El Foco de 'La Linterna': ¿En qué consiste la Operación Yakir?
La operación Yakir, de la Policía Nacional y la Fiscalía anticorrupción, investiga a una mafia que se dedicaba a comerciar con material de guerra de la Unión Soviética
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Hoy vienes a contarnos una historia de tráfico de armas, señores de la guerra del Este y una investigación de la Policía española. ¿De qué se trata?
Se trata de la operación Yakir, que significa ancla en ucraniano. Ahora verás el porqué de este nombre. Es una investigación de la Policía Nacional en colaboración con la Fiscalía anticorrupción que el pasado noviembre se saldó con siete detenciones y cuyos presuntos cabecillas todavía están en prisión provisional. Se dedicaban, según las pesquisas, a comerciar con material de guerra de la extinta Unión Soviética. Y el trabajo de los agentes ha llegado hasta un personaje muy conocido para cualquier unidad dedicada a este tipo de delitos: se llama Vadym Alperin.
¿Y por qué es tan relevante este personaje?
Es un ciudadano ucraniano con pasaporte israelí, de unos 60 años y acostumbrado a lidiar con las autoridades de su país, que en su día le bautizaron con el apelativo de “el padrino del contrabando”. La preocupación de la Policía española aumentó cuando, en el marco de sus pesquisas, descubrieron que al menos en 2018 este individuo pasó por España. Ahora, el reto de los investigadores es saber qué hizo aquí. De momento, le vincula a algunas sociedades participadas por algunos de los detenidos con la operación Yakir de la que te hablaba. Y en concreto, con esas operaciones de transporte de armamento bélico a zonas en conflicto.
¿En qué consistían?
Cargaban el material en barcos y en la investigación hay al menos tres envíos bajo el foco de la Policía. Uno partió de Santander y acabó en Grecia, donde las autoridades locales arrestaron a toda la tripulación, en su mayoría ucranianos también. Fueron juzgados y terminaron absueltos en un proceso en el que no se juzgó a los que ahora España considera sus cabecillas. Pero el episodio más relevante fue el que protagonizó otro barco llamado Faina. ¿Te acuerdas, Ángel, de aquel tiempo en el que las aguas del cuerno de África eran un nido de piratas?
El Faina surcaba esas aguas cuando fue abordado por piratas, que pidieron un cuantioso rescate por el navío. Lo que no sabían esos piratas es lo que había en su interior. Ni tampoco sabían que el secuestro iba a generar un conflicto internacional con la participación de EE.UU, Ucrania, Kenia y Sudán del Sur.
¿Qué llevaba el barco?
Decenas de carros de combate, entre otro armamento. Y claro empezaron las preguntas de la comunidad internacional. Hacia dónde iban, con qué autorizaciones, quién era el cliente, quién lo sabía. Bueno, la resolución de aquel conflicto duró tiempo con el barco parado en alta mar y muchos servicios de inteligencia pendientes. Bueno pues ¿sabes a quién captaron en la cubierta en plenas negociaciones?
¿Al padrino del contrabando ucraniano?
Correcto, a Vadym Alperin, considerado por la Policía española algo así como un zar del tráfico de armas.
¿Y el material sovietico aún sirve?
Y tanto. Tú que has estado por Irak sabrás que allí hay facciones que no llevan precisamente armas de último modelo. Lo que me cuentan las fuentes consultadas de la investigación es que este tipo de armamento no te lo compraría ningún ejército regular hoy en día, pero sigue teniendo un mercado entre grupos paramilitares o milicias rebeldes en medio mundo que tampoco es que tengan las puertas abiertas a mercados convencionales.