El médico le da una mala noticia al nacer que acaba haciéndole conocido en Cuenca: "Aspiro al Louvre"
Lorenzo Higueras cuenta a Expósito cómo convirtió una idea durante la pandemia en algo que le reportó miles de euros
Madrid - Publicado el
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Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en España hay definidas hasta 7.000 enfermedades raras, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años, y que deja hasta tres millones de personas que las padecen. Uno de ellos es Lorenzo, el protagonista de la historia que ha contado este jueves en La Linterna Ángel Expósito.
Y es que el médico le dio la mala noticia casi al nacer: llegó con una discapacidad motora del 80%, fruto de la conocida como la artrogriposis múltiple congénita, una de las más raras de las 7.000 que se registran en el país. De hecho, solo la padecen uno de cada 3000 niños. Pero eso no le ha frenado, sino que, a través de buenas ideas y voluntad, le ha llevado hasta a ser reconocido en Cuenca, su ciudad natal.
El trabajo más difícil de Lorenzo
Para Lorenzo Higueras nacer con una discapacidad motora no le supuso ninguna limitación, sino todo lo contrario, un impulso para perseguir un sueño. Como él mismo cuenta en COPE, las barreras tanto físicas como mentales están para derribarlas. “El trabajo más gordo para una persona que tiene una minusvalía es aceptarte a ti mismo y, una vez lo has hecho, lo demás va más o menos fluido”.
De hecho, a artrogriposis múltiple congénita genera una serie de trastornos congénitos muy raros que producen múltiples contracturas articulares al nacer. Lorenzo sigue una filosofía de vida de la que deberíamos tomar nota. “Tener una discapacidad no es bueno, ¿que tengas que ver el lado positivo de las cosas? No te queda otra”, reconoce a Expósito el joven de 25 años.
“Aunque no hubiese tenido esta discapacidad hubiera sido como soy, porque soy una persona alegre, pero es verdad que te la hace más fuerte, porque dependes de otras personas y te hace ser más alegre, con más paciente, si no tratas bien a las personas no consigues nada”.
Un nuevo cometido
Y es que, con tan solo 4 años, Lorenzo tomó una decisión clave: se convirtió en el becario más joven de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. Desde niño pinta con la boca y con los pies. Con los años comenzaría a estudiar derecho por vocación, pero fue en aquella etapa universitaria cuando lo tuvo claro: su futuro pasaba en la pintura. “Al final uno busca refugio en donde uno buenamente puede y claro, como ya he pintado tanto tiempo pues al final algo que nos gusta, algo que disfruto hacer, algo que no me importa las horas que tenga que echarle”, explica en La Linterna.
En España, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, el 34% de la población sufre algún problema de salud mental, ante los que podemos rendirnos o luchar. Lorenzo es de las primeras personas. “Me refugié en la pintura porque me gusta, me apetece, me pone de buen humor. Intento hacer cosas que le vayan bien a mi cabeza, aunque no siempre funciona porque la cabeza es muy jodido”.
La idea durante la pandemia
Lorenzo lleva 21 años plasmando su mundo sobre un lienzo. 'Trabajar, trabajar y trabajar' es su lema. Su discapacidad le ha ayudado a crecer artísticamente. “En la pandemia empezó a ser caras y la verdad es que con mucho entrenamiento al final resulta que se me va a dar bien”, explica a Expósito. Así, de hacer una marina “a hacer cualquier cosa con una calidad buena”. “La progresión va para arriba y es lo que realmente importa”, celebra.
Así, la pandemia fue un punto de inflexión para depurar su técnica .. Este joven conquense es capaz de crear obras realistas gracias a los movimientos del pincel sujeto por su boca y los pies. Actualmente sus cuadros alcanzan los 1.000 euros. “Yo no te puedo explicar la sensación de pintar con la boca porque es muy raro. Para mí es lo más normal del mundo y todo lo que quiero hacer lo hago”, comenta Lorenzo, que explica que es una persona muy organizada en su trabajo.
De Cuenca, al Louvre
“La paleta la tengo en una mesa, me lo puedo poner yo perfectamente porque la tengo apoyado”, explica el joven sobre cómo pinta cada día. Tiene los colores, aunque no usa una paleta de colores amplia, tiene su vaso con aguarrás donde lo limpia, y asegura que se apaña sólo perfectamente, “lo único es a bajar o subir el lienzo si lo necesito”.
No te puedo explicar la sensación de pintar con la boca porque es muy raro"
Pintor con la boca
El artista conquense ya ha expuesto en su ciudad pero aspira a llevar su obra a otras salas de exposición. “Yo agradezco cualquier zona o espacio donde se me permita exponer de mis obras y poder enseñarlas, ya sea en la ciudad en Cuenca, sea en Madrid, que me den la oportunidad, fuera de España por supuesto”.
Pero Lorenzo aspira a mucho más: “Obviamente una de las cosas sería el Prado, Louvre, Moma, donde sea”.