Olivia, profesora de escuela infantil, describe cómo es su día a día: "Si lloran a la vez, no tienes manos"
La Linterna analiza cuál es la realidad de los profesionales de estos centros infantiles y por qué reclaman mejores condiciones de trabajo: "Es imposible llegar a todo"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El primer ciclo de infantil engloba a los niños de edades tempranas de entre 0 y 3 años. Es una etapa muy importante, ya que proporciona a los más pequeños diversos beneficios relacionados con el desarrollo de habilidades cognitivas, emocionales o sociales. En España, cerca del 75% de las familias llevan a sus hijos a este tipo centros infantiles. Un dato que está muy por encima del promedio del resto de los países de la Unión Europea.
“Como padre es fundamental tener una escuela infantil a la que poder llevar a los niños mientras mi mujer y yo acudimos al trabajo”. Carlos tiene dos hijos, uno de tres y otro de un año. Por un tema de trabajo le es imposible cuidar de sus hijos durante la mañana, así que los deja en un centro infantil. Para él y su mujer la labor es indispensable y son muy conscientes de la responsabilidad que asumen los profesores al cuidar de ellos.
Al trabajo que realizan cada día los profesionales de estos centros infantiles hay que sumar las reuniones que tienen con los padres de manera casi constante. Mamen, profesora de Educación Infantil en Madrid, cuenta que tienen “un contacto diario a través de correos electrónicos, una reunión trimestral grupal y, como mínimo, una tutoría al año”.
Atienden a 8 bebés a la vez o a 14 niños que acaban de aprender a andar. Las altas ratios imposibilitan que puedan descansar ni un solo momento, más allá de la media hora que tienen para comer. Los niños son niños y es muy difícil controlar absolutamente todo: “Hay veces que queremos abarcar tanto que es imposible llegar a todo. Es una responsabilidad tremenda porque son niños muy pequeños y nosotros solo tenemos dos ojos y dos manos”.
El día a día de un profesor de una escuela infantil
Las tareas de una profesora de primer ciclo de infantil van más allá de cuidar y supervisar a los más pequeños. Para saber un poco más sobre su labor, Ángel Expósito ha hablado con Olivia Martínez, que lleva casi veinte años ejerciendo de profesora de primer ciclo de educación infantil en Salamanca.
La profesional explica cómo es un día a día en una jornada de trabajo de una maestra de infantil: “Las jornadas son largas. Nosotros, si la escuela infantil se abre a las 8, a las 8 tienes niños, y si cierra a las 4, hasta las 4 tienes niños... No tienes tiempo ni para comer porque estás siempre con ellos, no los puedes dejar”.
Durante todo el curso tienen que organizar y preparar muchas iniciativas para que aprendan y disfruten a la vez los más pequeños. Aunque la profesora apunta que depende mucho de cada día, es complicado abarcarlo todo: “Cuando te mueves en etapas tan tempranas, no puedes programar lo que vas a hacer porque son niños que un día han pasado mala noche, otros que están más activos... Hay días que puedes hacer el 50% de las cosas que tenías pensado hacer y otras que no”. Para Olivia, lo más importante es atender la parte emocional.
"Si tienes ocho bebés y te lloran los ocho a la vez, no tienes manos"
“Cuando cambio un pañal no solo le cambio un pañal, también le canto una canción”, señala haciendo ver que los profesores de estos ciclos no pueden separar lo asistencial de lo educativo. Olivia Martínez pone en valor el papel esencial en la vida de los más pequeños: “Hay recientes estudios donde afirman que los niños que han acudido a una escuela infantil aumentan un 6% las notas de matemáticas”.
Para concluir, la profesora defiende los motivos por los que muchos de sus han decidido ir a la huelga: “Por supuesto. No se trata de confrontar, sino de pedir mejoras. En esta etapa, de cero a tres años, se sientan las bases de la seguridad y la autoestima de un niño. Para nosotros es muy importante el poder atender a los niños a nivel emocional. Si tienes ocho bebés y te lloran los ocho a la vez, no tienes manos. Si no somos capaces de cuidar esto, no estamos apostando por un futuro como sociedad”.