Luis del Val: "Los comunistas que nunca vivieron en el comunismo hacen leyes para fortalecer a los okupas"

El periodista reflexiona sobre el problema de la vivienda en España 

Luis del Val

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En la Rusia comunista nunca hubo ninguna familia rusa que no dispusiera de un piso para vivir. Bueno, no un piso entero para toda la familia, claro, pero sí una habitación con derecho a cocina. Es decir, que siempre había un techo y unas paredes. Tampoco hubo nunca un parado, todo el mundo tenía un puesto de trabajo. Recuerdo un viaje al comunismo y en la puerta interior de una especie de cooperativa agrícola había dos puestos de trabajo, un ciudadano que nos abrió la puerta y al otro lado una ciudadana que cerró la misma puerta al paso de la comitiva. A pesar de tener asegurado techo y trabajo, las fronteras estaban vigiladas con alambradas y soldados armados para impedir que los desagradecidos se fueran a países capitalistas más prósperos, más ricos y más libres.

Algunos comunistas que nunca vieron con sus ojos cómo eran las sociedades comunistas sueñan con arreglar los problemas de la vivienda sin pensar que el capitalismo se regula por la oferta y la demanda. Cuando la oferta supera la demanda, las cosas están baratas y al revés. Así que en cuanto quisieron aplicar límites al alquiler, uno de cada tres pisos se retiraron del mercado y se pusieron a la venta. Resultado, subida espectacular del alquiler y equilibrio de los precios de venta de pisos.

Desde hace tres años, Pedro I el Mentiroso anunció viviendas sociales para aumentar la oferta del alquiler y sucesivamente ha prometido hasta unas 280.000 viviendas de alquiler social, pero todavía no se han hecho los planos de la primera vivienda social. Además, los comunistas que nunca vivieron en el comunismo hacen leyes para fortalecer a los okupas, así que el propietario de un piso ni torturado lo pone en alquiler. Eso sí, el alquiler estará mal, pero mira, se han creado puestos de trabajo en las nuevas mafias relacionadas, las que protegen de que el piso no se ocupe y la mafia de matones que despachan a los okupas por su gran poder de convicción. Alquileres caros por la escasa oferta, más asesores gubernamentales que viviendas sociales y nuevas mafias. El bingo está completo. ¿Algún bingo más?