¿Por qué toman los migrantes la peor travesía para llegar a Europa? Las claves de la ruta más mortífera
Después de la tragedia sucedida este fin de semana, aún no se han encontrado todos los cuerpos, es prácticamente imposible que alguno esté con vida
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Hablar de migraciones últimamente se ha convertido en sinónimo de hablar de Canarias, y no precisamente para bien. La ruta que atraviesan los migrantes para llegar a Europa a través de estas islas españolas es la más mortífera de todas, algo que se corrobora con el último naufragio, a tan solo siete kilómetros de la isla de El Hierro en el que volcaba un cayuco con 84 personas a bordo y que ya se considera como el peor naufragio de una patera en los últimos 30 años.
De esos 84 migrantes, de momento sólo hay 27 supervivientes, de los que 4 son menores. Y de momento únicamente se han recuperado 9 cuerpos, el resto, desaparecidos y, casi con total seguridad, muertos. La situación es tal que el Cabildo ha decretado tres días de luto y se plantea la ampliación del cementerio del Pinar.
El naufragio
El peor de los últimos 30 años. Lo peor de todo, como dice el periodista especializado en sucesos de COPE, Pablo Muñoz, es que todavía sigue sin haber noticias sobre los desaparecidos. La dificultad de encontrarlos es muy alta, porque es una zona muy profunda y tampoco hay confianza en que las corrientes acerquen los cuerpos a la costa. Ahora el trabajo se centra en identificar a los nueve cuerpos a los que ya se les ha hecho la autopsia.
Este cayuco, que procedía de las costas de Mauritania, zarpó el domingo de la semana anterior, y, tras seis días de esta complicada travesía, fue cuando sucedió la tragedia. Cuando avistaron la isla, llamaron a la ONG Caminando Fronteras. No podían avanzar porque se había parado el motor y además, llevaban ya dos días sin comida.
El naufragio, se produjo precisamente en le momento del rescate, que es el momento más peligroso. Las causas, los migrantes, que deben subir en orden, se levantaron para subir todos a la vez, lo que provocó que la embarcación volcase. Una vez en el agua, el rescate se complicó aun más, porque al mojarse la ropa que llevan puesta, de abrigo para pasar las noches, pesa mucho y pasado un tiempo no son capaces de mantenerse a flote. Esa fue la razón por la que solo se pudieron rescatar a 27 en ese momento por parte de Salvamar.
La tragedia
Sin duda, la situación es algo que todos percibimos como terrible, pero lo que ven de primera mano los que se dedican a estas labores de rescate, en ocasiones como esta es demoledor. Ver cómo no todos pueden subir y gritando caen al mar, mientras se escucha cómo las voces se van desvaneciendo al hundirse y, como causa, se mueren, es una de las peores experiencias que se pueden vivir. Este es el caso de la tripulación de Salvamar, que muy probablemente tengan que recibir asistencia psicológica. Situación muy similar a la que sufren todos los que se dedican al rescate, como la Guardia Civil.
Y es que aunque esta sea calificada como la peor tragedia de los últimos 30 años, los datos, aunque son “mejores” que los de el año pasado, siguen siendo malos. Solo de enero a mayo, desde la ONG Caminando Fronteras se asegura que fueron más de 4.800 migrantes los que perdieron la vida en esta travesía que tiene como destino Canarias. La equivalencia en tiempo daría 32 muertes al día o una cada 45 minutos.
Según el Ministerio del Interior, los datos arrojados son 17.117 llegadas en el mismo período. Esto hace que por cada 3,5 migrantes rescatados, uno estaba muerto o desaparecido. La cifra mejora si se tiene en cuenta que el año pasado el dato era de 6,6, pero el dato sigue siendo tremendo. Además, según la Organización Internacional de Migraciones, la cifra, aunque es más baja, de 775 en lo que llevamos de año, sigue siendo una barbaridad, y más si se tiene en cuenta que la temporada alta de salidas de cayucos, es ahora.
Las llegadas
Aunque todavía no se conocen las cifras más actualizadas, incluso contando con los datos de hace 15 días, los datos de este año son tremendos. Los datos del año pasado quedan muy lejos y este año se han batido todos los records. Si hasta el 15 de septiembre de 2023 habían llegado a Canarias unas 14.500 personas, este año ya llevamos casi 27.000, un aumento de casi el doble. Ahora, para poner una solución al problema, por pequeña que sea, lo que debería de haber es un acuerdo entre las administraciones regionales y el Gobierno Central, algo que está por ver si sucede.