Un catedrático de la Complutense se sincera sobre la diferencia entre dar clases a jóvenes de 20 años y mayores de 65

Durante los últimos años las universidades españolas están recibiendo a unos alumnos un tanto peculiares, ya que se salen de el perfil de estudiante que todos tenemos en nuestra cabeza. Gente ilusionada, que quieren volcarse en la pasión que han tenido toda la vida, personas que quieren retomar algo que en su momento no pudieron. Estos universitarios de los que hablamos son los jubilados.

Los expertos prevén que dentro de unos años en las aulas universitarias podríamos encontrarnos con que hay un 50% de estudiantes que llegan de la secundaria y otro 50% de matriculados que dejaron el colegio cuando eran jóvenes.

Y es que estos mayores de 65 que están volviendo al sistema educativo son personas que por circunstancias de la vida no pudieron terminar sus estudios o no les dejaron matricularse en el grado que a ellos les hubiera gustado.

Que estas personas acudan a las aulas universitarias no solo les beneficia a ellos mismos en múltiples aspectos, sino que también puede favorecer el desarrollo de los jóvenes con los que comparten aulas en varios ámbitos, tal y como ha señalado en 'La Linterna' Carlos Seohane Pardos, Catedrático de Química Orgánica de la la Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina.

¿QUIÉNES SON ESTOS MAYORES UNIVERSITARIOS?

Las carreras más solicitadas por estos estudiantes, cada vez menos raros de ver en las universidades, son grados de ciencias sociales, como pueden ser: historia, arte o filosofía.

El catedrático señalaba que hay tres situaciones por las que una persona jubilada opta por cursar un grado universitario a día de hoy. "Una, profesionales que aún están en activo y, por razones de su propio proceso profesional, les interesa hacer una carrera complementaria o más relacionada con su tema profesionales en momento. El segundo grupo son los jubilados que quieren hacer algo después de terminar su carrera profesional. De estos, algunos que se incorporan a carreras de universidad permanente y otros a lo que llamamos universidades mayores".

¿QUÉ OFRECE LA UNIVERSIDAD A LOS MAYORES DE 65?

Lo que mueve a estas personas a convertirse en universitarios a su edad no es solo la ilusión por saber más de algo que les apasiona o por terminar sus carreras. La realidad es que continuar en el sistema educativo ayuda mucho a estas personas a nivel cognitivo.

"La agilidad mental que las personas tienen cuando estudian, el esfuerzo que tienen que hacer, la viveza que tienen que tener en su mente cuando están trabajando, cuando están atendiendo las clases, cuando están participando en preguntas o en debates en las clases, eso tiene un valor incalculable para un cerebro de una persona madura", apuntaba el profesor de la Complutense.

La universidad ofrece para estas personas incorporarse en las aulas con el resto de alumnos o, en ocasiones, clases con gente con más edad. Aún así, Carlos Seohane ha insistido en que el método no cambia, sobre todo en el caso de que sea el mayor el que se integra en un plan en el que la mayoría de los alumnos son gente joven.

JÓVENES Y JUBILADOS JUNTOS

Existen Pruebas de Acceso a la Universidad para mayores que cuando las superan acaban compartiendo clase con chicos de entre 18 y 22 años... Esas relaciones intergeneracionales acaban siendo muy positivos en el ámbito educativo y también son importantes para el desarrollo social y económico de la sociedad.

Mientras que los mayores que llevan a cuestas toda una carrera profesional “son personas que están dispuestas a trabajar muy duro”, tal y como explica el catedrático. Esto puede favorecer a los jóvenes que les acompañan en el aula ya que son personas "mucho menos tímidas que los jóvenes a la hora de intervenir y participar en la clase. Son muy decididos en sus planteamientos, porque tienen experiencia y hablan de cosas de las que saben, no solo de las que están esperando a aprender", matiza el catedrático.

Para los jubilados también es una gran oportunidad mezclarse diariamente con gente más joven ya que esto les regala "la sensación de novedad, la sensación de rejuvenecimiento, la sensación de empezar cosas nuevas", como ha comentado Carlos Seohane.