Investigadores del CSIC descubren los primeros rostros humanos de Tartessos: "Lo que pensábamos era falso"

El divulgador científico Jorge Alcalde explica en La Linterna de COPE quiénes eran los Tartessos y qué significado pueden tener estas representaciones humanas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Vamos a volver al cole por un momento. ¿Recuerdas los pueblos que habitaron la península antes de los romanos? Están los Celtas, los Íberos, los Fenicios, los Lusitanos... Gracias a la arqueología hemos podido conocer muchas cosas de todos ellos. Sin embargo, hay una cultura que continúa envuelta en el misterio: los Tartessos.

Esther Rodríguez, codirectora del yacimiento de Casas del Turuñuelo (Badajoz), un conjunto histórico que nos ha permitido conocer un poco mejor a este pueblo: “Está construido completamente en tierra. Su estado de conservación es excepcional porque los moradores que vivieron en él se ocuparon de sellarlo y ocultarlo, lo que nos ha permitido rescatar una arquitectura, hasta la fecha, excepcional”. Aunque en ese lugar nunca se había descubierto nada como lo de esta semana, unas piezas claves para conocer más sobre los Tartessos.

Un descubrimiento clave en Badajoz

El divulgador científico Jorge Alcalde explica en La Linterna de COPE quiénes eran los Tartessos: “Es ese pueblo -hasta ahora misterioso- que habitó el suroeste de la península ibérica entre 1.200 y 500 a.C. Tuvieron que tener un gran impacto cultural en su época porque los historiadores griegos y romanos hablan de ellos con excelencia. Tuvieron un gran comercio del cobre y otros metales, decían que las platas del rey Salomón procedían de Tartessos. Siempre han estado envueltos en el misterio, no se sabe qué relación tenían con otros pueblos”.

¿Qué restos dejaron los Tartessos en la Península aparte de los de Casas del Turuñuelo?: “Hay casi 15 yacimientos tartésicos en España, como el tesoro de El Carambolo en Sevilla. En este yacimiento se ha descubierto, por primera vez, las figuras de un rostro del pueblo tartésico, hasta ahora no había pruebas de su iconografía humana”. Desde hace unos días, podemos saber un poco más de los Tartessos. Todo gracias a ese último hallazgo en Casas del Turuñuelo y es que, por primera vez, hemos visto rostros hechos por ellos: “Se trata de un conjunto de relieve -posiblemente que formaran parte de una misma escena- donde se representan a varios individuos. Hasta la fecha hemos localizado los restos de cinco de ellos: dos más completos que pudieran pertenecer a figuras femeninas, un posible guerrero del que conservamos parte de un casco y otros dos fragmentos que intuimos que podrían ser una mujer y un hombre”, explica Esther.

¿De qué podría tratarse este conjunto de figuras?: “De estos pueblos se sabía que tenían una cultura decorativa muy grande, una representación arquitectónica muy grandes... pero se pensaba que eran unos pueblos anicónicos, es decir, que no tenían representación icónica humana. Se pensó que, o bien por religión o creencias, no representaban el cuerpo humano y esto es falso, se ha descubierto que sí”. Jorge Alcalde se pregunta cuáles eran los motivos de los Tartessos para representar el cuerpo humano: “¿Seguían la estela de las culturas clásicas, griegas y romanas, donde se representan a los dioses y a los hombres en los templos? ¿Seguían estelas de las culturas fenicias donde estas representaciones eran más relacionadas con la labranza o situaciones del día a día del ser humano? No lo sabemos, pero gracias a estas investigaciones nos ayudará a saber qué representaban esos hombres y mujeres... Si eran una diosa y un guerrero, o si eran una mujer y un hombre en estado de labranza”.

Investigadores del CSIC hallan las primeras representaciones humanas de Tarteso

CSIC. 18 de abril de 2023. - Los trabajos realizados en el marco de la V campaña de excavaciones en el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz) sacan a la luz los restos de cinco relieves figurados del siglo V a.C., los primeros pertenecientes a la cultura tartésica (siglos VIII-IV a.C.). El descubrimiento se ha realizado durante la excavación del sector Este del yacimiento, el área por el que se accede al patio del edificio donde se documentó un masivo sacrificio de animales, principalmente caballos. Lo insólito del nuevo hallazgo es que las representaciones corresponden a rostros humanos.

El equipo del Instituto de Arqueología, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Junta de Extremadura, dirigido por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez, ha confirmado que, del conjunto recuperado hasta la fecha, dos de los relieves figurados se encuentran casi completos y corresponden a sendas figuras femeninas adornadas con destacados pendientes o arracadas que representan piezas típicas de la orfebrería tartésica.

Hasta el momento, estas piezas de oro solo se conocían a través de los hallazgos realizados en enclaves como el yacimiento de Cancho Roano o dentro del conjunto que conforma el tesoro de Aliseda, un ajuar funerario tartésico hallado en Cáceres. Dada la calidad técnica y el detalle artístico con el que fueron elaboradas, parece que nos encontramos ante la representación de dos divinidades femeninas del panteón tartésico. Sin embargo, los investigadores no descartan que se trate de personajes destacados de la sociedad tartésica.

Junto a las dos figuras femeninas, se han recuperado otros fragmentos de relieves. Estos pertenecen, al menos, a otros tres individuos, uno de ellos identificado como un guerrero al conservarse parte del casco.

Este extraordinario hallazgo supone un profundo cambio de paradigma en la interpretación de Tarteso, considerado tradicionalmente como una cultura anicónica por representar la divinidad a través de motivos animales o vegetales, o a través de betilos (piedras sagradas). Por último, el hallazgo no hace sino incidir aún más tanto en la importancia del yacimiento como en la transcendencia de la cultura tartésica en el valle del Guadiana durante sus últimos momentos.

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