Otras grandes crisis de los partidos políticos

Entre el sainete y la tragedia griega el Partido Popular se desangra. El pasado jueves, entre acusaciones de espionaje a Isabel Díaz Ayuso y denuncias de posibles casos de corrupción en el entorno de la presidenta madrileña por el PP nacional, comenzaba un espectáculo bochornoso en la política española, que si no fuese porque trata temas muy serios, con una España en crisis como trasfondo, sería de risa. No lo es porque cuando más necesita España un liderazgo serio en su clase política, más descorazonadora resulta ésta. Las luchas por el liderazgo y las crisis son moneda común en la vida de los partidos políticos, aunque quizás nunca otra en la historia reciente de España ha sido tan virulenta.

El Reino Unido es escuela si uno quiere sobrevivir a las trampas y miserias de la vida política. A Churchill le quisieron “hacer la cama” en más de una ocasión en la década de los treinta, cuando él sólo denunciaba el peligro que suponía el nazismo dentro de su partido. Su biografía política es un manual en toda regla, también de los sinsabores de la gestión de la sucesión. El eterno heredero de Churchill, el impaciente Anthony Eden, le dio más que un quebradero de cabeza, y acabó por desplazarle de malas formas.

Italia es capítulo aparte. Su política en el siglo XX se sitúa en muchos momentos en la mejor tradición de Maquiavelo, con figuras propias de Coppola como Giulio Andreotti, el líder eterno de los democristianos, y escándalos sistémicos como el Tangentopolis, que hicieron temblar los cimientos de esa república, y que produjo momentos bochornosos como la huida de Bettino Craxi a Túnez.

Nuestra historia reciente apunta maneras, y los sucesos en el Partido Popular de los últimos días recuerdan momentos de la vida política española de los últimos cuarenta años, como el colapso de la UCD, o la caída de Antonio Hernández Mancha como líder de Alianza Popular, pasando por la desastrosa Operación Reformista, que pretendía arrumbar al partido de Manuel Fraga como cabeza de la derecha española. El PSOE tampoco se libra. Además de la caída y auge de Pedro Sánchez, entre muchas historias los dos congresos del partido en 1979, que consagraron a Felipe González como líder del partido. Un ejemplo de que en muy poco tiempo, la historia puede dar muchas vueltas.