Joana, víctima de la inteligencia artificial: "Cuando vi la fotografía, sabía que no era mi cuerpo"

La Linterna ha puesto el foco en los peligros de la inteligencia artificial, si no se hace un buen uso de ella, y analiza, junto a un experto en nuevas tecnologías, sus avances

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Linterna ha puesto el foco en los peligros de la inteligencia artificial si no se hace un buen uso de ella. Hace unos años programábamos a un ordenador para que hiciera restas y sumas; ahora, con la inteligencia artificial, hemos creado una tecnología que permite que un ordenador sea capaz de aprender y ofrecer un razonamiento como si fuera un ser humano.

Esto abre la puerta a muchos avances, por ejemplo en medicina, pero también pone sobre la mesa un sin fin de cuestiones éticas. Que puede atentar directamente contra la dignidad de las personas.

“Fui víctima de la IA. Me enviaron una fotografía a través de mi Instagram en la que estaba completamente desnuda, pero yo sabía que no era mi cuerpo y que, además, era una foto que habían agarrado de mi cuenta”. Joana ha sufrido este verano un caso muy parecido al de las niñas de Almendralejo. Alguien cogió una foto suya en bikini de su Instagram y mediante una aplicación, le quitaron el bañador: “En ese momento me empecé a sentir muy ansiosa por el hecho de que la IA pueda hacernos creer cosas que no existen”.

Este tipo de prácticas no son nuevas, ya se hacía a principios de los 2000 mediante el uso de Photoshop, pero necesitabas ciertos conocimientos para manejar esa herramienta y ahora, esas aplicaciones de las que habla Joana, están al alcance de cualquiera en internet.

Sam Altman, CEO y Cofundador de OPEN IA, es considerado uno de los padres de esta tecnología y este verano, ante el congreso de los Estados Unidos, alzó una voz de alarma. Alertó sobre el crecimiento que puede sufrir la inteligencia artificial y admitió estar asustado porque pudiera escaparse del control de la humanidad. Su mensaje llegó hasta tal punto que lo comparó con un arma de destrucción masiva: “Mis peores temores son que causemos un daño significativo al mundo. Queremos ser muy claros de lo que puede pasar”

La inteligencia artificial, una tecnología imparable

La IA Cuenta con toda la información disponible que hay en internet y con un sistema de autoaprendizaje, por lo que vemos caras en cuerpos falsos, voces artificiales, respuestas supuestamente razonadas. Aunque estamos hablando de un delito, no hay percepción de que lo sea y nadie tiene la sensación de que esté haciendo algo ilegal. En el caso de las niñas de Almendralejo, que son menores de edad, se ha incurrido en un delito de pornografía infantil virtual tipificado en el código penal.

En enero de 2017, en California, en el centro de conferencias de la ciudad costera de Asilomar, más de un centenar de expertos en inteligencia artificial de distintos lugares del mundo están reunidos bajo una premisa aparentemente sencilla: analizar de qué forma esta tecnología es beneficiosa para el ser humano. Los profesionales invitados tuvieron tres días por delante para debatir cómo ha de desarrollarse la inteligencia artificial en el futuro.

Juan Diego Polo, experto en nuevas tecnologías y fundador del portal 'WHATS NEW', aclara en La Linterna que la inteligencia artificial “no entiende de ética ni moral, no entiende de nada. No tiene sensación de causa y efecto. Una IA solo es entrenada con millones y millones de datos. Si le digo que me cambie el color de mi ojo lo va a hacer de forma perfecta, pero no sabe si eso que hace está bien o está mal”.

El experto ha querido quitarle dramatismo y sostiene que la inteligencia artificial tiene muchísimas cosas positivas: “El poder dar un diagnóstico médico con precisión asombrosa va a ser asombroso. También la productividad dentro de las empresas eliminando trabajos repetitivos. Todo esto va a evolucionar de una forma sorprendente. Podríamos hablar de muchísimas cosas buenas, la IA no es algo malo”.

Los límites de la inteligencia artificial

¿Podría la IA alterar los resultados electorales?: “No se podrían alterar resultados electorales porque solo hace lo que les pedimos. La IA solo procesa datos para crear cosas nuevas, no para manipular”, explica Juan Diego. En cuanto a si podríamos llegar a ver robots soldados, el experto no tiene dudas: “Si creamos un robot que tenga suficientes sensores y le ponemos un sistema de IA para que realice ciertas acciones, es técnicamente posible. Tardaremos en verlo por cuestiones económicas. Estoy seguro de que dentro de 50 años, habrá robots que actúen de forma similar a un ser humano”.

Juan Diego Polo sostiene que no se puede prohibir utilizar la inteligencia artificial para crear un sistema que, por ejemplo, resuma textos, “lo que sí se debería prohibir es que las personas puedan entrenar sus propios sistemas de inteligencia artificial”, pero “la puerta ya está abierta y no hay marcha atrás”.

A pesar de todo esto, la IA no puede llegar a competir con la mente humana: “La IA va a ser más rápida en llegar a conclusiones o en crear ciertas cosas artísticas, pero el ser humano tiene la capacidad de encontrar soluciones creativas y la IA no puede”. En todo esto jugará un papel muy importante la legislación: “Hay que legislarlo, pero tiene que ser alguien que conozca el tema, porque entonces se van a poner leyes que no encajan con la realidad tecnológica. Pasarán cosas muy serias y se tienen que poner límites de qué es o que no es delito. Tardará unos años y esperemos que no se generen más problemas de los que está habiendo”, espera.

Ángel Expósito finalizaba con una reflexión: “Al igual que un martillo puede servir para construir una casa... en las manos equivocadas puede arrebatar una vida”.

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