Julia, de Carlet, cuenta en La Linterna cómo le ha contado lo que ha pasado por la DANA a sus hijos

Los niños, especialmente los más pequeños, son los que más sufren porque en muchos casos no saben que es lo que ha pasado

David Nieto Cortés

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Las consecuencias que ha tenido la DANA, principalmente a su paso por la provincia de Valencia, han sido el caos y la destrucción de manera masiva. Estas consecuencias, aunque son muy cuantiosas y abultadas en cuanto a los daños materiales, que es lo que se ve en las imágenes, se acentúa mucho más en las cabezas de los que lo han perdido todo.

Pero ese todo pasa incluso a un segundo plano cuando se trata de hablar de las vidas humanas, que son lo más importante. Y es que a estas alturas, la cifra de desaparecidos sigue siendo muy alta, especialmente porque las comunicaciones, tanto físicas como las carreteras, como virtuales en el caso de la telefonía móvil, no funcionan.

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ROBER SOLSONA….20241030…VALENCIA……ZONA DE ALFAFAR DESPUES DE LA DANA.

Y es en situaciones de este tipo en las que la salud mental se convierte en algo todavía más imprescindible si cabe. En Utiel, uno de los lugares más afectados, fue cuando se desbordó el Río Magro cuando comenzó la tragedia. Aparentemente, cuando se llega al municipio todo parece normal, aunque con ramas caídas y barro por la calle, pero cuando se llega a la zona baja del pueblo, solo se puede ver caos y destrucción.

Los niños

Es esa zona baja del pueblo se encuentra el centro educativo, completamente anegado por el agua y el lodo. No hay duda de que recuperar las clases no va a ser cosa de unos días, y se presenta la situación difícil, el como contar lo sucedido a los niños de una manera que les afecte lo menos posible pero sin engañar a nadie. Y lo más difícil, entretenerles. Porque no hay cole, pero tampoco hay parque, ni tele, ni internet ni nada.

La CONFER hace su donación a Cáritas para ayudar a los damnificados por la DANA

Está claro que son los mayores los que lo pierden todo, pero su situación y solidez humana les permite asimilarlo de otra manera. Los niños y jóvenes no pierden nada en comparación, pero con la diferencia de que, sobre todo, en el caso de los más pequeños, ni siquiera saben lo que está pasando.

Los más mayores de los niños, los adolescentes, los jóvenes, saben lo que pasa e incluso asimilan mejor que los adultos esta situación. Esto se debe, según dice una profesora, a que el tiempo que han pasado en algunos lugares es menor, sus amistades son distintas, y además, que en algunos casos ya están acostumbrados a episodios de inundaciones en los que han tenido que ayudar.

      
             
      

La salud mental

La neuropsicóloga de La Linterna, Aurora García Moreno, afirma que a los niños más pequeños son los que más sufren , ya que no saben lo que está pasando. El estrés o los ataques de ansiedad son los principales rasgos que muestran, aunque en algunos casos también cuentan con un escudo que les impide mostrar esos sentimientos de manera inmediata. Ellos, por supuesto, ven lo sucedido pero no saben ese por qué sucede.

Además, la situación se agrava cuando han sufrido pérdidas de familiares que no son capaces de asimilar. Y en algunos casos, quedan secuelas que mostrarán a futuro. Es importante saber como contárselo a los niños, y no ocultarles información, porque en ocasiones como esta, sí o sí, van a empezar a preguntar que pasa, por qué no hay luz, por qué no hay cole... y en definitiva que donde está su rutina.

Ayudar a superar esas situaciones es lo que se debe hacer, pero es muy difícil. A los niños se les debe contar todo pero teniendo en cuenta su edad y sus sentimientos. El niño debe poder expresar sus emociones para poder ayudarles de una manera mejor, afirma Aurora, la neuropsicóloga. "Todos nos podemos recuperar de esta situación, pero no todos lo hacemos al mismo tiempo", remarca Aurora.

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