Soldados del Ejército dejan una carta en un colegio de Catarroja y a la profesora de infantil aún le cuesta leer lo que pone

María Amparo, docente del colegio San Antonio de Padua I, explica a Expósito cómo ha sido el regreso a las aulas y la huella que la riada ha dejado en los niños

Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

No ha sido una navidad fácil para los más pequeños en las localidades de Valencia afectadas por la DANA, que asoló hace más de dos meses a municipios como Paiporta o Catarroja, donde se ha trasladado este martes el director de La Linterna, Ángel Expósito. Y es que el 7 de este enero de 2025 ha supuesto la vuelta al colegio para centenares de niños en las zonas afectadas.

En una de las aulas improvisadas del colegio San Antonio de Padua I de Catarroja, dentro de una carpa que también hace de comedor, el comunicador de COPE ha compartido clase con diez alumnos de tres, cuatro años. “Son los más pequeños y todo un ejemplo para todos en esta zona cero”, señala el periodista.

EFE

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María Amparo, la profesora de infantil, ha ayudado a Expósito a preguntar a los más pequeños, que respondían que los militares habían ido a la localidad “a arreglar el colegio y a arreglar el patio”. Un momento que sacaba la sonrisa de todo el programa, que comenzaban a reír al escuchar los comentarios de los niños sobre los uniformes de los militares.

Los militares y los niños

La docente señala que, a nivel de voluntariado tras todo lo ocurrido en los municipios valencianos afectados, los niños “van a estar más formados que otros niños que no han pasado por lo que aquí”. Y es que esos pequeños han visto el fango, el barro, e incluso los muros de su colegio destruidos. “Les va a costar menos cuando sean mayores, cuando digan de ayudar, porque a mí me han ayudado”.

“Les va a costar menos tener conciencia solidaria”, comentaba el director de La Linterna, a lo que la profesora confirma que “sí, ellos lo han mamado desde pequeñitos, lo han visto”. “Y eso es lo que te llega en realidad”, añade.

La carta del Ejército

Expósito ha querido preguntar a la profesora por una anécdota que conocía por otra persona y que sabía que no era nada fácil de contar para María Amparo. Una historia que tiene que ver con una carta y un mensaje dentro: “vinieron estas navidades del ejército 60 militares, y nos hicieron un dibujo para los niños, que cuando viniesen supieran que habían estado aquí, que les había encantado al cole y que habían venido a ayudar”, comenta.

      
             
      

Adrián Gil

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Así, junto a ese dibujo, los efectivos militares pusieron una frase al lado para que los profesores la leyeran a los niños. “Muy emotivo, la verdad”, confiesa la mujer, mientras Expósito le pedía que la leyese en voz alta. Un mensaje que decía:

Del 28 de diciembre: “Queridos niños, este año habéis demostrado una gran fuerza tras los retos de la DANA. Sois su ejemplo de valentía y unión. Que esta Navidad os llene de alegría, amor y sueños cumplidos. Feliz Navidad. Ejército del aire y del espacio”.

Me emociono al ver a los militares por lo que están haciendo, por también por cómo nos han tratado"

María Amparo

Profesora de infantil en Catarroja

Un texto que firman el ala 23 y el ala 78 y la firma de los propios soldados. “La verdad es que han estado súper bien”, reconoce la profesora que, explica, se emociona nada más verlos. “Ya no solo por la labor que están haciendo, que es imprescindible, sino por cómo nos han tratado, la forma de estar con los niños y la forma de hablarles, con mucha alegría, no sé, ha sido la verdad muy emocionante”.

      
             
      

La huella de la DANA en los niños

Pero, ¿cómo han vuelto los pequeños a las clases? ¿Cómo les ha afectado la riada? Para su maestra, los niños “tienen una forma de adaptación tremenda”. “Es verdad que al principio no dimos clase, era un poco a nivel emocional ver cómo estaban, y la verdad es que venían y te daban contestaciones de mayores”. Pero, poco a poco han ido adaptándose. “Tanto los mayores que nos dan fuerza a ellos, porque los vemos bien, como ellos en el colegio están muy felices, muy tranquilos, y yo creo que muy bien”.

Pero, en general, María Amparo asegura que la riada ha supuesto un desastre para la localidad, tanto a nivel material como a nivel humano, “porque aquí han fallecido muchas personas”. “El abuelito de un niño, un familiar, un amigo, el garaje, los niños eso lo saben”. Y es que a ellos no se les ha ocultado nada, comenta la profesora.

“A nivel profesional, yo creo que esto no estamos preparados a nadie, es verdad que como es vocacional, sacas de ti lo que tienes dentro: amor por los niños, por tu vocación, y que en una carpa puedes dar clase perfectamente, porque es vocacional”, concluye.