El miedo de los migrantes a cruzar el Darién: "Sabemos que hay cadáveres y serpientes, pero es lo que toca"

Ángel Expósito describe cómo es la ruta migratoria del Tapón de Darién, cuáles son los peligros que los migrantes se encuentran en el camino y por qué lo hacen

Redacción La Linterna

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La Linterna ha ido a uno de los sitios más peligrosos del mundo. Ángel Expósito, con parte de su equipo, ha viajado hasta la selva que une Colombia con Panamá. Este punto se conoce como el Tapón del Darién, "un lugar infernal" donde este año medio millón de personas, la mayoría venezolanos, han cruzado con destino a la frontera de Estados Unidos. En un programa especial, el director del programa ha descrito cómo es esta ruta migratoria, cuáles son los peligros que los migrantes se encuentran en el camino y por qué lo hacen.

Paul, Katy y la pequeña Ariana

Ángel Expósito ha estado hablando con Paul y Katy. Ninguno supera los 30 años y viajan con su hija, Ariana. Los tres están de celebración porque la pequeña cumple 10 años. Desde hace una semana viven en la playa. Guardan sus cosas dentro de una barcaza de madera, muy parecida a un cayuco. Utilizan un plástico azul para tapar sus cosas y aquí pasan los días. Cuando llueve intentan dormir bajo el techo de uno de los chiringuitos, pero a las 5 o 6 de la mañana tienen que salir de ahí porque los dueños de los locales no quieren verles. Esta es su situación cada día.

Paul es alto y delgado. Está en pantalones cortos y sin camiseta. Cuenta que en los últimos días ha estado trabajando, vendiendo caramelos, para tratar de regalarle algo a su hija por su cumpleaños. Aunque todavía no han reunido lo suficiente para comprarle un pastel de cumpleaños, esperan conseguir el dinero suficiente durante el día.

Paul, Katy y la pequeña Ariana tratan de llegar a Estados Unidos atravesando la selva de Darién

Cuando Expósito le pregunta por qué quiere atravesar la selva, responde sin titubeos: tiene que trabajar para darle un futuro mejor a su hija y por eso huye de su país. De hecho, entre las nacionalidades de los migrantes, la que más crece es la de los ecuatorianos. El país está sufriendo una grave crisis, sobre todo de seguridad: “Yo soy chef. Pero no hay muchos puestos de trabajo y hay mucho crimen. El trayecto fue largo. Viajamos desde Ecuador. Llevo aquí una semana esperando a reunir la cantidad de dinero necesario para poder pasar”.

Al hablar con Paul lo que más llama la atención es el tema del dinero... ¿Cuánto le cuesta el viaje? ¿Cuánto tienen que pagar a las mafias? ¿Cómo lo van a conseguir?: “Tenemos que reunir, exactamente, mil dólares. Tenemos como 400 dólares, por lo que nos faltan 600 dólares. Estamos comunicándonos con nuestras familias de Ecuador para ver si nos pueden ayudar. Los de la lancha nos cobran 330 dólares para poder cruzar”.

Los presidentes de Panamá y Costa Rica abordan en el Darién la crisis migratoria

EFE/ Bienvenido Velasco

Pero más sorprendente aún es al lugar al que quiere llegar. No quiere ir a Estados Unidos: “Quiero llegar a Estados Unidos y pasar hasta Canadá porque dicen que hay más trabajo. Me dicen que en Estados Unidos ya hay mucho inmigrante y tampoco están dando mucho trabajo. Familiares que tiene amigos en Canadá me dieron esa información, me dijeron que no me quede allí. En Canadá te dan trabajo y una ayuda para que tengas hijos para que haya más población. Esta es la información que me dieron”.

"Nos toca cruzar, regresar no es una opción"

Paul y familia están convencidos de que podrán atravesar Estados Unidos y de que una vez se instalen en Canadá tendrán las ayudas necesarias para salir adelante. Katy, la mujer de Paul, es incapaz de dejar de sonreír. Relata que la vida en la playa no es fácil. No hay baños públicos y para ir al servicio a hacer sus necesidades, en los establecimientos cercanos, les cobran 2.000 pesos colombianos, unos 50 céntimos. Un dinero que no tienen, pero que tienen que hacer un esfuerzo, sobre todo para la pequeña, por una cuestión de dignidad. Su mayor preocupación sin lugar a dudas es su hija: “Nos asusta cruzar el Darién porque hemos escuchado muchas historias de que hay cadáveres, muchas serpientes, pero tenemos la ilusión de tener un mejor futuro y, aunque asuste, nos tocará cruzar”.

Aunque sabes que esto no es fácil, la familia tiene claro que no darán media vuelta: “Nos han informado de que Estados Unidos no está permitiendo cruzar, pero la esperanza es llegar hasta la frontera y tratar de pasa como se pueda. La situación de nuestro país está muy grave y regresar no es una opción. En Ecuador se ha incrementado mucho la mafia, ponen bombas en las escuelas y estás sentado en el parque y llegan en motocicleta y les matan. Es imposible volver a Ecuador”.

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