El método de una profesora de Marbella para acabar con las peleas: "Los que se quejan son los padres"

Expósito analiza la cada vez más complicada situación de los docentes en nuestro país y por qué cada vez más de ellos dejan su trabajo

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Sólo en el último año casi 2.000 maestros han llamado al servicio del defensor del profesor pidiendo ayuda por amenazas, acoso, agresiones físicas o falsas acusaciones. El 7% son agresiones físicas. Y uno de cada cuatro ha padecido alguna de estas situaciones por parte de padres o alumnos.

Estas actitudes agresivas, como empujones, insultos o ciberacoso, han aumentado un 6% en la Formación Profesional y hasta un 47% en secundaria. Por eso, este martes La Linterna analiza con los propios profesionales el motivo tras esta escalada de violencia: métodos, casos de dimisiones y testimonios duros que son el ejemplo de la caída del respeto hacia una profesión que, hace sólo años, lo ostentaba.

EL 90% DE LOS PROFESORES VIVE SITUACIONES DE VIOLENCIA EN SU COLEGIO, SEGÃ?N UN ESTUDIO

El 90% de los profesores vive situaciones de violencia en su colegio, según un estudio / Europapress

Profesores que renuncian

Ánjel Fernández, de Arnedo, en La Rioja, ha decidido abandonar la docencia después de 15 años dando clase: “Uno tiene otra salida, pero también porque ir muchos días a un trabajo y sentir que es un lugar que no quieres ir, no tiene mucho sentido, por más que apriete lo económico o lo profesional”, asegura en COPE.

Una de las razones para continuar, comenta, es “por vergüenza torera y hacer mejorar a los chavales”. “Pero llega un momento que no merece la pena ir a un sitio donde no eres feliz”, añade. Un relato que Ánjel cuenta en su libro, 'Había del verbo haber: Diario del instituto'. “Nunca dejamos de aprender, nunca dejamos de enseñar, entonces algo que debería ser sinónimo de felicidad no lo está siendo”.

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¿Se ha perdido la autoridad?

Ánjel responde a Ángel Expósito que tiene “la sensación de que hemos pendulado, hemos venido de una sociedad machista y posfranquista, y nos hemos ido al otro extremo”. Así, recuerda que, personas que eran respetada por todos y representaba una autoridad, en las dos últimos década han ido perdiéndolo.

“Estamos tratando de descubrir las razones, pero yo creo que se ha perdido esa autoridad, y es porque en casa se ha perdido el reflejo, hacia las personas mayores, por ejemplo. Antes era normal que una persona mayor te corrigiese en la calle por algo malo que estuvieses haciendo, hoy sería impensable”.

Reconoce también que admira a los compañeros que son capaces de salir del instituto y desconectar. “Pero la inmensa mayoría de los seres humanos lleva los conflictos a casa y carga con ello. Lo más curioso es que te lleva días resolverlos, mientras ellos, por la edad, tarda horas en olvidarlo”, concluye.

Adolescentes, clase de instituto, escuela.

Adolescentes, clase de instituto, escuela.

El método de una profesora de Marbella para las peleas

El auge de las pantallas y las redes sociales ha jugado un papel crucial en todo esto. Cuando un niño está cansado de una conversación durante la comida, coge el móvil. Cuando se aburre de ver una serie la cambia. Y cuando se cansa de ver vídeos en redes busca otro. La propia Guardia Civil advertía la semana pasada que cada vez se encontraban con más casos de violencia entre adolescentes nacidos, precisamente, a través de redes sociales.

“Porque el móvil está encima de la mesa, porque está respondiendo, porque le escribe la madre, porque le hace una foto al culo de la profesora...” Mariló es directora del Instituto Dunas de las Chapas de Marbella. Lleva en el cargo poco más de un año y su primera medida nada más llegar a la dirección docente fue prohibir tajantemente los móviles en el centro. “Yo miraba desde mi despacho y veía al alumnado con la cabeza hacia abajo. Ahora el nivel de peleas en el centro ha bajado estrepitosamente, porque detrás de un móvil parece que soy más fuerte”.

Lo curioso de este caso es que cuando Mariló tomó la decisión de prohibir los teléfonos en las aulas. La mayor parte de las quejas, no venían de los alumnos, venían por parte de los padres: “Hay padres que no lo entienden, pero ese móvil les abre la puerta al mundo, lo sientan, le dan un móvil y no le explican nada, y eso se nota una barbaridad. Desde las relaciones sexuales entre ellos o se nota hasta en las preguntas que te hacen”.

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