Un joven con dos idiomas y un master va a terapia en Madrid y su neuropsicóloga revela que el diagnóstico rompe con lo que se esperaría

Las personas neurodivergentes se encuentran con múltiples barreras para adaptarse a la sociedad 

Imagen de un hombre en terapia
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Jara Muñoz

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¿Has escuchado alguna vez hablar sobre cerebros neurodivergentes? Aunque este concepto pueda sonar extrañan su significado es muy sencillo. 

Seguro que si que has escuchado algo sobre el espectro autista, la dislexia o el déficit de atención e hiperactividad, más conocido como TDAH. Todos ellos son propios de personas neruodivergentes, lo que quiere decir que tiene un cerebro que funciona de manera distinta.

Las personas con esta condición neurológica se encuentran con dificultades para adaptarse a lo que la sociedad les exige. También se enfrentan a largos procesos hasta que consiguen un diagnóstico para entender qué es lo que les sucede. A pesar de que la neurodivergencia no es una enfermedad, todos estos factores pueden terminar provocando serios problemas de salud mental en este grupo de la población.

ADAPTARSE A UN ENTORNO NEUROTÍPICO

Es normal que las personas con neurodivergencia se choquen cada día con dificultades que alguien neurotípico ni siquiera notaría. Esto "afecta a su autoestima ya que en muchas ocasiones se sienten incomprendidos y rechazados. Esto ocurre cuando sienten que no encajan con las expectativas sociales", como ha explicado la neuropsicóloga Aurora Moreno en 'La Linterna'.

Los que tienen TDH o trastorno del espectro autista suelen sentirse muy presionados por encajar en un entorno neurotípico, es decir, diseñado para gente con un funcionamiento neurológico muy diferente al suyo.

La ciencia se afana en conocer a fondo a nuestro cerebro

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Esto puede desembocar, en muchos casos, en estados depresivos o "agotamiento, causa de esa sobrecarga sensorial", explicaba la neuropsicóloga.

DENTRO DE UN CEREBRO NEURODIVERGENTE

Las características que hacen a estos cerebros "diferentes" pueden llegar a influir significativamente en la vida laboral, social o escolar.

Lo primero que debemos saber es que no perciben de la misma forma su alrededor a como lo haría una persona neurotípica. Tampoco procesan la información ni se comunican con los demás de la misma manera que el resto.

Una de cada cuatro personas en España tienen un cerebro neurodivergente

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Una de cada cuatro personas en España tienen un cerebro neurodivergente

Dentro de este funcionamiento cerebral, "los patrones de pensamiento pueden ser diferentes unos de otros. Algunos pueden tener habilidades para pensar de manera lógica y otros para pensar en imágenes", ha aclarado Aurora Moreno.

"SUS DIFERENCIAS NO SON UN DEFECTO"

Para evitar dañar la salud mental de la gente con autismo o TDAH la neuropsicóloga recomienda "promover rutinas claras, que les van a producir una sensación de control y organización".

También es importante romper con los estigmas sociales que se tiene sobre estas personas y crecer en el conocimiento sobre cómo adaptar las oportunidades educativa o de empleo a su funcionamiento neurológico, ya que en muchas ocasiones "se les pide que se normalicen".

La realidad es que "sus diferencias no son un defecto", aclara la neuropsicóloga. Ha explicado que uno de sus actuales pacientes l pregunta "por qué dicen que soy diferente?". Este chico, a pesar de saber dos idiomas, tocar el piano y estar haciendo un máster, se percibe excluido en su entorno por sus diferencias.  Por eso destaca que lo más importante es "que reconozcan las diferencias de su funcionamiento cerebral, pero como algo valioso y no como un defecto".

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