Deja los estudios en Lanzarote, explica en redes que el motivo está en su físico y, al mostrarlo, se vuelve conocida

Expósito cuenta la historia de Margarita, una lanzaroteña con millones de seguidores que relata lo diferente que es su vida por su condición física

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

En España el abandono escolar temprano se encuentra en un 13,9% según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), mientras que, concretamente en las Islas Canarias, el porcentaje se sitúa en el 11%, la octava comunidad autónoma del país. En muchas ocasiones los motivos se encuentran en la situación social de las familias y, en otras situaciones, es el propio entorno el que empuja a los alumnos hacia fuera. 

Como cuenta este viernes en La Linterna Ángel Expósito, ese ejemplo es el caso de Margarita, de 25 años y de Lanzarote, y que ha contado en los micrófonos de COPE que para ella tuvo que ver con un detalle de su aspecto físico. Así, decidió comenzar a relatar su situación en redes sociales, donde rápidamente se volvió conocida.

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Niña asiste al colegio con mochila

La condición física de una lanzaroteña

Carolina tiene 31 años y sufre un trastorno que ha afectado a su físico durante toda su vida, una condición que, como explica en La Linterna, le dificultaba su día a día en el colegio cuando era niña. “Desde los 13 años hasta los 18 años estuve sin bajar al recreo porque el recreo no era accesible”. Realata que sus compañeros “se tenían que turnar” para quedarse con ella aunque, confiesa, nadie quería. “Entonces todo el mundo se escapaba y yo me acuerdo de los recreos estaban completamente solas”.

Una situación similar vivía Margarita, que ahora tiene 25 años y que, por aquel entonces, le empujó a abandonar los estudios. En su lugar decidió centrarse en crear contenido para redes sociales y se convirtió en su vía de escape; era su forma de expresar lo que llevaba tanto tiempo guardando. Y es que Margarita tiene acondroplasia o, una discapacidad que les afecta físicamente.

TikTok

Captura de imagen de la cuenta de Margarita (Margui)

“Empecé porque me encantaba grabar, me encanta grabar, me encanta hacer contenido. Y empecé porque a mí me gustaba”, explica en La Linterna. “No pensaba en las críticas que me iban a hacer porque en sí ya estaba cansada de que la gente me tuviese ignorada, entonces al final hacía lo que yo quería y con amor propio”.

Burlas por su físico

Pero las críticas que durante toda su vida había recibido por la calle o en el colegio se transformaron en comentarios devastadores en sus publicaciones de TikTok. Algunos de sus seguidores, de manera anónima, se escondía detrás de una pantalla para hacerle daño.

      
             
      

“Recibí muchas críticas, muchas amenazas, por supuesto”, relata a Expósito. “Me amenazaban constantemente, me decían que yo no podía vivir”, denuncia. Como un ejemplo, desvela Margarita (@newmargui) tenía una pareja me decían 'por qué'. “Por qué yo tenía pareja y ellos no”. “Y eso al final te perjudica psicológicamente, pero tenía esa fuerza y esa valentía de seguir. Y decir, bueno, pues yo estoy con esta persona porque yo también tengo sentimientos y no tiene nada que ver mi discapacidad”, asegura.

Así, cada vez que alguien le escribía un comentario negativo, en la cabeza de Margarita se repetía la misma frase: 'No hace daño quien quiere, sino quien puede'. De esa forma consiguió hacer caso omiso de esas palabras que solo buscaban destruirla. “Yo me paraba y decía, en realidad lo que te están diciendo no es lo que tú ves en ti”, explica en La Linterna. Se decía a sí misma que los comentarios, en realidad, no tenían razón. “En fin, yo seguía con mi contenido, yo seguía haciendo lo que me gustaba, me daba igual lo que la gente dijera, lo que criticara”.

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Acondroplasia

Al fin y al cabo, a Margui le hacía sentirse feliz. “No iba a dejar de hacer algo porque una persona me hundiese”, concluye.