El incidente que cambió la vida de Rafa, un militar que realizaba maniobras en Valladolid: "Los oí crujir"
Ángel Expósito narra en COPE la historia de un militar de 25 años al que el transporte de un carro de combate hace ocho meses fue un antes y un después
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El director de La Linterna, Ángel Expósito, y la directora de Mediodía COPE, Pilar García Muñiz, relataban esta semana la historia de Rafa, un militar al que un incidente hace ocho meses le cambió la vida para siempre. Y es que este miembro del ejército, de 25 años, se encontraba hace poco más de medio año realizando maniobras desde la ciudad gaditana de San Fernando hasta Valladolid, donde le esperaba un destino brutal y que realta él mismo en los micrófonos de COPE.
"Dolor, tristeza o incluso rabia. Los duelos son procesos difíciles, con los que aprendemos a soltar", comenzaba el director del programa. "No hay un único motivo por el que pasarlo, ni tampoco dura un tiempo determinado. Lo que está claro es que son momentos inevitables y que todos, en menor o mayor medida, pasamos por ellos", añadía el comunciador de COPE el pasado jueves. "Rafael Martínez está en pleno duelo. Hace exactamente ocho meses desde que su vida cambió para siempre".
El incidente que cambió la vida de Rafa
"Todos tenemos guardada una fecha concreta. Un momento en el que nuestra vida se paró, y dio un giro de 180 grados. En el caso de Rafa, fue el 10 de agosto de 2022", explicaba Pilar García Muñiz en La Linterna. Rafa tiene 25 años, pertenece al ejército y estaba destinado en el Regimiento de Artillería de Costa nº4. Esa mañana de verano estaba realizando una maniobra, más concretamente estaban transportando una pieza de San Fernando (Cádiz) hasta Valladolid. Cuando por fin llegaron, empezaron a descargar la pieza, pero ocurrió lo peor:
"Era llevar un carro de combate Santa Bárbara a Valladolid, lo escoltamos hasta allí y, con la mala suerte de que, una vez llegamos al cuartel y bajarlo del camión en el que lo transportábamos yo estaba entre las dos ruedas del Santa Bárbara y una me cogió un pie", recordaba el propio Rafa en los micrófonos de COPE. El obús cogió el pie a Rafa, que se cayó al suelo y empezaron los diez minutos más largos de su vida.
"Eso no hay quien lo pare. Me tiré al suelo esperando prácticamente que me pasase pro encima, porque eso es un segundo y medio. Lo siguiente que escuché fue un crujido de mis huesos, como una traca de petardos. Me quedé en el suelo tirado y en el tiempo que llegó al ambulancia pensé un montón de cosas".
Las consecuencias del accidente con el Santa Bárbara
Rafa no sabía muy bien lo que estaba pasando. Lo único que tenía claro era que el dolor que sentía era inimaginable. Desde que se desvaneció en el suelo hasta que llegó la ambulancia pasaron esos 10 minutos que comentabas, y que Rafa sintió como horas. Fueron unos minutos en los que el dolor se apoderó completamente de la situación.
Lo que si que recuerda Rafa es que le vinieron cientos de pensamientos, y a cada cual peor. Pero sin duda, lo que más pensaba era que estaba lejos de su familia: "Pensé desde 'me voy a morir lejos de mi familia' a pedir por favor que acabasen con mi sufrimiento, que me mataran, que no podía más".
Su superior hizo todo lo posible por mantenerle consciente hasta que llegase la ambulancia. Lo más importante era mantener la calma, y que Rafa no se pusiera aún más nervioso. Rafa no recuerda mucho de la conversación que mantuvieron, pero si se acuerda de que no sentía varias partes de su cuerpo. Pero afortunadamente, la ambulancia llegó: "Recuerdo no sentirme el cuerpo, de cintura para abajo no lo quería mover. Cuando vino la ambulancia lo siguiente que recuerdo son muchos sueños. Lo primero que tengo de conciencia es mi hermana preguntándome 'Rafa, si sigues con nosotros saca la lengua'".
Un infierno de más de 20 operaciones
El joven permaneció en el hospital de Valladolid durante dos meses y medio. Allí fue intervenido en varias ocasiones, no recuerda muy bien cuántas. Le trataron con medicinas muy fuertes y algunas bastante adictivas. Tras ese tiempo le trasladaron a Madrid, donde comenzaron de nuevo las operaciones. El infierno por las curas, por esos opiáceos que tuvo que volver a tomar. Y porque justo en ese momento, Rafa se dio cuenta de la gravedad de su accidente.
En una de esas intervenciones estuvo a punto de perder la vida. Su cuerpo empezó a fallar, le tuvieron que poner 16 bolsas de sangre. Pero afortunadamente, salió: "Estaba todo movido de sitio, me faltaban intestinos, los pulmones no me funcionaban, los riñones tampoco y la vejiga estaba rota. En Madrid fueron las operaciones más largas y más importantes porque ya me habían salvado la vida, pero ahora tenían que darme calidad de vida", recordaba en La Linterna
Más de 20 operaciones, ha estado a punto de perder la vida. Pero Rafa sigue vivo, ha perdido una pierna, ha pasado momentos muy complicados, pero es todo un ejemplo. Porque, después de haber estudiado un grado en Sistema electrotécnicos y automatizados, ahora lo que quiere es empezar a estudiar psicología. Para ayudar a personas que, como él, tengan que 're-aprender' a vivir: "Es un duelo porque, aunque esté contento por haber salido adelante, ahora me enfrente a una vida sin una pierna. Es un choque con la realidad cuando llegas a tu casa y en tu rutina normal volver a aceptar con los cambios. Hay ratos buenos, malos y medianos, es una montaña rusa".
Y en todo este proceso, hay unas personas muy importantes: su familia. Sus padres, Rafael y Antonia, su hermana, sus amigos, y Blanca, su novia. Ahí han estado todos al pie del cañón: "No tengo palabras con cómo se portó mi novia, con la que acabo de hacer 10 años juntos. Mis amigos me hicieron una fiesta increíble y están todos los días detrás de mí", concluye.