Un camino a través de la esperanza para encontrar un sentido a la infertilidad: "Desenterrar mitos y quitar miedos"

Cristina López del Burgo, autora de 'El camino de la infertilidad', soñaba con formar una familia numerosa. Ahora ayuda a cientos de matrimonios que han vivido su misma experiencia 

Redacción Religión

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'La Linterna de la Iglesia' ' se acerca a una realidad difícil, pero para la que hay esperanza. Es la que viven muchos matrimonios que no pueden tener hijos. Cristina López del Burgo, médico, profesora de la Universidad de Navarra y especializada en la investigación de la sexualidad y la fertilidad, ha publicado  'El camino de la infertilidad' (Alienta editorial).

La infertilidad es algo cada vez más frecuente, por la edad a la que habitualmente nos planteamos la paternidad hoy día. afecta según los expertos a una de cada seis parejas, y supone un auténtico reto para una familia. La propia Cristina lo vivió en primera persona: «Mi marido y yo nos casamos en el 2001 y soñábamos con tener hijos. De hecho, queríamos tener una familia numerosa. A los pocos años vimos que los hijos no llegaban, entonces consultamos con los médicos, hicimos algunas pruebas y nos confirmaron que efectivamente no podíamos tener hijos. Me fui dando cuenta que muchas parejas se sentían muy solas, muy incomprendidas y con mucho miedo, precisamente porque nadie les había hablado de qué supone este camino. Entonces llegó un momento en que decidí abrir una cuenta en Instagram para hablar abiertamente de la infertilidad, ir desterrando mitos y ayudar un poco a quitar miedos. Y de ahí surgió el libro».

Cristina sabe bien que cuando la infertilidad se hace un hueco en nuestras vidas, se desata una verdadera crisis vital. Y mal gestionada, puede dar lugar a la tristeza, la culpa, la rabia o la envidia al ver cómo otras parejas consiguen tener hijos. Entre los retos destaca «el tener que hacer frente a comentarios y juicios de otras personas católicas que piensan que no tienes hijos porque eres egoísta o que la santidad de un matrimonio está en función del número de hijos que se tengan. Eso es duro y la verdad es que es un reto para los matrimonios católicos».

'El camino de la infertilidad', una reflexión sobre la esperanza después de la crisis

Un reto, además, que te sitúa ante una encrucijada porque, como ella misma la define, la adopción es una auténtica vocación, «y no todos estamos llamados a ella, quizás nuestra forma de amar es otra. Y hay que descubrirlo».

Ella aconseja: «Seguir confiando en Dios en esos momentos de oscuridad antes a Cruz. Hablar mucho, en el matrimonio, contarse lo que viven, lo que sienten. Y que luego hablen con alguna otra pareja que ha pasado por lo mismo, con algún profesional, con algún sacerdote, porque viene bien sacar lo que llevamos dentro y a veces necesitas que alguien te acompañe en ese camino. Y, por supuesto, también les recomendaría que leyes en mi libro porque ahí van a encontrar muchas respuestas y pueden encontrar un poquito de luz».

Para ella, las ayudas más valiosas son «las personas que saben escuchar sin juzgarte, tengas o no tengas hijos; aquellas que te recuerdan que eres única, que eres único, que vales infinitamente con hijos o sin ellos, y que son capaces de mostrarte con su vida o con sus palabras que el amor siempre da fruto. Para mí esas son las mejores ayudas».