Celaá se lleva un 'Zas' por sus palabras sobre la educación concertada

Julio César Herrero critica a la ministra de Educación por asegurar que el derecho a escoger enseñanza religiosa no emana de la Constitución

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, se ha llevado este viernes un 'Zas' de parte de Julio César Herrero, por sus palabras sobre la educación concertada. El colaborador de COPE y La Linterna ha criticado a la ministra por asegurar que el derecho a escoger enseñanza religiosa no emana de la Constitución en el Congreso de Escuelas Católicas.

Arranca Herrero: “Le llevan dando desde ayer por unas declaraciones y es injusto. Celaá es una soldado entregada como ninguna otra. Ha venido utilizando las ruedas de prensa del Gobierno para hacer campaña por el partido desde que comenzó la legislatura, o lo que fuera. Porque ella está entregada”.

“Le llamó la atención la junta electoral central por seguir haciéndolo en campaña. Pero le importa una higa, porque ella está entregada. Si hay que quedar en evidencia, ella se pone la primera…Porque está entregada. Escuchen lo que dijo ayer. Por cierto, está leído; así que no hay ninguna improvisación”.

“Vamos a ver, Isabel. ¡Qué grande eres! Mira que no habrá sitios para decir estas cosas, y tú vas y las sueltas en el Congreso de Escuelas Católicas. Porque eres una valiente. Si además de valiente dijeras la verdad, serías un ejemplo”.

“Mira. El artículo 27.3 de la Constitución dice esto: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. ¿Seguro que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa no emana directamente de la Constitución?”, concluye el periodista.

Así que, por afirmar que “el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa no emana de la Constitución, a pesar de estar recogido en el art.23.7”, la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, se lleva un… ¡Zas! ¡En toda la boca!