi. Así que a todos ellos que os dedicáis a cargar con nuestros problemas a base de oración... Gracias

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