La relación histórica entre Finlandia y Rusia

Como cada lunes, nuestro profesor Emilio Sáenz-Francés hace un repaso a la historia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La invasión rusa de Ucrania está provocando cambios geopolíticos de calado. La mayoría de ellos, los menos deseados por Vladimir Putin al comienzo de su agresión a su vecino del sur. En los últimos días, se ha materializado el deseo de dos históricos neutrales, Suecia y Finlandia, de unirse a la OTAN y aumentar así su seguridad ante los ladridos rabiosos de Moscú.

Suecia y Finlandia. Dos naciones con mucha historia. Una historia que no se entiende sin su complicada relación con su gigantesco vecino al este: Con Rusia. Es la historia de guerras titánicas como la Gran Guerra del Norte, que -a comienzos del siglo XVIII- enfrentó al entonces poderoso Imperio Sueco con la todavía naciente monarquía de los zares. Carlos XII contra el que quizás es el más relevante los emperadores rusos: Pedro I el Grande.

Rusia triunfó, y un siglo más tarde, al finalizar las guerras napoleónicas, de las garras de una Suecia cada vez más débil, arrebató Finlandia, que sería rusa durante un siglo. La independencia de Finlandia fue una herida sangrante en el orgullo de los nuevos amos de Moscú, los líderes soviéticos, y no la pudieron dejar pasar. Para conservar su independencia, los fineses necesitaron mucho heroísmo, una enorme capacidad de sacrificio, e incluso pactar con el diablo. No en vano Hitler fue uno de los aliados de la Finlandia de los cuarenta, en su esfuerzo por conservar su independencia. En 1945 el precio a pagar fue alto. No sólo en territorio sino en necesarios equilibrios en política exterior, que resultaron en una economía condicionada y una neutralidad necesariamente solícita en muchas ocasiones con Moscú.

La desastrosa y cruel guerra de Putin ha hecho saltar ecuaciones políticas centenarias por los aires, y dos nobles y venerables naciones europeas, con su seguridad amenazada, buscan tras largos años de neutralidad, cobijo en el paraguas de la OTAN. Todo un cambio en una zona del mundo tan remota como de equilibrios inestables.