Las claves de la Comunidad de Castilla y León

Han pasado 24 horas desde el cierre de los colegios electorales en Castilla y León. Y aquí seguimos, analizando los resultados de otro día, en el que todos ganan y ninguno pierde. O al menos eso dicen. Elecciones en una comunidad autónoma llena de historia; No hay tierra en España que no lo esté. Una comunidad con un nombre que nos lleva a hablar de dos realidades distintas, pero íntimamente unidas para dar nacimiento a lo que hoy es España.

El viejo reino de León, vio nacer en él, en plena Edad Media, unas cortes que son antecedente necesario del moderno parlamentarismo. Aquellos reyes dividían los reinos entre sus hijos, y con el andar del tiempo, a través de herencias fundamentales como las de Fernando I, del heredero de Asturias -León- irán naciendo otras entidades que definirán la historia de España, y la de Europa. Castilla, Galicia, Portugal. Los caprichos de la historia quisieron que -consolidada la unión entre Castilla y León- fuese el Reino de Castilla el que adquiriese una cierta primacía.

Del ímpetu medieval de León y de Castilla nace gran la pujanza que desde Castilla, convirtió a España en la principal potencia de Europa, y la protagonista de la primera gran globalización de la historia. Es verdad, que la España de los Austrias pidió tanto a Castilla que quedó agotada, pero con mucho aún por decir en la historia de España por venir.

Tierra espléndida, en el siglo XIX se ponen los cimientos de la actual división provincial del viejo crisol de reinos, y surge -con el debate autonómico en el siglo XX- el que se pregunta si León y Castilla debían ir juntos, o superados en la nueva aventura de la descentralización. Debate tan legitimo como quizás pequeño, para una tierra ecuménica que ha dado a España y a Europa alguno de su mejores momentos.